El día que sigue a una mala noche de sueño: ¿Cómo afrontarlo?

¿Quieres conocer unos efectivos consejos para recuperarte física y emocionalmente tras una mala noche de sueño?
El día que sigue a una mala noche de sueño: ¿Cómo afrontarlo?
Bernardo Peña

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña.

Escrito por Valeria Sabater

Última actualización: 10 julio, 2023

¿Has pasado una mala noche de sueño? Si en tu caso es algo frecuente, es necesario que empieces a tomar medidas. De hecho, no dormir de forma adecuada hace que nos levantemos cansadas, probablemente con dolor de cabeza y sin apenas ánimo para empezar toda la jornada que tenemos por delante.

En primer lugar, debes saber que el insomnio, de ser crónico, hará mella en tu salud general. Por eso, es crucial que acudas al médico de cabecera para que te prescriba las pautas a seguir. Si no duermes adecuadamente, es probable que sufras pequeños fallos de memoria e incluso que subamos de peso. ¡Hay que tomar medidas! Hoy, en nuestro espacio, queremos darte una serie de consejos para afrontar el día después a una mala noche de sueño, por tu salud y tu bienestar. Así que, ¡descúbrelo con nosotros!

1. Empieza el día con una ducha tibia

Primeramente, empieza el día con una ducha tibia, algo suave que no cause un gran impacto en tu cuerpo. Cuando nos despertamos por la mañana, es habitual que, para despejarnos, para tonificar los músculos y mejorar la circulación de las piernas, prefiramos más una ducha fría.

En caso de que hayas pasado una mala noche de sueño, no será adecuado. ¿La razón? Es muy probable que te notes sin muchas fuerzas, que tu temperatura corporal sea más baja de lo habitual debido al cansancio y al malestar… Así pues, lo último que debemos hacer es someternos a temperaturas extremas, ni muy frías ni muy calientes, aunque no existen evidencias científicas que avalen esta relación.

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2. Un desayuno nutritivo tras mala noche de sueño

mala noche de sueño

Es muy probable que te hayas levantado un poco mareada y con dolor de cabeza, así que debes prestar especial atención a lo que vas a desayunar. Por lo tanto, necesitas un desayuno nutritivo tras una mala noche de sueño. Un desayuno que cubra tus necesidades básicas en ese primer momento del día. Además, puedes tenerlo también en cuenta para los días en que duermas adecuadamente, pues te proporcionará numerosos nutrientes.

Te damos unas opciones que te ayudarán a sentirte mejor:

Opción 1

  • Un jugo de naranja natural, mezclado a su vez con el jugo de medio limón.
  • Una tortilla con espinacas.
  • Un tazón de yogur griego con medio plátano y tres nueces.

Opción 2

  • Una taza de café.
  • Una ensalada con un huevo cocido cortado a trocitos, 3 tomates cherry, junto con una rebanada de pan de centeno con unas gotitas de aceite de oliva.
  • Una manzana verde cortada en daditos, con tres nueces.

Opción 3

  • Un jugo natural de papaya.
  • Un sándwich integral con un poco de pechuga de pavo o lomo y unas espinacas.
  • Una ciruela a trocitos con dos nueces.

Opción 4

  • Un vaso de leche de nueces o almendras.
  • Un bol de avena con kiwi y fresas.
  • Un sándwich integral con un huevo cocido cortado en laminitas junto con unos trocitos de aguacate.

3. No refuerces el malestar

mala noche de sueño

Cuando hemos pasado una mala noche de sueño, es frecuente que nos sintamos muy desanimados y que nos quejemos de esta situación. Por lo tanto, si nos centramos exclusivamente en todos estos pensamientos negativos, aumentaremos más aún el malestar y nos costará más salir adelante. La rumiación, según los estudios, solo contribuye a reforzar el malestar. Toma nota de lo que debes hacer:

  • Puedes desahogarte con alguien comentando la mala noche de sueño que has pasado (tu pareja, una compañera de trabajo). Ahora bien, procura que sea algo puntual, y sin llegar a dramatizar. De hecho, debes focalizar tus ánimos en ese día que tienes por delante.
  • Dale tiempo a tu cuerpo. Si te levantas con dolor de cabeza, desayuna primero y espera a ver cómo te sientes a mediodía, antes de recurrir al clásico analgésico.
  • Has pasado una mala noche de sueño, pero ello no significa que debas pasar un mal día. Ponte una ilusión para el final de tu jornada, algo sencillo que te haga feliz (comprar algo, ir a pasear, ir a cenar…).

4. La importancia de una siesta a mediodía

mala noche de sueño

Si en tu jornada diaria tienes oportunidad de tener un descanso al mediodía, no olvides nunca hacer una pequeña siesta siempre que hayas pasado una mala noche. Nos ayuda a recuperar fuerzas, nos despeja y permite que el cerebro refuerce sus funciones al encontrar ese instante de descanso. De hecho, ahí reside la importancia de una siesta a mediodía.

Además, basta con 20 minutos, un breve período de tiempo que hará mucho por tu salud. Verás cómo te despiertas más despejada y con ganas de seguir con el día. No obstante, procura no excederte de media hora de siesta. De lo contrario, puedes llegar a dormir demasiado e interferir nuevamente con el sueño nocturno.

5. Bebe abundante líquido a lo largo del día

Cuando pasamos una mala noche, nuestro cuerpo ha acumulado numerosas toxinas, puesto que no ha podido depurarse adecuadamente y, además, necesita rehidratarse. Es muy frecuente, por ejemplo, que tras una noche de insomnio nos levantemos con bolsas en los ojos, con las piernas muy pesadas, hinchadas… Así pues, bebe abundante líquido a lo largo del día. No lo dudes y pon en práctica estos consejos:

  • Bebe abundante agua durante todo el día. La mejor forma de hacerlo es mediante pequeños sorbos cada 15 o 20 minutos. De esta manera, tu cuerpo irá depurándose y te sentirás mucho mejor al final del día.
  • Puedes tomar agua, infusiones e, incluso, mezclar un poquito de jugo de limón en tu botella de agua. Te ayudará a sentirte mejor y más despejada.

En conclusión, te hemos mostrado unos eficientes remedios que harán más llevaderos tu día tras una mala noche de sueño. Serán muy efectivos sobre todo si se debe a un insomnio ocasional. No obstante, en el caso de que tu insomnio sea crónico o se complique, te recomendamos acudir al médico o al psicólogo para hacértelo tratar.


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