Causas y síntomas de la presión alta y baja

En ocasiones, tener la tensión por encima o por debajo de lo normal puede conducir a enfermedades más graves. Por ese motivo, es importante un diagnóstico profesional a tiempo.
Causas y síntomas de la presión alta y baja

Escrito por Yamila Papa Pintor

Última actualización: 11 julio, 2023

La hipertensión y la hipotensión son dos trastornos relativos a la presión de la sangre en las arterias; por ello, es preciso estar atentos a sus consecuencias. Para poder determinar cuándo se produce cada una de ellas y poder tratarlas como corresponde, en el siguiente artículo presentamos las causas y los síntomas de la presión alta y baja.

Recuerda que el tratamiento de los problemas de presión debe ser indicado y controlado por un profesional. Además de ingerir la medicación que el médico pueda indicar, quizá sea necesario realizar ciertas modificaciones en los estilos de alimentación y de vida en general.

Causas de la hipotensión


La presión baja se puede heredar y es más frecuente que la alta, sobre todo en las mujeres delgadas y jóvenes. Si la madre la ha padecido, es más probable que la hija también lo haga. Como no siempre produce síntomas notorios, la gente no se suele tratar.

Entre las principales causas de la hipotensión, la Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos señala un cambio súbito en la posición corporal, una pérdida súbita de sangre (shock) o una infección grave. Sin embargo, estas no son las únicas causas posibles, la presión baja puede deberse también a:

  • Pasar un largo periodo de tiempo de pie.
  • Una reacción alérgica (anafilaxia).
  • Alguos medicamentos.
  • La ingesta de alcohol.
  • El consumo de ansiolíticos.
  • Una lesión nerviosa provocada por la diabetes.
  • La presencia de arritmias.
  • La deshidratación.
  • Problemas cardíacos.

Merece la pena explicar un poco qué medicamentos pueden afectar a la presión. Algunos de los que cuentan la tensión baja entre sus efectos secundarios son:

  • Los psicotrópicos utilizados para el insomnio, la angustia o la depresión.
  • Los que tratan arritmias cardíacas.
  • Los antihipertensores usados para la presión alta
  • Los diuréticos.
  • Los fármacos coronarios, para la angina de pecho, por ejemplo.
  • Los vasodilatadores.

Síntomas de la hipotensión

En caso de presión arterial baja, la persona puede padecer uno, alguno o varios de estos síntomas señaladas en un artículo de la Clínica Universidad de Navarra:

  • Cansancio.
  • Necesidad de dormir más horas.
  • Debilidad.
  • Mareos.
  • Visión borrosa.
  • Disminución de la forma física.
  • Problemas para concentrarse.
  • Respuestas emocionales depresivas.
  • Apatía.
  • Trastornos del sueño.

También, puede aparecer astenia, una mayor sensibilidad al frío (sobre todo en los pies y las manos), la necesidad de muchas horas para despertarse completamente por las mañanas, una rápida aparición de fatiga y la palidez cutánea (mayormente en el rostro).

Los síntomas circulatorios de la presión arterial baja aparecen cuando hay un déficit en el aporte de sangre en el cerebro. Esto puede ocurrir, por ejemplo, en días de calor o por estar bajo el sol al mediodía. La fatiga y la astenia son muy frecuentes y pueden aparecer después de comer, cuando la sangre se acumula en la zona del estómago.

El mareo es, también, muy común en la hipotensión. Del mismo modo lo son las cefaleas, el desvanecimiento, las pérdidas cortas de conciencia, el parpadeo ocular y los trastornos visuales. Esto ocurre como una clara señal de que algo malo está ocurriendo.

Entonces, el corazón puede comenzar a latir más rápido (taquicardias), los vasos sanguíneos se contraen (por eso, hay palidez o manos y pies fríos), sudoración fría excesiva e, incluso, desmayos, porque el cerebro no recibe cantidad suficiente de oxígeno y no se tiene control sobre los músculos.

Causas de la hipertensión o presión alta

La presión arterial alta se puede desarrollar en cualquier momento de la vida, sin distinción de sexo. Produce, básicamente, un aumento en el bombeo de sangre al corazón y una contracción de los vasos sanguíneos.

Es considerada un marcador de riesgo de la enfermedad del sistema cardiovascular ya que, según datos de la American Heart Association, puede derivar en ataques cardíacos. El problema reside en que el 95 % de los casos de presión alta no presenta causas orgánicas manifiestas.

Por su parte, el Texas Heart Institute explica que una persona puede sufrir presión arterial alta como consecuencia de la obesidad o el sobrepeso, la falta de actividad física y el sedentarismo, el consumo excesivo de sal, grasas o alcohol, el estrés o el tabaco.

Cuando la presión es alta de forma permanente, puede afectar a los órganos vitales, tales como el cerebro, el corazón, los riñones y los ojos. Por esta razón, puede ocasionar desde insuficiencia cardíaca hasta pérdida de visión, pasando por un infarto de miocardio o ictus.

La hipertensión puede estar causada por herencia y habría más predisposición en los hombres, sobre todo después de los 40 años. Asimismo, el sobrepeso y el colesterol serían causas directas de esta enfermedad.

Síntomas de la hipertensión

Mejores plantas medicinales para la hipertensión.

Por su parte, la presión arterial alta, también, tiene sus síntomas. Es necesario prestar atención a las señales que nos brinda el cuerpo. Sin embargo, los primeros signos de hipertensión no suelen palpables por las personas, pues pueden ser poco específicas y se van desarrollando de forma gradual.

Algunos de los síntomas más frecuentes explicitados en el artículo Presión arterial alta, también conocida como hipertensión de National Heart, Lung and Blood Institute son:

Las intensas cefaleas o mareos pueden indicar la presencia de la hipertensión, sobre todo cuando aparecen después de un episodio de mucho estrés, nervios o ansiedad.

En las mujeres de más de 50 años, muchos de los síntomas de la presión alta son similares a los de la menopausia: hay fluctuaciones en el estado de ánimo, sofocos, dolores de cabeza y mareos. Por eso, muchas no se tratan como corresponde.

Por su parte, en el caso de los hombres de mediana edad, se pueden manifestar como problemas asociados a la disfunción eréctil y, por ende, no ser tomados en cuenta como indicadores de la presión alta.

En todos los casos, el dolor torácico, la disnea, la arritmia, la opresión en el pecho o la sensación de ahogo son motivo suficiente para ir al médico. Como se decía anteriormente, la presión arterial alta puede conllevar problemas cardíacos.


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