Aprende a preparar tu propia vitamina C casera para fortalecer tus defensas

La vitamina C es una de las sustancias más importantes para el sistema inmunitario del cuerpo. Ayuda a mejorar la respuesta ante diversas enfermedades.
Aprende a preparar tu propia vitamina C casera para fortalecer tus defensas
Maricela Jiménez López

Revisado y aprobado por la médico Maricela Jiménez López.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 25 mayo, 2023

El ácido ascórbico o vitamina C participa en varias funciones importantes del organismo. Una de ellas es la absorción adecuada del hierro, así como la síntesis de colágeno y de glóbulos blancos.

Este es un nutriente que, al ser soluble en agua, se expulsa a través de la orina y tiende a mantenerse en los niveles necesarios para el cuerpo con facilidad.

Además, se trata de una de las sustancias más importantes para el sistema inmunitario del cuerpo. Ayuda a mejorar la respuesta ante diversas enfermedades.

Debido a esto es importante incorporarla de forma natural en la dieta. Incrementando el consumo de los alimentos que la contienen, o bien, preparando un suplemento a partir de fuentes naturales.

Cuando se prepara de forma natural preparando el mencionado suplemento, es más fácil añadirla en la alimentación regularmente y sin excusas. A continuación desarrollamos el procedimiento de preparación.

Vitamina C casera y natural para fortalecer las defensas

A pesar de que en las farmacias se pueden conseguir varias presentaciones de vitamina C, muchos profesionales de la salud sugieren absorberla en primer lugar de alimentos naturales. Los complementos artificiales deben haber sido recetados por un especialista en función del caso particular de la persona.

Existen distintas recetas con las que elaborar productos ricos en vitamina C. Una de ellas consiste en un suplemento casero con cáscaras de cítricos. Las cuales contienen hasta 10 veces más vitamina C que el jugo.

Ingredientes

  • 2 cáscaras de naranja o limón frescas.
  • 1 bandeja para hornear.
  • 1 molinillo.

Procedimiento

En primer lugar, pon las cáscaras en una bandeja para hornear alimentos y caliéntalas a 40 ºC durante 18 o 24 horas. Cuando estén secas, deshidratadas y crujientes, pásalas por un molinillo para hacerlas polvo. Finalmente, almacénala en un frasco hermético a temperatura ambiente.

Respecto al modo de uso, se puede agregar una cucharada de polvo de vitamina C en los batidos o ensaladas. Así como en un vaso de agua tibia que se vaya a consumir.

Es recomendable realizar su consumo todos los días. En especial si no se consume de forma habitual este nutriente de otros modos.

¿Cuáles son los beneficios de la vitamina C para fortalecer las defensas?

Defensas

La vitamina C tiene la capacidad de modular el sistema inmunitario del cuerpo para incrementar la resistencia ante el ataque de bacterias y virus.

Su consumo diario mejora la actividad fagocítica de las células. Lo cual, a su vez, mejora la capacidad para reconocer determinados agentes patógenos. Puede activar los macrófagos que se encargan de estimular la fagocitosis de cuerpos extraños en el organismo y, a su vez, ayuda a incrementar la producción de anticuerpos.

Está considerada como un antioxidante natural. Ayuda a  inhibir la acción negativa de los radicales libres y el estrés oxidativo.

En general, el consumo de esta vitamina ayuda a controlar alergias, resfriados y combatir la gripe. También evita el desarrollo de infecciones cutáneas y previene las infecciones en el tracto urinario. Además, colabora a regular el metabolismo celular y promueve la desintoxicación de metales pesados.

Del mismo modo, apoya el tratamiento de las enfermedades inflamatorias y de las articulaciones. Y cabe mencionar que colabora en el proceso de sintetizar el colágeno y proteger los cartílagos.

Es importante tener en cuenta que su consumo ayuda a evitar las arrugas prematuras en la piel. También ayuda a sintetizar hormonas y neurotransmisores.

Los profesionales recomiendan consumir dosis bajas y, con el tiempo incrementarlas hasta alcanzar los niveles recomendados diarios. Para las mujeres es una buena opción consumir unos 75 mg al día, mientras que los hombres deben tomar hasta 90 mg.

El alimento tiende a oxidarse con facilidad y, por ende, requiere cuidados al exponerla al sol, al aire o al agua. Además, como una de sus funciones principales es la de ayudar a absorber el hierro, se recomienda aumentar su consumo durante los tratamientos de anemia.
No se recomienda un consumo superior a 1000 mg al día porque puede conllevar dolores estomacales y diarrea.


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