Dolor en la boca del estómago: ¿a qué se debe?

La gastritis, los estados de ansiedad y la acumulación de gases pueden causar dolor en la boca del estómago. Pero no son las únicas causas. Conócelas a todas aquí.
Dolor en la boca del estómago: ¿a qué se debe?
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 17 abril, 2024

Es posible que todos hayamos sufrido, alguna vez en la vida, dolor en la boca del estómago. Se trata de una afección muy común que constituye un importante motivo de consulta médica.

Aunque no se considera una enfermedad en sí misma, esta molestia es un síntoma relevante de diferentes problemas del sistema digestivo. Además, podría enmascarar un trastorno en un órgano cercano, como el corazón.

El dolor en la boca del estómago suele localizarse en la parte alta y central del abdomen (el epigastrio). A veces, se irradia y sube por el tórax «como una corbata». Varía bastante en intensidad y tiende a resolverse por sí solo. Sin embargo, su persistencia debe hacernos sospechar una situación más severa.

A continuación, te comentaremos con mayor detalle cuáles son las causas frecuentes del dolor en la boca del estómago. Pero recuerda que debes consultar con un profesional de la salud para obtener un diagnóstico preciso.

1. Ansiedad y estrés

Los estados de nerviosismo son una de las causas más usuales de dolor en la boca del estómago. A veces, el organismo somatiza la ansiedad y el estrés y produce este tipo de molestias, junto con contracturas musculares, náuseas y vómitos. También, puede acompañarse de diarrea.

El tratamiento no está en calmar el dolor, sino en resolver la situación de salud mental de base. Para ello, es preciso aplicar técnicas de relajación, gestionar el estrés o consultar con un profesional de la psicología.

2. Acumulación de gases

Los gases o las flatulencias pueden acompañarse de dolor tipo cólico justo en la boca del estómago. No es la localización habitual, ya que suele ser una molestia difusa en el abdomen. De todas maneras, por momentos puede estar en el epigastrio.

Hay muchas causas subyacentes a la acumulación de gases, como las siguientes:

  • Masticar chicle.
  • Sufrir constipación.
  • Comer o beber rápido.
  • Ingerir frijoles, brócoli, coliflor, repollo o bebidas gaseosas.

3. Acidez y reflujo gastroesofágico

La acidez es una sensación desagradable que se asocia con una mayor producción o sensibilidad al ácido clorhídrico del estómago. Se hace mucho más evidente cuando hay enfermedad por reflujo gastroesofágico o ERGE.

Así aparece el síntoma conocido como pirosis. Es decir, un ardor o amargor que se origina en la boca del estómago y que puede ascender por todo el pecho hasta la garganta.

Es importante tratarlo a tiempo, ya que a largo plazo produce complicaciones que van más allá del dolor, como el esófago de Barret. Este es un cambio en la mucosa del tercio distal del esófago que predispone el desarrollo de cáncer. Así lo explica una revisión publicada en Primary Care: Clinics in Office Practice.

4. Falta de masticación adecuada y deglución rápida

Cuando una persona no mastica lo suficiente sus alimentos y los traga de forma muy veloz, se producen molestias gastrointestinales. Podría aparecer pirosis o dispepsia.

También, es un motivo de producción excesiva de gases, lo que llevaría a la hinchazón abdominal y el dolor. Del mismo modo, la rapidez reduce la acción de la saliva, que fomenta la formación del bolo alimenticio y contrarresta la acidez del estómago.

5. Fármacos

Hay medicamentos que causan molestias gastrointestinales diversas. Son parte de sus efectos adversos esperables. Y es por ello que muchos de ellos se prescriben junto con protectores gástricos, para disminuir el dolor.

Los fármacos más asociados a este problema son los siguientes:

  • Antiinflamatorios no esteroideos o AINE: ibuprofeno, naproxeno, aspirina, diclofenaco.
  • Bifosfonatos: alendronato, risendronato, ibandronato.
  • Antibióticos: amoxicilina, ciprofloxacina.
  • Suplementos de hierro.
  • Corticosteroides.

Los expertos de la Clínica Mayo indican que usar con regularidad o tomar una cantidad excesiva de analgésicos son acciones que pueden reducir una sustancia fundamental para salvaguardar el revestimiento que protege al estómago. Ello aumenta el riesgo de gastritis y úlceras pépticas.

