Cómo empezar bien el día con 10 sencillos consejos: ¡Ponlos en práctica!

Muchas veces solo necesitamos un cambio de actitud para tener un gran día.
Cómo empezar bien el día con 10 sencillos consejos: ¡Ponlos en práctica!
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 06 julio, 2023

Empezar bien el día no siempre es fácil. A menudo, es posible que nos levantemos con prisa porque tenemos decenas de cosas por delante. Y en un intento de empezar a tacharlas de la lista, puede que nos saltemos el desayuno, al igual que muchos otros rituales mañaneros importantes para tener energía y estar bien con nosotros mismos.

Los siguientes consejos que vamos a compartirte se pueden incluir fácilmente en la rutina, no requieren grandes esfuerzos y, una vez que los pruebes, te darás cuenta de cómo haciendo cambios muy pequeños puedes conseguir grandes cosas en términos de bienestar.

1. Despiértate una hora antes

Mujer estirándose en la cama con ánimo

Está bien, lo admitimos, para muchos madrugar no es nada fácil, pero te aseguramos que vale la pena. Te permitirá disponer de más tiempo e ir con más tranquilidad, y todo ello se traduce en mejor calidad de vida. Así pues, no dudes en adelantar tu despertador entre 40 minutos y una hora.

Por supuesto, la idea es que hagas esto dentro de una buena rutina de higiene del sueño. No que te restes horas de descanso al azar.

Lee también: ¿Madrugas? ¡Conoce las ventajas de hacerlo!

2. Ten una ilusión y un proyecto

Son muchas las veces en las que, nada más abrir los ojos, lo primero que nos viene a la mente son los problemas y las preocupaciones. Esto no resulta agradable… y tampoco demasiado útil, pues solo consigue minarnos y exponernos a los bajones.

Si focalizamos el pensamiento en esas dimensiones saldremos de la cama con desánimo y muy pocas ganas. Un cambio de actitud siempre nos ayuda a conseguir grandes cosas. Toma nota de lo que puedes hacer para evitar que todo lo que llene tu mente sean las preocupaciones:

  • La noche anterior, antes de irte a la cama, ya debes tener planeadas las cosas que vas a hacer al día siguiente. Si tienes alguna preocupación, lo más adecuado es haber establecido estrategias de afrontamiento la tarde anterior. De ese modo, acudimos a la cama relajadas sabiendo que tenemos “un plan” y, a su vez, despertaremos por la mañana con más motivación.
  • Al abrir los ojos, tómate 5 minutos de descanso en la cama para pensar. Visualiza qué ilusión tienes ese día: ir a dar un paseo, quedar con una amiga, ir a nadar, comprarte un libro, ir un rato a la playa o salir a cenar con tu pareja. Ponte una ilusión y un objetivo para ese día y verás cómo las horas pasan más rápido.
  • ¿Ya has probado el mindfulness? ¡Considéralo! Es una práctica que también podría ayudarte a gestionar adecuadamente tus pensamientos y a empezar bien el día.

3. Bebe un vaso de agua

Beber un vaso de agua es un modo perfecto de empezar bien el día.

Hay quienes disfrutan de un vaso de agua tibia con  limón media hora antes de desayunar. Si te animas a hacerlo tú también, lograrás hidratarte, depurar el organismo, eliminar toxinas, aumentar tu bienestar y obtener una buena dosis de energía, así como también algunas vitaminas y minerales.

4. Da un paseo de 20 minutos para empezar bien el día

Método CaCo: adelgazar caminando
El método CaCo consiste en caminar y correr por intervalos. Es una forma suave de hacer ejercicio físico.

Hay quien hace yoga para empezar bien el día, otros practican meditación, pero si hay algo que cuidará por igual de tu mente y cuerpo es salir a dar una pequeña caminata de 20 o 30 minutos. Ponte un buen calzado, respira hondo y libera tu cabeza de todo tipo de preocupaciones. Tienes un gran día por delante y tu corazón va a ponerse en funcionamiento con ese saludable paseo.

Nota la fuerza en tus piernas y siente el ritmo de tu respiración, mira a tu alrededor y procura relajarte. No importa si el cielo está soleado o si ha amanecido con nubes: empezar bien el día es tan sencillo como quererte un poco más.

Y un paseo de 20 minutos es un regalo a tu salud. Cuando vuelvas a casa, date un buen baño, que termine con un chorro de agua fría en tus piernas.

5. Toma un desayuno adecuado

Te has levantado una hora antes, has salido a andar y te has dado una buena ducha. ¿Qué toca ahora? Es el momento de desayunar con tranquilidad y sin prisas, disfrutando de cada bocado y de cada instante de esas primeras horas del día. Tu desayuno debe incluir algo de proteína, algo de fibra y vitaminas.

Opción 1

  • Una tortilla con espinacas.
  • Un tazón con yogur griego, frutos secos, pasas y uvas.
  • 1 taza del té que prefieras.

Opción 2

  • Bebida de almendras.
  • Pan de centeno tostado untado con tomate y aceite de oliva.
  • 1 manzana verde.

Opción 3

  • 1 batido o smoothie con espinacas, media manzana, avena, leche de avena, medio plátano, semillas de chia y pepino.

6. Escucha buena música

Ahora es el momento de vestirte, arreglarte y de hacer esas tareas cotidianas que debes dejar listas antes de salir de casa. ¿Qué tal si lo acompañamos de un poco de música? La que más te guste, la que más anime tu corazón, despeje tu mente y que ponga energía a tus ánimos.

Una buena canción o una buena melodía es esa banda sonora que alegra la vida y que nos ayuda a empezar bien el día. Así que, ¡disfrútala!

7. Ten una buena actitud antes de salir de casa

Estás a punto de cerrar la puerta de tu casa y no volverás a ella hasta dentro de unas horas. ¿Qué tal si dejas escapar un largo suspiro, sonríes y vuelves a pensar en esa ilusión y objetivo para tu día?

Salir de casa con una actitud positiva te va a ayudar a afrontar muchos de esos baches cotidianos, de esos problemas que todos tenemos y que siempre pueden superarse si disponemos de equilibrio interno y motivación.

Como puedes ver, más allá de lo que tengamos que hacer, es importantísimo que sepamos cuidarnos desde el momento en que abrimos los ojos. Un día atareado puede sobrellevarse mucho mejor si desde temprano nos hemos procurado un buen autocuidado.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.