Estas son las 7 mejores hierbas para proteger el hígado

Para favorecer la salud del hígado, además de consumir estos remedios es muy importante que sigamos una dieta equilibrada y que reduzcamos la ingesta de grasas
Estas son las 7 mejores hierbas para proteger el hígado
Bernardo Peña

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña.

Última actualización: 06 julio, 2023

En vista de que el hígado cumple una amplia variedad de tareas imprescindibles para la vida, protegerlo resulta indispensable para gozar de buena salud. En este sentido, la medicina alternativa tiene varias propuestas interesantes. ¿Te gustaría conocer cuáles son las hierbas para proteger el hígado? En ese caso, sigue leyendo todo lo que vamos a comentarte a continuación.

La cirrosis, la hepatitis, la enfermedad del hígado graso no alcohólica y la enfermedad del hígado graso por el consumo de alcohol son algunas de las enfermedades hepáticas más comunes, que afectan en gran medida la calidad de vida. Todas ellas vienen a ser un llamado de atención acerca de la importancia que tienen las medidas de prevención.

Para prevenirlas no solo es recomendable mantener buenos hábitos de vida, hacerse chequeos periódicamente y seguir las indicaciones del médico, sino también, apoyarse en algunos complementos (siempre y cuando el profesional así lo autorice).

1. Cardo mariano, la hierba número 1 para proteger el hígado

Llamado en muchas culturas como el “guardián del hígado”, el cardo mariano es conocido como uno de los mejores remedios naturales para cuidar la salud hepática. Esto es porque se dice que tiene efectos hepatoprotectores y que ayuda a depurar el hígado y la vesícula biliar. 

Para aprovecharlo, se recomienda hacerlo a través de infusiones o ensaladas, pero siempre teniendo en cuenta que su consumo diario no debe ser superior a los 250 miligramos al día.

Lee: Hígado sano: Consejos y remedios naturales

2. Alcachofa

La alcachofa es una planta excelente para proteger el hígado
Además de ser deliciosa, la alcachofa es nutricionalmente muy beneficiosa para la salud, en especial la hepática.

Según datos de la Fundación Española de la Nutrición, la alcachofa aporta cierta cantidad de proteínas, fibra, fósforo, potasio, esteroles y cinarina. Por ello, existe la creencia de que su consumo –en forma de tónico– podría ser beneficioso para la salud hepática. ¿Cómo? Apoyando los procesos de digestión y depuración.

Se dice que el tónico de alcachofa puede ser especialmente útil para las personas que tienen el colesterol alto. Sin embargo, no existe evidencia científica que respalde esto, por lo que lo más recomendable es optar por integrar la alcachofa –de diversas maneras– a una dieta equilibrada.

3. Raíz de diente de león

Al diente de león también se le atribuyen propiedades hepatoprotectoras. Aunque recientemente, los seguidores de la corriente detox afirman que también es una planta que apoya la desintoxicación del cuerpo.

De hecho, según la sabiduría popular, está aconsejado para evitar el exceso de agua en los tejidos hepáticos, así como la inflamación de los mismos. Además, se dice que aumenta la producción de la bilis e impulsa la eliminación de las toxinas para facilitar la digestión y otros procesos básicos. Con esta hierba se obtienen cantidades significativas de vitaminas A, C y D, y minerales como el calcio y el hierro.

Para aprovecharlo, habría que cocerlo en agua y beber su infusión un par de veces al día, si el médico lo autoriza.

4. Menta

Otra de las plantas medicinales más comunes es la menta, también conocida como yerbabuena. Su aceite se suele utilizar para el alivio de diversas cuestiones, como: náuseas, vómitos, acidez, diarreas, pesadez, dolor y malestar estomacal. Sin embargo, también se ha utilizado para aliviar la migraña y las molestias causadas por la menstruación y los problemas en el hígado y la vesícula.

