¿Por qué estoy “hinchada” todo el tiempo?

Si tienes la tripa hinchada continuamente puede deberse a tus hábitos alimenticios. Aumenta el consumo de agua y procura realizar actividad física para favorecer la eliminación de los gases
¿Por qué estoy “hinchada” todo el tiempo?
Karla Henríquez

Revisado y aprobado por la médica Karla Henríquez.

Escrito por Yamila Papa Pintor

Última actualización: 25 mayo, 2023

No importa lo que hagamos, cuanto ejercicio practiquemos o qué dieta sigamos… A veces puede parecer que el abdomen nunca va a disminuir y te hace sentir hinchada. Lo mismo puede suceder con las piernas.

Más allá de lo estético, el problema reside en que la sensación de pesadez y las molestias a veces no nos permiten disfrutar de nuestras actividades.

¿Quieres saber por qué estás hinchada todo el tiempo? En este artículo te lo contamos.

Posibles causas de sentirte hinchada

El abdomen es una de las partes del cuerpo que más se inflaman, haciendo que nos sentamos hinchados y no nos gustemos cuando nos miramos al espejo.

Si bien no es algo grave, puede ser un fastidio porque tiende a acompañarse de dolor, gases o estreñimiento.

Las principales causas de hinchazón en el vientre son:

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Síndrome premenstrual

Según esta información obtenida de la Clínica Mayo, es una de las causas más recurrentes. Durante este período previo a la menstruación se reduce la producción de prostaglandinas, lo que causa retención de líquidos, así como también hinchazón abdominal y en las mamas.

Acumulación de gases

Los gases (también llamados meteorismos, según afirma este estudio realizado por el Hospital Ramón y Cajal de Madrid), se forman cuando el cuerpo digiere alimentos. Pueden formarse cada vez que comes o bebes y tragas aire naturalmente. El aire se va a acumulando en el abdomen y al intentar salir lo distiende. Por esta razón después de la comida la situación empeora. Los carbohidratos, como las pastas y el pan, son los alimentos que más gases producen.

Retención de líquidos

La principales causas de retención de líquidos son la mala circulación linfática, el sedentarismo y el exceso de sal o azúcar. Además, no beber suficiente agua y estar muchas horas de pie o sentado son una de las causas de vientre hinchado, ya que también favorecen la retención.

Intolerancias

estreñimiento

Las intolerancias alimentarias afectan a cada persona de forma diferente, pero pueden provocar molestias e hinchazón tras la ingesta de determinados alimentos. También pueden provocar síntomas como estreñimiento o diarreas, según el caso. Nos damos cuenta de que se trata de una intolerancia porque los síntomas empiezan tras comer un determinado alimento.

La intolerancia más frecuente es a la lactosa (azúcar de la leche), que según esta información obtenida del Instituto Nacional de Diabetes y Trastornos Digestivos y del Riñón, se produce cuando hay una malabsorción o una deficiencia en la enzima lactasa. Además, también destaca la intolerancia al gluten.

Enfermedades hormonales

Cuando se retienen líquidos en las piernas o vientre bajo, las causas pueden ser trastornos hepáticos, renales o cardíacos. El uso de ciertos medicamentos también puede ocasionar alteraciones hormonales y, con ellas, aumento de peso, según afirma este estudio realizado con mujeres embarazadas obesas por el Hospital Universitario La Paz (Madrid).

Colon irritable

La acumulación de gases en el intestino es también causal de que te veas hinchada. En este caso se combinan varios síntomas: dolor abdominal, problemas para ir al baño, molestias intestinales crónicas o recurrentes.

Comer deprisa

Comer deprisa

En numerosas ocasiones, debido a nuestro acelerado ritmo de vida, comemos demasiado deprisa, un hábito incorrecto por:

  • Primero: porque la sensación de saciedad tarda casi media hora en “llegar” al cerebro, y comemos más de lo necesario.
  • Segundo: porque al tragar de esa forma, ingresa más aire al organismo, que luego se puede traducir en hinchazón.

Beber refrescos

Los refrescos suelen ser bebidas carbonatadas y muy azucaradas que pueden causar hinchazón por varios motivos. El gas que contienen tiende a distender el abdomen, y, además, su cantidad de calorías contribuyen a ganar peso, tal y como afirma este estudio realizado por la Universidad San Sebastián, Santiago, Chile.

Y atención porque el agua con gas también puede causar esa sensación de abdomen inflamado, aunque no tenga azúcar, por lo ya mencionado.

Comer fibras de más o de menos

La falta de fibra está relacionada con el estreñimiento (y por ello con la hinchazón), pero no es bueno tampoco consumirla en exceso.

Así es: la fibra puede ser contraproducente, ya que puede provocar diarrea e inflamación intestinal.

Consumir demasiadas harinas

Se cree que los alimentos ricos en harina, como la bollería, las pizzas, la pasta…pueden provocar una falta de fuerza digestiva. Esto quiere decir que en el estómago se agotan las enzimas antes de terminar la tarea de digerir los alimentos.

Por lo tanto, estos alimentos quedan “almacenados” donde no deben y al descomponerse pueden provocar gases, dispepsias e hinchazón abdominal. Sin embargo, no existen evidencias científicas que corroboren esta afirmación.

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Consejos para reducir la hinchazón abdominal

Una vez que hemos identificado los motivos por los cuales se hincha el vientre, el siguiente paso es cambiar ciertos hábitos o entrar en acción para que no siga sucediendo.

Entre las claves que te pueden ayudar encontramos:

  • Reducir el consumo de sal.
  • Beber al menos dos litros de agua por día, ya que, según estudios como el realizado por la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética, su ingesta es fundamental.
  • Evitar la ingesta de laxantes, porque crean dependencia o diarreas.
  • Comer de manera pausada y masticar varias veces cada bocado.
  • Evitar alimentos que causen gases (por ejemplo, las legumbres o las alcachofas).
  • Realizar un análisis que determine la intolerancia a un alimento en particular.
  • Reemplazar el alimento “prohibido” (por ejemplo, tomar leche de almendras en lugar de la de vaca)
  • Comer la cantidad adecuada de fibras al día. Incluir más verduras y frutas crudas.
  • Reducir la ingesta de frituras y comida basura. Cocinar al horno, al vapor o hervir los alimentos.

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