Enfermedad de Crohn: dieta adecuada en el día a día

La alimentación se ha convertido en un factor clave del tratamiento de la enfermedad de Crohn. Mientras que algunos alimentos son perjudiciales, otros contribuyen a mejorar los síntomas.
Enfermedad de Crohn: dieta adecuada en el día a día
Valeria Sabater

Escrito y verificado por la psicóloga Valeria Sabater.

Escrito por Valeria Sabater

Última actualización: 06 julio, 2023

Las personas que padecen enfermedad de Crohn deben hacer algunos ajustes en su dieta. Tal y como lo expone un estudio publicado en Acta BioMedica, la alimentación desempeña un papel importante tanto en la prevención como en el tratamiento de esta enfermedad.

¿Qué se sabe al respecto? Para empezar, cabe recordar que la enfermedad de Crohn es un trastorno inflamatorio crónico que compromete parte del tracto gastrointestinal. En consecuencia, la persona experimenta incómodos síntomas digestivos, además de deficiencias nutricionales.

Por fortuna, en la actualidad existen varias medidas que contribuyen a mitigar las molestias para evitar que afecten la calidad de vida. Entre estas, los cambios en la dieta se han convertido en una parte relevante. A continuación, te contamos más al respecto. ¡Sigue leyendo!

¿Qué es la enfermedad de Crohn?

La enfermedad de Crohn es una afección que se caracteriza por la inflamación de partes del tubo digestivo. A menudo, compromete el extremo inferior del intestino delgado y el comienzo del intestino grueso. Debido a esto, quienes lo padecen experimentan dolor abdominal, fatiga prolongada, episodios de fiebre, pérdida de peso y diarrea.

Incluso, hay quienes presentan estreñimiento, úlceras, sangrado rectal y otra variedad de síntomas que tienden a complicarse cuando no hay un tratamiento. El origen exacto de la enfermedad aún no se conoce, pero se asocia a factores genéticos, ambientales y autoinmunitarios. 

En cualquier caso, las investigaciones han determinado que la dieta es clave para controlar los síntomas y evitar complicaciones. Incluso, contribuye a un óptimo funcionamiento del intestino, ya que favorece el equilibrio de la microbiota intestinal.

Aspectos previos sobre la dieta en la enfermedad de Crohn

La dieta para las personas que padecen enfermedad de Crohn debe estar supervisada por un profesional en nutrición. Si bien es cierto que algunos modelos de alimentación han dado resultados interesantes en el control de esta enfermedad, se recomienda un plan individualizado.

Según una publicación en la revista médica World Journal of Gastroenterology, una adecuada nutrición en determinados periodos de la enfermedad contribuye a facilitar el logro o la prolongación de los periodos de remisión (tiempo en que cesan los síntomas).

No obstante, no hay una dieta común para todos los pacientes, sino que las recomendaciones dietéticas se deben adaptar a sus características individuales. Así las cosas, vale la pena considerar los siguientes aspectos:

  • Hay momentos donde la afección tiende a no ser tan intensa, remite en sus síntomas y permite comer más alimentos sin generar malestar alguno. No obstante, cuando se advierte que algún dolor o molestia reaparece, o quizás la hinchazón o las diarreas, entonces es un indicativo de que se podría variar la dieta.
  • Lo ideal es tratar de percibir cómo influyen los alimentos en el cuerpo. Es decir, determinar si pueden ser los causantes de los síntomas. Se culpa al cereal y se prescinde de él, por mencionar un ejemplo.
  • En las personas con enfermedad de Crohn, ciertos alimentos pueden detonar dolor o intolerancia entre media hora y dos horas después de la ingesta. Es el momento en que llega al intestino, es decir, la reacción es casi inmediata.
  • Se aconseja comer cantidades pequeñas varias veces a lo largo del día. Es decir, evitar platos muy cargados. Esto contribuye a reducir las reacciones intestinales.
  • En la medida posible, se deben masticar bien los alimentos. Además, es conveniente reposar tras ingerirlos.
  • Por último, se sugiere aprender a gestionar el estrés y descansar. Llevar una vida tranquila es clave para mitigar los síntomas.
Mujer dolor abdominal
No hay una dieta universal para controlar la enfermedad de Crohn. Es importante tratar cada caso de manera individualizada.

¿Cómo es una dieta adecuada para la enfermedad de Crohn?

El papel que desempeña la dieta en la enfermedad de Crohn ha sido ampliamente estudiado en las últimas décadas. De este modo, las investigaciones han encontrado que varios componentes dietéticos, como la leche, la fructosa, los alimentos salados y las bebidas endulzadas inciden en la patogenia de esta enfermedad.

¿La razón? Todo parece indicar que dichas sustancias interactúan con la microbiota intestinal y alteran las funciones del sistema inmunitario. En consecuencia, incrementan la inflamación. Sin embargo, también hay alimentos cuya composición tiene efectos positivos a la hora de controlar este problema. Entonces, ¿Cómo debería ser la dieta?

Granos

Los granos o cereales son alimentos que hacen parte de la dieta habitual de muchas personas. Se distinguen porque proporcionan hidratos de carbono y otros nutrientes esenciales que ayudan a obtener energía. Además, debido a su contenido de fibra, se sugieren para una buena salud intestinal.

