Beneficios de hacer 30 minutos diarios de ejercicios

Para evitar lesiones, es fundamental hacer un calentamiento antes de empezar la actividad física. Si no estamos acostumbrados, comenzaremos poco a poco, para ver cómo reacciona el cuerpo.
Beneficios de hacer 30 minutos diarios de ejercicios

Última actualización: 25 mayo, 2023

Mantener un estilo de vida activo nos ayuda a mantenernos sanos y fuertes, independientemente del sexo o la edad. De ahí que dediquemos este artículo a repasar los beneficios de hacer 30 minutos diarios de ejercicios.

Antes de ponernos con ello, debemos distinguir entre ejercicio y actividad física. Para ello, nos remitiremos a la información aportada por los expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

“se considera actividad física cualquier movimiento corporal producido por los músculos esqueléticos que supongan un consumo de energía. Ello incluye los deportes, el ejercicio y otras actividades como jugar, caminar, realizar tareas domésticas, practicar la jardinería y bailar. Toda actividad, ya sea para trabajar o desplazarse caminando o en bicicleta, o como parte de actividades recreativas, supone un beneficio para la salud”.

Como mencionábamos al inicio, una rutina diaria de ejercicios reporta múltiples beneficios. Esta actividad repercute en cada uno de los órganos del cuerpo. En cuanto al corazón, la sangre circula mejor.
De esa manera, puede llegar a todos los rincones del cuerpo el oxígeno, que es primordial para el metabolismo. Precisamente por ello, la práctica habitual de ejercicios físicos ayuda a prevenir las afecciones cardíacas.

Infarto de miocardio ¿cómo prevenirlo?

2. Contrarresta la hipertensión arterial y la diabetes

Especialmente beneficiadas por la ejercitación física, podrían ser las personas que padecen hipertensión. Por supuesto, para realizar hasta la rutina más moderada, se debe contar con la aprobación del médico que ha seguido la evolución del paciente.

Como indica la literatura científica , los beneficios de la práctica habitual de ejercicios físicos siempre son potenciados si se los acompaña de una alimentación saludable. Aunque siempre bajo la valoración de un facultativo, algunos pacientes han abandonado incluso la medicación. Tales son las ventajas de llevar una vida activa y de eliminar los malos hábitos alimenticios.

Asimismo, la actividad física, al favorecer el metabolismo, regula también los niveles de glucosa en sangre. De ahí la importancia de la ejercitación física para los pacientes aquejados de diabetes. Combinada con una dieta balanceada no puede sino ser fuente de bienestar para personas que ven mermada su calidad de vida.

3. Hace que aumente la autoestima

El ejercicio actúa como un antidepresivo, por lo que mejora el estado de ánimo. Por extensión, aumenta la autoestima; es decir, el necesario amor hacia nosotros mismos. Es un hecho que cuando nos sentimos vitales desde el punto de vista físico, lo estamos también para afrontar la vida en general.

4. Mejora la calidad de sueño

Hacer ejercicio regular también incide sobre la capacidad para relajarse y dormir mejor. De hecho, una investigación sugiere que 150 minutos de ejercicio vigoroso a la semana puede mejorar hasta un 65 % la calidad de sueño.

Asimismo, el agotamiento de energía que se produce por el ejercicio contribuye a estimular los procesos de recuperación durante el sueño. En general, podría reducir el insomnio y otros trastornos del sueño.

Otros beneficios

Los ejercicios físicos no solo son beneficiosos para personas enfermas, sino para los adultos en general, porque:

  • Es un hecho que ayudan a retrasar la degeneración ósea, que podría devenir osteoporosis.
  • Contribuyen también a prevenir el cáncer; en especial, el cáncer de colon, de mama y de próstata. Valga decir, los que más prevalencia tienen actualmente en la población mundial.
  • Potencia las capacidades cerebrales al hacer más eficiente la circulación de sangre. De ahí que, cuando se los practique, se esté más dispuesto, concentrado y creativo.

Los expertos recomiendan una actividad física de 30 minutos al menos 4 veces por semana. Ahora que conoces de primera mano los beneficios que comporta la práctica habitual de ejercicios físicos, ¿a qué esperas? Decídete y empieza.

Consejos que tener en cuenta a la hora de ejercitarnos

mujer estirando antes de hacer ejercicio
  • Recuerda ir de a poco. Podría pasar que al principio te cueste completar los 30 minutos de rutina. En ese caso, conviene no forzar al organismo. Antes bien, observa las señales de tu cuerpo y respétalas. Detente si, por ejemplo, te sintieras muy fatigado. Una vez recuperado el resuello, retoma la rutina. Y así, poco a poco.
  • Nunca olvides hidratarte bien. Es sumamente necesario reponer el líquido que perdemos por la sudoración que acompaña a la ejercitación física.
  • Realizar ejercicios de calentamiento evitará, asimismo, la lesión de músculos y articulaciones. Prever este tipo de contratiempos, te aseguras de estar en condiciones para seguir adelante con tu rutina de ejercicios.
  • Mención aparte merece la necesidad de que personas con hipertensión lleven un registro de su presión arterial. Para ello, se la debe tomar antes y después de la práctica de ejercicios. Así, evitaremos cualquier inconveniente.

Ten en cuenta que mientras realizamos ejercicio la presión arterial tiende a subir, si bien luego se normaliza. Ahora bien, no conviene comenzar a ejercitarse si la presión se encuentra elevada. En ese caso, será mejor esperar a que se normalice. No obstante, ante cualquier duda, lo mejor siempre será pedir consejo a un profesional de la salud.

Gracias al ejercicio físico, todo tu organismo se verá beneficiado. Te sentirás mejor contigo mismo. No solo tendrás más energía, sino que tu cuerpo se volverá más esbelto y armónico. Anímate y empieza ya.


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  • Hu., F., Manson, J., Stampfer, M., Graham, C., et al. (2001). “Diet, lifestyle, and the risk of type 2 diabetes mellitus in women”, The New England Journal of Medicine, 345 (11), 790–797.
  • Nussbaum, M. y Amartya Sen, A. (ed.). (1993). The Quality of Life. Oxford: Clarendon.
  • Stampfer, M. J.; Hu, F. B.; Manson, J. E.; Rimm, E. B., & Willett, W. C. (2000). “Primary Prevention of Coronary Heart Disease in Women through Diet and Lifestyle”, New England Journal of Medicine, 343 (1): 16-22.

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