Cómo cambia el cuerpo de la mujer en cada década

Los cambios que experimenta el cuerpo femenino a lo largo de su trayectoria no solo se producen a nivel externo. Los más importantes son los que se llevan a cabo en el interior.
Cómo cambia el cuerpo de la mujer en cada década
José Gerardo Rosciano Paganelli

Revisado y aprobado por el médico José Gerardo Rosciano Paganelli.

Escrito por Yamila Papa Pintor

Última actualización: 27 julio, 2023

El cuerpo de la mujer ha sido siempre estudiado y analizado con una vehemencia incansable. Los cambios que experimenta el organismo desde la pubertad hasta la llegada de la tercera edad son, cuanto menos, dignos de admirar.

Por eso, no hay que dejar que el paso del tiempo determine cómo se siente cada una consigo misma. Todas las mujeres tienen que pasar por esos mismos cambios, y no se trata de hundirse, sino de aceptarlos con positividad .

Al igual que con los años una gana en madurez y sabiduría, también hay que entender que el cuerpo no puede permanecer igual siempre. Es importante que cambie, para poder evolucionar y vivir todas las etapas asociadas, desde la llegada de la primera menstruación, hasta el establecimiento de la menopausia.

¿Qué ocurre en el organismo de las mujeres?

El cuerpo irá modificando paulatinamente la fisionomía interna y externa con el paso de los años. En muchos casos, se prepara para lo que se aproxima y por ello es preciso aceptarlo. Sin embargo, eso no quiere decir que haya que dejar de cuidarse o querer mejorar.

Presta mucha atención a los cambios que suceden en el cuerpo de la mujer década tras década.

De los 20 a los 30 años

De los 20 a los 30 años

En esta etapa las dos palabras clave son sexualidad y curvas. Esto quiere decir que la naturaleza prepara a la mujer para que sea madre y, por ello, es más probable que su apetito sexual se incremente, así como también que los períodos menstruales se regularicen en relación a los desajustes ocurridos en la adolescencia.

Por otra parte, las curvas se empiezan a perfilar debido a una estabilización hormonal. Empieza a acumularse grasa en los muslos, las caderas y el pecho para dar lugar a la silueta típica femenina.

En este momento, es común tener mucha energía. Es recomendable aprovecharlo, y empezar a tomarse en serio los beneficios de hacer deporte. Mientras antes se habitúe al cuerpo a la realización de ejercicio, más sencillo y provechoso será a largo plazo.

De los 30 a los 40 años

De los 30 a los 40 años

Según este estudio realizado por el Dr. Christin Collier, el 35,2 % de las mujeres mayores de 30 años sufre acné, en un rango mucho más elevado que los hombres de la misma edad.

Si bien no se sabe a ciencia cierta cuales son las causas, hay que prestar atención a la contaminación ambiental o a la falta de una rutina de limpieza. Por esto, se recomienda empezar con una buena higiene facial desde antes de los 30, al igual que hacer deporte.

También en este período los senos empiezan a caer, se haya sido madre o no, aunque el embarazo y la lactancia tienen mucho que ver. Otras de las razones por las cuales el pecho no es tan turgente como a los 20 es la pérdida o ganancia de peso.

Ya no es tan sencillo adelgazar como antes. La grasa empieza a acumularse en el abdomen, los muslos y los brazos, aunque afortunadamente, con una buena rutina de deporte, es posible hacerle frente a este problema.

De los 40 a los 50 años

De los 40 a los 50 años

La menopausia es la palabra principal de esta década. La idea de ser madre a partir de esta edad empieza a verse eclipsada por los problemas que puede acarrear un embarazo, si bien es cierto que muchas mujeres tienen hijos después de los 40.

Esto se debe a que los óvulos no tienen la misma calidad que cuando se es más joven. También resulta más difícil quedarse embarazada. 

Empiezan a notarse los primeros síntomas de la premenopausia, como pueden ser los calores, los desajustes hormonales o la sudoración excesiva.

No obstante, esto no debe ser motivo de agobio. Simplemente es un indicio de que una etapa anterior se acaba y llega una nueva cargada de novedades.

De los 50 a los 60 años

De los 50 a los 60 años

La fragilidad ósea es típica en esta década. Esto es debido a la bajada de estrógenos ahora que la menopausia ya es un hecho. La osteoporosis es muy frecuente, según afirma este estudio realizado por un equipo del Policlínico Docente 26 de julio de Cuba. 

Es importante, entonces, mantener una dieta equilibrada y rica en calcio y ácidos omega-3, así como seguir manteniendo la rutina de deporte, aunque adaptada a los nuevos cambios.

De la misma forma, el tejido adiposo blando se vuelve la principal fuente de hormonas, ya que los ovarios no producen más estrógenos. También es posible experimentar algo de insomnio, apatía sexual y decaimiento anímico. En cuánto a la piel, esta se afina y pierde firmeza por la menor producción de colágeno.

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Adulta

A partir de los 60

El cuerpo de la mujer se estabiliza, los folículos pilosos disminuyen en tamaño (se acabó la depilación) y los cambios son más externos que internos. En este período también llega el fin de la etapa laboral, por lo que es común que se tenga mucho más tiempo para dedicarse a los hobbies o a viajar. 

Aunque antiguamente solía ser una etapa marcada por la tristeza, actualmente es uno de los períodos más fructíferos para las mujeres. Los hijos, de haberlos, suelen ser ya mayores; las preocupaciones ante nimiedades desaparecen; hay tiempo de sobra para estar con la pareja o las amigas y, además, por fin pueden dedicarse a ellas mismas.

Cada etapa tiene momentos especiales y bonitos

Como se ve, cada etapa tiene sus ventajas y sus desventajas. Sea como fuere, estas son parte de la vida, y, por lo general, suelen traer cambios a los que hay que acostumbrarse. En todo caso, el cuerpo de la mujer siempre resulta maravilloso.

Ante cualquier problema de salud relacionado (especialmente a partir de los 50), es recomendable consultar al médico. Los años no dictan la edad, la actitud ante la vida y el mantenimiento de una buena salud, sí.


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