No obstante, el aporte de fibra en la dieta puede ser problemático ante el diagnóstico de enfermedad de Crohn. En particular, la fibra insoluble puede aumentar la diarrea y el dolor abdominal, ya que pasa intacta a través del tracto digestivo. Además, los granos también contienen gluten y carbohidratos fermentables que pueden empeorar este problema.

Así las cosas, los granos que se aconsejan son los siguientes:

  • Arroz y pasta de arroz.
  • Papas.
  • Harina de maíz y polenta.
  • Harina de avena.
  • Pan sin gluten.

Entre tanto, es mejor evitar las siguientes opciones:

  • Pan integral.
  • Pasta de trigo integral.
  • Productos de centeno y centeno.
  • Cebada.

Ahora bien, como hemos comentado, las recomendaciones dietéticas varían mucho en función de los síntomas de cada persona. Por eso, el médico será quien determine si es conveniente realizar una dieta baja en fibra. 

Fuentes de proteína

Los alimentos que aportan proteína son imprescindibles en cualquier tipo de dieta. Sin embargo, ante los brotes de la enfermedad de Crohn, es primordial evitar aquellos que también tienen un contenido graso alto. Reducir el consumo de grasa es clave para mitigar los síntomas.

Por lo anterior, se sugiere evitar:

  • Las carnes rojas.
  • Las salchichas y carnes embutidas.
  • Las aves de corral de carne oscura. 

En su lugar, son preferibles las siguientes opciones:

  • Huevos
  • Pescados y mariscos.
  • Lomo de cerdo.
  • Carnes de aves de corral blancas.
  • Mantequilla de maní.
  • Tofu y otros derivados de la soja.

Alimentos lácteos

Algunas personas pueden consumir un vaso de leche sin presentar problemas. Otras, por el contrario, no toleran los lácteos. Incluso, a través de Journal of Clinical Gastroenterology , expertos sugieren evitar estos productos en la enfermedad de Crohn, pues a menudo está asociada con la intolerancia a la lactosa.

La lactosa es un tipo de azúcar presente en la leche que puede elevar el riesgo de gases intestinales, dolor abdominal y diarrea. Además, los lácteos en general contienen grasas que también tienen efectos negativos ante esta enfermedad.

Por lo anterior, se aconseja limitar o evitar:

  • La mantequilla.
  • La crema de leche.
  • Los productos lácteos enteros.
  • La margarina.

Para sustituirlos, resultan convenientes las siguientes opciones:

  • La leche deslactosada.
  • El yogur natural o el kéfir.
  • Productos hechos a base de plantas, como la leche, yogur o queso de soja, coco, almendra o cáñamo.
Caseinato de sodio derivado de los lácteos
Los alimentos lácteos no suelen ser apropiados para las personas con enfermedad de Crohn. Estos, a menudo, también tienen intolerancia a la lactosa.

Frutas y vegetales

Por desgracia, no todas las variedades de frutas y vegetales son sanas para las personas con enfermedad de Crohn. Si bien es cierto que son alimentos infaltables en la dieta, algunas pueden causar problemas por su alto contenido de fibra insoluble. Así las cosas, es mejor limitar o evitar las que contienen mucha fibra o FODMAP. Por ejemplo:

  • Las manzanas con piel.
  • El brócoli.
  • El repollo.
  • La coliflor.
  • Las alcachofas.
  • Las cerezas.
  • Los melocotones.
  • Las ciruelas. 

En su lugar, se pueden preparar las siguientes alternativas:

  • Las verduras al vapor o cocidas.
  • Los pepinos pelados.
  • Los pimientos.
  • Los plátanos.
  • La calabaza.
  • La zanahoria.
  • El mango.
  • La papaya.

El listado de verduras y frutas es bastante amplio. Por lo tanto, para conocer otras opciones convenientes y prohibidas, es primordial consultar al nutricionista. El profesional también puede orientar hacia métodos de cocción que ayudan a facilitar la digestión de estos alimentos.

Bebidas

El consumo de agua y bebidas saludables es determinante para paliar los efectos de la enfermedad de Crohn, sobre todo cuando viene acompañada con diarrea. Estas son claves para evitar la deshidratación. Sin embargo, también conviene evitar ciertas opciones, como las siguientes:

  • El café.
  • El té negro.
  • La soda.
  • Las bebidas alcohólicas.

Hierbas y especias

Tanto las hierbas como las especias merecen una atención especial ante la presencia de este trastorno. Por norma general, es fundamental evitar aquellas que son demasiado picantes, como la pimienta de Jamaica, la pimienta negra, el chile en polvo, los jalapeños o la pimienta de cayena.

En su lugar, se aconsejan las siguientes opciones:

  • Cúrcuma.
  • Jengibre.
  • Cominos.
  • Hierbas frescas.
  • Cáscara de limón.

Descubre: Tratamiento de la enfermedad de Crohn

La dieta adecuada para la enfermedad de Crohn es individualizada

La dieta apropiada para combatir la enfermedad de Crohn puede variar en cada paciente, de acuerdo a su edad, estado de salud y hábitos. Sin embargo, en general, se recomienda evitar alimentos que pueden ser irritantes o inflamatorios.

Asimismo, es conveniente aumentar la ingesta de comidas que ayudan a tener una digestión más liviana. Sumado a ello, es de suma importancia consultar a un médico o nutricionista para obtener una dieta personalizada que evite posibles deficiencias.


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