Aunque aún hace falta evidencia que indique con mayor precisión el mecanismo por el cual brinda dichos beneficios, los investigadores la siguen teniendo en consideración.

En lugar de consumir refrescos y otras bebidas industriales ricas en sodio y azúcar, puedes consumir una suave infusión de menta. Esta te ayudará a mantenerte hidratado y te ayudará a aliviar ciertas molestias puntuales.

5. Cúrcuma

La cúrcuma para proteger el hígado
La cúrcuma puede incluirse en varias preparaciones gastronómicas. Además, tiene elevadas concentraciones de micronutrientes esenciales.

Según la corriente detox, la cúrcuma es uno de los mejores alimentos para eliminar las toxinas que se quedan atrapadas en la sangre y el hígado. Esto es porque su principal compuesto activo, la curcumina, tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias.

Por sus propiedades antioxidantes, se considera que su consumo puede ser beneficioso para la salud hepática. Esta es la razón por la que en el ámbito popular se recomienda su consumo regular, dentro de un estilo de vida saludable.

6. Celidonia mayor

La celidonia mayor es otra planta que se utiliza en el ámbito popular como complemento de la limpieza del hígado y la vesícula biliar. Según creencias, contiene sustancias activas que impiden la acumulación de toxinas en el hígado. 

Para aprovecharla, se puede preparar a modo de infusión y consumir con moderación, siempre y cuando el médico así lo autorice.

7. El romero también puede proteger el hígado

El romero es una planta doméstico común que se cultiva en muchas zonas del mundo. De forma tradicional tiene muchos usos tanto en la cocina, en aplicaciones tópicas y como planta medicinal.

Uno de sus usos menos conocidos es como protector del hígado, gracias a sus propiedades colerética, hepatoprotectora y antitumoral. Además también destaca por su capacidad antioxidante.

Se puede preparar un sencillo té de romero con 1 cucharada sopera de planta seca por una taza de agua. Se hierve dos minutos y se deja reposar 5 minutos más con el recipiente tapado. Se pueden tomar una o dos tazas al día.

¿Quieres proteger el hígado?

Es importante que tengas en cuenta que la ingesta de estas hierbas debe estar siempre autorizada por el médico previamente para evitar reacciones adversas y molestias. Y si el profesional ya la autorizado, recuerda que debes apoyarte –sobre todo– en buenos hábitos de vida para cuidar y proteger el hígado.

Los buenos hábitos de vida son determinantes. Por ello, procura mantener siempre la coherencia ante todo.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • al-Sereiti M. R, Abu-Amer K. M, Sen P. Pharmacology of rosemary (Rosmarinus officinalis Linn.) and its therapeutic potential. Indian Journal of Experimental Biology. Febrero 1999. 37 (2): 124-30.
  • Fundación Española de la Nutrición. Alcahofa.
  • García Pagán J. C, Calleja J. L, Bañares R. Enfermedades hepáticas. Jornada de actualización en Gastroenterología aplicada. Gastroenterología Patológica. 2006. 29 (Suppl 3):99-111.
  • Herrera González, Alfredo, et al. “Hígado graso: Enfoque diagnóstico y terapéutico.” Revista Cubana de Medicina 46.1 (2007): 0-0.
  • Martín-Domínguez, Verónica, et al. “Etiopatogenia, diagnóstico y tratamiento de la enfermedad del hígado graso no alcohólica.” Revista Española de Enfermedades Digestivas 105.7 (2013): 409-420.
  • Trujillo, Karem Justhin Rodas. “Propiedades terapéuticas de la Curcuma longa relacionadas con la prevención y tratamiento de enfermedades crónicas.” In Crescendo Ciencias de la salud 3.2 (2016): 171-177.
  • Vázquez Frías R, Reyes García J. G, et al. Silimarina, ácido alfa lipoico y seleniometionina en el tratamiento del hígado graso: revisión sistemática de la literatura. Anales Médicos. Enero-Marzo 2013. 58 (1): 37-46.

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.