Cómo prevenir y combatir la indigestión

El bicarbonato, la manzanilla y el jenjibre son solo algunas de las sustancias capaces de mejorar la salud estomacal. Descúbrelas en este artículo.
Cómo prevenir y combatir la indigestión

Última actualización: 06 julio, 2023

Ante los síntomas de indigestión, lo mejor es acudir al médico para que dictamine las verdaderas causas por las cuales se ha presentado esta afección. Y, con mayor razón, si esta se repite muy seguido.

No obstante, para ayudar a combatir la indigestión podemos recurrir también a ciertos remedios caseros que nos pueden ser de gran utilidad en algún momento, principalmente como complemento del tratamiento médico.

La indigestión

La indigestión se puede presentar por varios motivos. Entre ellos se encuentra el haber comido en exceso o porque el organismo no tolera algunos alimentos y esta es la forma de hacerlo notar.

Los síntomas de una indigestión pueden ser leves o muy fuertes. Pueden abarcar dolores de abdomen, sensación de pesadez, reflujo, exceso de gases y, además, pérdida del apetito.

Indigestión

Al identificar el alimento causante del problema, es mejor no volver a comerlo y alejarlo de la dieta de inmediato. No obstante, mientras sufrimos de indigestión, lo más recomendado es comer algún otro alimento que aporte buena cantidad de fibra. De ese modo, facilitaremos la digestión.

Remedios caseros para combatir la indigestión

Recuerda que los siguientes remedios caseros no pueden sustituir el tratamiento médico. Por eso, consulta con tu profesional para saber las causas de tu indigestión y adoptar las medidas más adecuadas del caso.

Limón y bicarbonato

Para aliviar una indigestión estomacal causada por una comida abundante o muy irritante, podemos recurrir a este remedio casero sencillo y económico:

  • Se debe tomar un vaso de agua tibia con el jugo de medio limón y una cucharadita de bicarbonato de sodio. Este remedio casero no debe ser consumido con frecuencia, ya que el bicarbonato tomado en exceso puede resultar perjudicial.

Manzanilla y menta

Otro remedio natural reconocido para tratar este problema es el té de plantas medicinales. En particular, de manzanilla o de menta (cuyos efectos han sido comprobados científicamente). Además, es muy sencillo de preparar, de acuerdo con las recetas tradicionales:

  • Como primer paso se hierve un pocillo de agua, se apaga el fuego y de inmediato se depositan en ella dos bolsas de té.
  • Después lo dejas reposar por cinco minutos y lo bebes con tranquilidad.
  • De inmediato vas a sentir el estómago mucho más relajado.

Jengibre

Para aliviar la indigestión también se puede recurrir a masticar un poco de jengibre confitado. Este producto puede resultar efectivo  para mejorar los problemas estomacales.

  • Esa presentación se puede encontrar con facilidad en las tiendas especializadas en productos naturales o en los grandes supermercados. Además, es picante y delicioso.
jengibre confitado para la indigestión

Semillas

Una mezcla de semillas para masticar luego de una comida pesada puede impedir que se presente una indigestión. Algunas de las más utilizadas por la medicina tradicional son las de anís, de eneldo, de hinojo y de alcaravea.

  • Se deben tomar porciones iguales de cada una de ellas. Después de mezclarlas muy bien, se procede a masticarlas con lentitud.

Lo más recomendable es consultar con un nutricionista cuáles son las mejores semillas para nuestras necesidades y la forma más apropiada de consumirlas.

Claves para prevenir la una indigestión

Nuevamente, recuerda que los que aquí presentamos son solo algunos hábitos saludables, pero no pueden reemplazar las indicaciones de tu médico bajo ninguna circunstancia. Según las fuentes citadas previamente, estas son algunas alternativas útiles para prevenir la indigestión:

Justo antes de la comida

  • Una de las medidas más extendidas popularmente para evitar los gases y el reflujo es tomar un vaso de agua tibia con una cucharada de vinagre de manzana (con efectos digestivos comprobados) endulzada con miel. Se debe tomar media hora antes de los alimentos.
  • Repartir los alimentos para comer de cinco a seis veces al día, en porciones pequeñas.
  • Identificar los alimentos que provocan la indigestión y evitarlos.

Durante la comida

  • No consumir alimentos muy ricos en grasas y muy picantes.
  • Tratar de suprimir el consumo de bebidas alcohólicas y de café.
  • Comer despacio, con tranquilidad, masticar bien cada uno de los alimentos que se consumen en cada comida. Y, sobre todo, tratar de no hablar durante las comidas, ya que de esta manera se evita tragar aire y por lo tanto no se forman los molestos gases.
  • Durante las comidas es aconsejable no consumir bebidas gaseosas. Esto podría hacer que se presenten molestias como la sensación de pesadez y reflujo.

Después de comer

  • Un consejo muy útil para prevenir este inconveniente es no realizar ningún tipo de ejercicio con el estómago lleno. Tampoco debemos consumir grandes cantidades de alimentos ni acostarnos justo después de comer.
  • Si se tiene el hábito de fumar, hay que hacer lo posible por evitarlo, o al menos reducir el consumo.

Otros factores

  • Es muy importante aprender a manejar las situaciones que causan estrés. Este es uno de los principales factores que pueden provocar y desencadenar la mala digestión.
  • Otra clave tiene que ver con las prendas de vestir muy ajustadas. Estas podrían impedir una correcta digestión, al tener el estómago demasiado apretado. No obstante, estudios recientes confirman que sus efectos se limitan más que nada a la absorción de nutrientes en el intestino delgado.

Con las anteriores claves se pueden evitar muchos problemas causados por la mala digestión. Además, no son nada difíciles de poner en práctica. Por lo tanto, serán de gran ayuda para muchas personas que sufren con frecuencia este tipo de inconvenientes.

No está de más recordar que si, a pesar de seguir estos sencillos pasos, los problemas continúan, lo mejor será acudir a un especialista. Detrás de esos síntomas se puede estar escondiendo un problema de salud mucho más complicado. Lo mejor en ese caso es descubrir a tiempo de qué se trata.


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