El limón congelado: un gran aliado para la salud
El limón congelado es un postre ideal para los amantes de lo cítrico. Hay quienes lo disfrutan solo y hay quienes gustan de añadirle algún jarabe o toque de nata. Todo depende de los gustos de cada quien.
Como el limón es un alimento muy común en la cocina desde hace cientos de años y ha demostrado ser muy versátil, no es de extrañar que existan muchísimas recetas distintas con su ralladura y su zumo, bebidas, vinagretas, platos, postres e incluso remedios caseros.
Otro de los motivos por los que se suele elegir el limón es porque a esta fruta cítrica se le atribuyen propiedades medicinales. En gran parte por su contenido de vitamina C y antioxidantes.
Una parte importante de los nutrientes del limón están presentes en su cáscara, aunque por lo general, esta no se utiliza, sino que suele tirarse a la basura. En esta hay una mayor concentración de compuestos antioxidantes y aceites esenciales.
Veamos con mayor detalle las propiedades beneficiosas para el organismo que nos puede ofrecer esta fruta en general y el limón congelado en concreto.
Propiedades del limón congelado
Durante muchos años se han estudiado propiedades antibióticas del limón. Los componentes de estos cítricos ayudan a frenar la acción de microorganismos que causan infecciones y enfermedades, según un estudio publicado en el año 2019.
También ha demostrado ser un tratamiento eficaz para los gusanos y parásitos internos, la presión arterial alta y diferentes trastornos nerviosos.
Además, se están haciendo determinadas investigaciones para aprovechar todas estas propiedades que nos ofrece el cítrico. En este sentido, se investiga sobre un posible efecto anticancerígeno que quizás en un futuro podría apoyar las terapias para esta enfermedad, tal y como se afirma en un artículo publicado en la revista Phytomedicine.
Los expertos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos han podido determinar que unos compuestos conocidos como “limonoides”, presentes en grandes cantidades en esta fruta, son los responsables de darle sus propiedades tan beneficiosas que nos ofrece.
Además de estos efectos, es importante mencionar otras acciones en el organismo:
- Ayuda a combatir la hipertensión: al contener potasio y escaso sodio, ayuda a combatir la presión arterial alta.
- Favorece la digestión: el limón congelado es un gran estimulante del flujo de saliva y de los jugos gástricos. Esto ayuda a hacer más fácil la digestión además de combatir la dispepsia y el estreñimiento.
- Ayuda a mantener una buena salud hepática: el consumo de limón favorece la lucha contra la aparición de radicales libres y, con ello, el funcionamiento del hígado.
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Sin embargo cabe destacar que muchos de los estudios citados se han llevado a cabo con extractos de diferentes partes de los limones. Por lo tanto sus funciones podrían ser mucho más potentes que los del limón natural.
El limón congelado, ¿ayuda a perder peso?
Los remedios y dietas para adelgazar a base de limón son de sobras conocidos. Algunos de ellos pueden ser pautas poco recomendables, pero lo cierto es que el limón es una fruta que podría ayudar a perder peso.
Por un lado, igual que pasa con la mayoría de frutas, el limón es un alimento ligero ya que tiene mucha agua en su composición. Además presenta un buen porcentaje de fibra.
Este compuesto se relaciona con propiedades positivas para el sistema digestivo y también para la pérdida de peso. Una de sus posibles acciones positivas al respecto seria la capacidad de promover la sensación de saciedad.
Otros estudios con extractos de polifenoles provenientes de cítricos muestran protección frente al aumento de peso y la acumulación de grasa. Además también mejoran otros aspectos como los niveles de leptina y de resistencia a la insulina.
No obstante, cabe tener en cuenta que el hecho de sentirse más lleno no siempre conduce a una menor ingesta calórica posterior. Asimismo, el efecto de añadir limón y frutas cítricas en la dieta no actúa por si solo. Es necesario seguir un plan integral que permita un déficit calórico, lo que acaba conllevando una pérdida de peso.
El remedio: un limón congelado, entero y rallado
Lo que se aconseja para aprovechar todas sus propiedades es un consumo regular sin extraerle su cáscara y zumo. La forma correcta de tomarlo con este fin es obteniendo su ralladura, después de congelarlo:
- Para empezar, lava y desinfecta el limón utilizando un poco de agua con bicarbonato o con vinagre de manzana. Esto es muy importante, en especial cuando se desconoce el origen del fruto.
- Cuando esté limpio, llévalo al congelador y déjalo allí hasta tener el limón congelado.
- Una vez esté listo, sácalo. Utiliza un rallador de alimentos para obtener el polvo de su cáscara y pulpa congeladas.
El polvo de limón que obtienes lo puedes agregar en muchas de tus comidas o en bebidas especiales como jugos y cócteles.
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¿Este remedio tiene los mismos efectos que tomar jugo de limón?
Por supuesto que no. El zumo de limón tiene propiedades que se valoran en muchos campos de la salud. Sin embargo, cuando se trata de aprovechar todos los beneficios que nos ofrece, se requiere adquirir los componentes que nos aporta la cáscara.
Es justo en la piel donde se concentra la mayor parte de limonoides y otros antioxidantes. Y estos son los responsables de ayudar a mejorar todos los problemas mencionados.
De hecho, se estima que un limón entero puede contener hasta 22 principios activos, entre los que podemos mencionar:
- La limonina.
- La pectina cítrica.
- Glucósidos de flavonol.
También es interesante saber que en principio los principales nutrientes del limón no se pierden con el congelado. Sin embargo no es aconsejable conservarlo durante largos períodos de tiempo.
¡No te olvides de la piel del limón!
Tanto el limón en general como el limón congelado nos aporta una serie de beneficios para mantener el correcto funcionamiento del organismo. Sin embargo, no hay que olvidar que la mayoría de sus componentes se encuentran en la cáscara.
Recuerda que nunca debes sustituir el tratamiento médico establecido por un remedio basado en limón u otros remedios naturales. Estos están para apoyar a los tratamiento farmacológicos en los casos en los que estén permitidos.
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