Cómo detectar y prevenir aneurismas
Un aneurisma es un ensanchamiento anormal de una arteria causado por la debilidad en la pared de un vaso sanguíneo. Esta anomalía afecta más a las mujeres después de los 50 años. Conoce en este artículo cómo detectar y prevenir aneurismas.
Qué saber sobre el aneurisma
Aún no se sabe a ciencia cierta cuál es la razón del aneurisma. Algunas personas padecen esta afección desde el nacimiento y otras, con el paso del tiempo. Los sitios más frecuentes donde se originan son la arteria aorta, detrás de la rodilla, arteria poplítea, cerebro, intestino (arteria mesentérica) y en la arteria esplénica del bazo. Este último caso es muy común en las mujeres embarazadas.
Los síntomas del aneurisma dependerán del área donde se ha desarrollado. Si se presenta cerca del exterior del cuerpo, provoca dolores, hinchazón y una protuberancia que se reconoce al tacto. Cuando los aneurismas están en zonas más internas o en el cerebro, pueden no presentar síntomas.
En el caso del aneurisma cerebral, puede expandirse sin llegar a reventar, presionar los nervios y provocar dolor de cabeza, visión doble y vértigo, así como también zumbido en los oídos, pérdida de la orientación, rigidez en el cuello, no poder articular palabras, no entender cuando se le habla a la persona afectada, sensibilidad a la luz, vómitos, convulsiones o pérdida de conocimiento.
Si el aneurisma se rompe, provoca presión arterial baja, dolor, mareos y frecuencia cardíaca acelerada. Además, cuando esto ocurre, los riesgos de morir son más elevados.
Cerca del 5 % de la población padece aneurisma cerebral, y quienes tienen más riesgo de padecer este problema son aquellos con antecedentes familiares o con problemas de circulación sanguínea. También son propensos a padecerlos los fumadores, consumidores de alcohol y drogas o incluso cualquier persona de edad avanzada.
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Cómo se detectan los aneurismas
Nos estamos refiriendo al aneurisma cerebral, el más grave y peligroso de todos. Si se descubre a tiempo la rotura de una arteria, se podrá evitar la muerte del paciente. A menudo, esta patología está relacionada con los hábitos poco saludables y otras enfermedades.
La actuación inmediata puede asegurar que la persona siga con vida. Según la Fundación para la Cobertura del Aneurisma Cerebral, las primeras cuatro horas son fundamentales para el paciente. Es necesario prestar mucha atención, ya que la atención médica debe suministrarse lo más rápido posible.
Ya que la mayoría de las personas con esta afección no sufren de ningún síntoma y solo se detectan anomalías al realizar estudios médicos de rutina, no se sabe cómo actuar ante un ataque. Cuando aún no se ha roto, provoca cefalea centinela, un gran dolor de cabeza en continuado, que no cede por más de que se tomen fármacos.
Si el dolor continúa por mucho tiempo, es necesario visitar al médico. Quizás se haya abierto el aneurisma y provocado una hemorragia entre el cerebro y la delgada capa de tejido que protege el sistema nervioso central.
En estos casos, la cefalea es muy brusca y no permite abrir siquiera los ojos. Está asociada a las náuseas, los mareos, los vómitos, la pérdida de sensibilidad en uno de los lados del cuerpo, visión doble o borrosa, falta de fuerza y pérdida de consciencia.
Cómo evitar los aneurismas
La prevención es la mejor manera de evitar un cuadro de aneurisma. Para ello, ten presentes las siguientes claves:
Visita al médico
Realiza un chequeo anual completo, que incluya todos los estudios que el profesional considere pertinentes con relación a la edad o el estado del paciente. Es bueno que el médico conozca nuestros antecedentes personales y familiares. Si alguien cercano ha sufrido un aneurisma, no dudes en decírselo al doctor.
En ese caso, se pueden realizar diferentes estudios para descartar cualquier tipo de anomalía. Un TAC, la resonancia magnética, el análisis del líquido cefalorraquídeo y la angiografía cerebral son los métodos disponibles en la actualidad.
Lleva una vida más saludable
Entre los buenos hábitos que pueden ayudarte a evitar un aneurisma, vale la pena destacar dejar de fumar, moderar el consumo de alcohol, no consumir drogas, llevar una dieta saludable y equilibrada, hacer ejercicio entre dos y tres veces a la semana, evitar el sobrepeso, controlar el colesterol y vigilar la presión arterial elevada.
Controla tu estrés
Si mides y reduces tus nervios, ansiedades y estrés, será más difícil que padezcas un aneurisma. Haz lo que esté a tu alcance para llevar un vida sosegada, evita todo aquello que te puede hacer sentir mal, o trata de solucionar los problemas a tiempo para que no se transformen en algo más grave. Es bueno también que tomes vacaciones cuando corresponda y que descanses más.
Dormir entre 6 y 8 horas cada noche es muy bueno para tu salud. Realiza todas aquellas actividades que te sean placenteras como, por ejemplo, leer, caminar por el parque, jugar con tus hijos o nietos, cuidar de las plantas del jardín, jugar al ajedrez, tomar clases de yoga o de Pilates, nadar, aprender a tocar un instrumento… la meditación podría ayudarte también a reducir el estrés y por tanto, evitar un aneurisma.
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