6. Síndrome del intestino irritable

El síndrome del intestino irritable o SII es una afección crónica que cursa con dolor. En general, se asocia con cambios en los hábitos defecatorios, como diarrea, estreñimiento o una combinación de ambas.

Si bien el dolor del SII suele estar en la parte inferior del abdomen, es posible que el cólico recorra otras secciones del vientre. De este modo, puede hacerse evidente en la zona superior.

7. Úlceras pépticas y gastritis

La gastritis es la inflamación del revestimiento del estómago. Puede ser aguda o crónica. Sus causas incluyen infecciones por Helicobacter pylori, uso prolongado de AINE o consumo excesivo de alcohol.

El dolor asociado con la gastritis se describe como una sensación de ardor o molestia intensa en la parte superior del abdomen. Puede empeorar después de comer o beber.

Por su parte, una úlcera péptica es una herida abierta en el revestimiento del estómago o el intestino delgado. Las causas son similares a las de la gastritis.

El dolor abdominal asociado con una úlcera péptica es también parecido al de la gastritis. Puede ser ardiente o punzante, empeorar con el hambre y mejorar después de comer.



8. Apendicitis

La apendicitis es la inflamación del apéndice, una pequeña bolsa que se encuentra en el lado inferior derecho del intestino. El síntoma más común es el dolor abdominal que, por lo general, comienza alrededor de la boca del estómago y luego se desplaza hacia la parte inferior derecha del abdomen.

También, hay náuseas y vómitos, fiebre y pérdida del apetito. Es una emergencia médica y requiere tratamiento quirúrgico. De hecho, es la cirugía abdominal no traumática más frecuente en el mundo.

9. Diverticulitis

En la diverticulitis hay inflamación o infección de uno o más divertículos. Estos son pequeñas bolsas que se forman en la pared del colon. Se asocian a la constipación crónica y a la dieta baja en fibra. Ello aumenta la presión en las paredes intestinales, con la consiguiente protrusión de las bolsas.

El síntoma principal es el dolor abdominal. Aunque suele estar en el lado inferior izquierdo del abdomen, los divertículos superiores, del colon transverso, pueden molestar en el epigastrio.

10. Ingesta copiosa

Una ingesta excesiva de alimentos puede generar dolor abdominal. Esto porque se produce el cuadro clínico denominado dispepsia, que define a cualquier molestia en la parte superior del abdomen, a menudo asociada con la digestión.

Consumir una gran cantidad de alimentos puede distender el estómago, lo que provoca plenitud, incomodidad y dolor abdominal. Además, se estimula la producción de mucho ácido gástrico.

La dispepsia también cursa con eructos, náuseas, ardor estomacal y regurgitación ácida. Cuando el médico no encuentra una causa clara para el trastorno, indica cambios en los hábitos y un inhibidor de la bomba de protones.

11. Pericarditis

La pericarditis es una inflamación del saco fino de tejido que rodea al corazón. Tiene como síntoma primordial al dolor en el pecho, de tipo punzante, que empeora con el movimiento al respirar.

La irradiación del dolor desde el pecho hacia el abdomen superior puede ocurrir por  la proximidad anatómica del corazón. También, por la transmisión nerviosa.

Sobre todo, la pericarditis crónica, puede generar síntomas insidiosos a largo plazo. Ello podría favorecer la confusión con otras enfermedades y retrasar el diagnóstico.

12. Pancreatitis

La inflamación del páncreas puede ser aguda o crónica. El dolor en la boca del estómago es muy común en esta situación, con un inicio en la espalda y una irradiación en forma de cinturón hacia delante, tomando la región inferior del esternón.

También, suele haber náuseas, vómitos y fiebre. En casos muy severos, causará shock. Por ello, el tratamiento implica hospitalización para controlar los síntomas y prevenir complicaciones.

13. Infarto agudo de miocardio

El infarto agudo de miocardio, IAM o ataque al corazón es una emergencia. Ocurre cuando el flujo de sangre hacia una parte del músculo cardíaco se bloquea. Sucede por la obstrucción de una arteria coronaria debido a la formación de un coágulo.

