Cómo hacer velas aromáticas con cáscaras de fruta

Elige la esencia que más se adapte a tus gustos. Para evitar que se evapore, recuerda no añadirla hasta que la cera se enfríe un poco.
Cómo hacer velas aromáticas con cáscaras de fruta
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Última actualización: 06 julio, 2023

El uso de las velas aromáticas tiene tras de sí una larga historia y una tradición que se ha mantenido hasta nuestro presente con bastante fuerza. No solo decoran nuestros hogares y esos rincones más íntimos donde solemos relajarnos. Últimamente su uso se ha extendido al campo de la medicina natural gracias al uso de los aceites esenciales.

Las velas tienen su origen en el siglo XIV como medio indispensable de iluminación. Estaban hechas de grasa de animales y tenían mal olor. Pero con la llegada de la luz eléctrica, las velas pasaron a ser utilizadas como elemento decorativo en esos espacios más íntimos donde el descanso y la introspección se veían mediadas por esa luz parpadeante sumergida en un pequeño estanque de cera derretida.

Se empezó entonces a mezclarlas con aceites esenciales para aumentar la relajación. Así, mediante sus olores ejercían un supuesto efecto sedante  que, según la medicina ayurvédica, era capaz de aliviar, por ejemplo, migrañas o dolores de cabeza.

Las velas y la aromaterapia

El uso de los olores como mediadores del descanso es algo que desde siempre ha tenido bastante peso en la medicina natural. La aromaterapia apuesta por el sentido del olfato para producir en el cuerpo determinadas sensaciones, gracias a aceites esenciales extraídos de plantas y frutas, raíces, tallos, hojas…

Algunas investigaciones señalan que serían capaces de ayudar a aliviar el estrés y la ansiedad, sin embargo los datos al respecto no son concluyentes y se necesitarían nuevas investigaciones al respecto.

Te indicamos a continuación las propiedades que se atribuyen a determinados aceites esenciales. Los puedes encontrar siempre en establecimientos dirigidos a la belleza natural, ya sean herboristerías, droguerías…

  • Lavanda. Sería relajante y por ende, ayudaría a aliviar la ansiedad y el estrés.
  • Canela. Se le atribuyen propiedades como la estimulación mental.
  • Manzana. Se dice que es capaz de aliviar los síntomas de la migraña.
  • Jazmín. Sería relajante y sedante.
  • Gardenia. Nos ofrecería tranquilidad.
  • Coco. Endulzaría los ambientes.
  • Eucalipto. Desinfectaría el ambiente y nos ayudaría a mejorar la concentración.
  • Vainilla. Sería antidepresiva y calmante.
  • Limón. Aliviaría la ansiedad y el mareo.
  • Canela. Mejoraría la fatiga nerviosa.
  • Naranja. Tendría principios sedantes.
  • Rosa. Suele ser indicada contra el insomnio, el dolor de cabeza y el estrés.

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  • Tomillo. Ayudaría a luchar contra el cansancio mental.
  • Cedro. Inspiraría ánimo y optimismo. Además, sería relajante y crearía un ambiente agradable en la habitación.

Cómo elaborar una vela aromática con cáscaras de frutas

¿Qué necesitamos?

  • Cera o parafina refinada, las cantidades dependerán de cuántas velas queramos hacer o de su volumen.
  • Esencias naturales: Aquí, tal y como te hemos indicado anteriormente, elegirás aquella que mejor se adapte a tus gustos personales. Pueden ser cítricas, algo más dulces como la rosa o el jazmín…
  • Un molde.
  • Cazuela para derretir la parafina.
  • Varilla sujetadora.
  • Pábilo (el pábilo es la pequeña mecha que hay en el centro de las velas para que puedan prenderse, se trata de un hilo grueso ligeramente entramado). También es fácil de conseguir.

Preparación

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  1. Para empezar, derretiremos la parafina en un cazo al baño María. Así, nos ayudamos de una espátula para ir removiendo. Calentar la cera hasta que se derrita. Lo más recomendable es derretirla al baño María y removerla.
  2. Una vez la cera esté líquida, puedes incluir ya la esencia que hayas elegido. Hazlo cuando la cera esté un poco fría porque si no se evaporará el olor y el aceite rápidamente.
  3. Ahora lleva esta mezcla al molde. Puede ser redondo, cuadrado… piensa que será la forma final de la vela. El molde debe estar engrasado con aceite de cocina y el pabilo también.
  4. Para fijar el pabilo en el centro de la vela, tienes que atar un extremo a la varilla sujetadora que antes te hemos comentado. Debe estar en el centro para que te sea más fácil poner después el pábilo, es decir, el cordoncito que quemaremos para encender la vela.
  5. Ahora tendrás que dejar que pasen unas cinco horas. Se necesita bastante tiempo para que todo quede bien fijado.
  6. Finalmente, es el momento de desmoldar. Para ello, basta con darle la vuelta al molde para comprobar que sale con facilidad.

Conclusión

Si vemos que la vela tiene alguna imperfección, como por ejemplo rayas o agujeros de aire, puedes coger un paño bañado con alcohol para frotar suavemente y hacer que la vela quede más fina y homogénea.

Con este proceso podrás comprobar que es bastante sencillo realizar tus propias velas perfumadas y relajantes. Basta con elegir aquella esencia que va más contigo y buscar también ese rincón de la casa donde puedes relajarte mejor. Estas velas también son un excelente regalo; puedes hacerlas en creativas formas y decorarlas con papeles de colores o flores secas.

Opcional: vela en molde de naranja

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Si por alguna razón queremos dejar de lado los típicos moldes, podemos usar una alternativa totalmente natural a partir de una mandarina o naranja. Solo tienes que seguir las siguientes recomendaciones:

¿Qué necesitamos?

  • Mandarina o naranja. Preferiblemente la mandarina por su facilidad de extracción.
  • Fósforos.
  • Cuchara.
  • Aceite de oliva vegetal.
  • Cuchillo.

¿Cómo la elaboramos?

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  1. En primer lugar, colocamos la mandarina en una superficie plana y realizamos un corte muy ligero y delgado a la cáscara.
  2. Ahora introducimos de manera muy cuidadosa una cuchara, evitando romper los gajos de la mandarina.
  3. Después, procedemos a deslizar la cuchara ligeramente en el interior de la mandarina para después expulsar la fruta con extrema delicadeza.
  4. Entonces saca la fruta y guárdala para un posterior uso. Toma la cáscara y ten mucho cuidado de no romperla.
  5. Por último, vierte la preparación para la vela en la cáscara y déjala reposar. Para esto puedes repetir los pasos dados anteriormente, solo debes reemplazar el molde tradicional por este.

Ahora ya no tienes excusas para dar a tu casa ese ambiente tan agradable que siempre has soñado. Tus invitados no querrán marcharse de tu casa gracias a estas elaboraciones tan sencillas. ¿Te animas a realizarlas?


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