El síndrome de la silla vacía

Aunque solemos relacionarlo siempre con el fallecimiento, lo cierto es que el síndrome de la silla vacía también puede aparecer como consecuencia de una ruptura o el distanciamiento de un ser querido. ¿Cómo afrontarlo? Aquí compartimos algunos consejos que resultan útiles.
El síndrome de la silla vacía
Bernardo Peña

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña.

Última actualización: 25 mayo, 2023

El síndrome de la silla vacía se refiere al sentimiento que aparece ante la pérdida de una persona especial, como puede ser un familiar, un amigo o una pareja.

Esta condición podría confundirse con la tristeza propia del duelo, pero se denomina síndrome porque es un conjunto de síntomas que cobra especial intensidad en épocas específicas como la Navidad, un cumpleaños o alguna fecha especial.

En otras palabras, se denomina silla vacía porque, justo en los momentos en que se está rodeado de otras personas, se acentúa la sensación de pérdida y se hace más notoria la ausencia de ese ser querido y su puesto vacío. A continuación, encontrarás más información sobre este síndrome y algunos consejos que podrían contribuir a superarlo.

El duelo y la silla vacía

La silla vacía se presenta cuando recordamos a esa persona que antes estaba y que ahora ya no está. Su ausencia se siente, sobre todo, cuando nos encontramos rodeados de varias personas.

Este sentimiento tiene que ver con un proceso de duelo y es más común de lo que se piensa, ya que, ante la pérdida de alguien, pasamos por un período en el que tenemos que acostumbrarnos a la ausencia y experimentamos una época de intenso dolor.

El duelo puede extenderse por el tiempo necesario hasta que logremos lidiar con esa pérdida y podamos vivir la vida de nuevo sin esa sensación de vacío que se experimenta en el momento reciente de ese suceso traumático.

Es importante señalar que, de hecho, el síndrome de la silla vacía puede experimentarse aun cuando la persona en cuestión no ha fallecido. Esto quiere decir que puede trasladarse a otras situaciones, como la soledad por la ruptura de una relación amorosa.

Según una publicación del diario El País de España, después de una pérdida es muy normal y sano que se presente dolor, rabia, desesperación, soledad y culpa. Estos sentimientos hacen parte del proceso normal de desapego en un duelo y cada persona suele manifestarlos de diferente manera.

Sin embargo, es importante tener presente que si son muy intensos, o si sentimos que no podemos controlarlos, es necesario buscar ayuda de un profesional.

El duelo y la silla vacía
El síndrome de la silla vacía se intensifica con la llegada de fechas especiales como la Navidad.

¿Qué puede ayudarnos a superarlo?

Muchas veces sentimos que nos invade la tristeza ante la ausencia de un ser querido, sobre todo en aquellas festividades en las que se hace más notoria, como la Navidad, un cumpleaños o cualquier otra fecha especial.

La Dra. Marie Hartwell-Walker, psicóloga y consejera matrimonial y familiar, sugiere en una publicación de Psych Central que hay algunas recomendaciones que podemos seguir para intentar superar el síndrome de la silla vacía.

1. Darse permiso de sentir

Todos afrontamos la pérdida y el duelo de diferentes maneras. Por esto es importante que dejemos salir los sentimientos y no nos obliguemos a sanar en determinado tiempo.

Además, también resulta normal que durante este periodo tengamos ganas de alejarnos de algunas personas y eventos en los que el sentimiento de soledad y vacío podría ser aún más fuerte.

2. Cuidar de uno mismo

Es muy probable que no tengamos muchas ganas de seguir con nuestra rutina normal, pero es importante procurar descansar, dormir bien y mantener una alimentación balanceada. Esto nos podría ayudar a estar más conscientes sobre lo que deberíamos hacer para sobrellevar el duelo de la mejor manera.

Cuidar de uno mismo
Atravesar un proceso de duelo puede ser difícil. Sin embargo, es importante mantener rutinas saludables para cuidar la salud.

3. Planear con tiempo

Es conveniente, sobre todo en las festividades, planear y pensar bien qué es lo mejor para nuestro estado de ánimo, y optar por lo que nos haga sentir mejor.

Por eso, es mejor pensar si estar solos nos va a hacer sentir aún más la ausencia de ese ser querido o, por el contrario, estar rodeados de personas nos va a ayudar a no sentirnos tan nostálgicos.

Por otro lado, hay eventos que se planean con anticipación y, si este año vamos a ser los anfitriones de alguno, tal vez sea mejor pensarlo dos veces si estamos en medio de un proceso de duelo.

Si bien, hay personas a las que les gusta ocupar la mente en varias actividades como dirigir u organizar eventos, hay otras que lo encuentran abrumador cuando están pasando por momentos difíciles.

4. Hacer las cosas diferente

Muchos solemos celebrar de manera similar las festividades año tras año. Por eso, vale la pena pensar si hacer las cosas un poco diferentes, o si ir a un sitio nuevo, podría ayudarnos a salir de la rutina y sobrellevar un poco la ausencia del ser querido.

¿Cuándo buscar ayuda?

A veces solemos pensar que podemos con todo y que, si no solucionamos las cosas nosotros mismos, nadie lo hará. Sin embargo, a veces necesitamos un empujón extra que nos ayude a mirar hacia adelante.

Aunque es necesario respetar y aceptar el proceso por el que estamos pasando, también es bueno que sepamos interpretar las señales de nuestro cuerpo y mente cuando algo no anda bien.

Si vemos que ha pasado un tiempo prudente y los sentimientos de tristeza, nostalgia, desesperanza, entre otros, no desaparecen ni disminuyen, es hora de consultar con un especialista para encontrar las medidas necesarias para superar el duelo.


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  • El síndrome de la silla vacía. Diario El país de España. (2010). Recuperado el 24 de marzo de 2020.
  • Hartwell-Walker, M. (2018). The Empty Chair at the Holiday Table. Psych Central. Retrieved on March 24, 2020, from https://psychcentral.com/lib/the-empty-chair-at-the-holiday-table/

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