Los síntomas comunes son el dolor en el pecho opresivo, la dificultad para respirar, la sudoración excesiva, las náuseas y la sensación de muerte inminente. Sin embargo, según la American Heart Association, es posible que haya dolor en la boca del estómago y que el mismo se confunda con gastritis.

Es una presentación menos común, pero podría ser más frecuente entre las mujeres. Por lo tanto, debe sospecharse un IAM, si el dolor en el epigastrio aparece en alguien mayor de 50 años sin antecedentes de acidez estomacal.

14. Cálculos biliares

Las piedras en la vesícula biliar son depósitos sólidos, pequeños o grandes, de colesterol, bilirrubina u otras sustancias. Se asocian a factores de riesgo, como la obesidad, la dieta rica en grasas y la predisposición genética. No siempre causan síntomas. A veces, se descubren por incidente durante exámenes médicos realizados por otras razones.

El dolor típico de los cálculos es en la parte superior derecha o central del abdomen, justo debajo de las costillas. Puede irradiarse hacia la espalda o el hombro derecho. En su recorrido, podría tomar el epigastrio.

¿Cuándo preocuparse por el dolor en la boca del estómago?

En las siguientes situaciones hay que prestar mucha atención y considerar que se trata de signos de alarma:

  • El dolor es intenso o severo, no cede con el tiempo, es recurrente y no mejora con medidas sencillas.
  • Hay otros síntomas, como fiebre, vómitos, dificultad para respirar o sangrado gastrointestinal.
  • Existen antecedentes médicos, por ejemplo, de enfermedades cardíacas, diabetes, obesidad, consumo excesivo de alcohol o tabaquismo.

Si estás preocupado por el dolor en la boca del estómago, es recomendable consultar a un médico. Un diagnóstico adecuado prevendrá complicaciones.

¿Qué remedios caseros sirven para el dolor en la boca del estómago?

Es posible aplicar algunos buenos remedios para aliviar esta molesta sensación. Ello será posible siempre que se considere que hay una causa leve, como una comida copiosa o la acumulación de gases.

De ninguna manera hay que automedicarse o evitar la consulta, si se sospecha de una úlcera péptica, pancreatitis, apendicitis o un problema cardíaco. Esos casos deben ser tratados por un médico.



Infusiones

Cuando el problema es una mala digestión, el uso de infusiones puede ayudar. Un estudio publicado en ISRN Pharmacology explica que el anís (Pimpinella anisum) tiene varios efectos en el aparato digestivo, como protección gástrica y relajación muscular. La mezcla de anís, poleo y menta después de cada una de las comidas es una buena forma de favorecer la digestión y relajar el cuerpo

Del mismo modo, es beneficiosa la infusión de raíz de jengibre. Al respecto, un estudio publicado en Food Science & Nutrition explica que el jengibre puede ser útil en la dispepsia, las náuseas, vómitos, el síndrome del intestino irritable y la gastroenteritis.

Tomar baños

Tomar un baño caliente es una buena idea para aliviar tensiones y molestias. De hecho, si el baño se acompaña con un masaje suave en la zona del abdomen, con un poco de aceite de lavanda, es posible que el alivio se produzca. El masaje debe realizarse con movimientos lentos y circulares. Puedes usar la mano o una esponja.

Cambiar la alimentación

Algunos alimentos pueden aumentar la acidez estomacal y empeorar el dolor en la boca del estómago. Por ejemplo, los picantes, los ácidos, los fritos o los muy condimentados. Por el contrario, hay alimentos que alivian. Entre ellos, el arroz, ciertas frutas, la avena y las sopas.

En lugar de hacer grandes ingestas, considera comer porciones más pequeñas con mayor frecuencia a lo largo del día. A su vez, bebe líquidos entre las comidas para mantenerte hidratado. No olvides prestar atención a los hábitos. Esto incluye la forma en que comemos. Por eso, hay que masticar sin prisa.

El dolor en la boca del estómago es tratable

No tiene sentido convivir con esta molestia. Más allá de las medidas caseras para reducir el dolor, hay que hacer una consulta para recibir asesoramiento y, quizás, una prescripción de medicamentos para el dolor de estómago.

Los remedios caseros no reemplazan la atención médica. Y un diagnóstico a tiempo te evitará grandes problemas a futuro.


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