Te vamos a presentar los beneficios del consumo de cerezas, frutas que destacan por su contenido en antioxidantes capaces de neutralizar la formación de radicales libres.
Las cerezas nos aportan beneficios nutricionales y además, son bajas en calorías. Son una de las frutas con más antioxidantes que se pueden encontrar.
Conoce un poco más sobre las bondades de las cerezas en el siguiente artículo. Te explicaremos por qué es aconsejable que aparezcan de forma habitual en la dieta.
Cerezas, ricas en antioxidantes
El color morado de las cerezas se debe a las antocianinas. Estas sustancias son antioxidantes y por ende, serían, según diferentes estudios, capaces de neutralizar los radicales libres responsables de enfermedades degenerativas, como el alzhéimer.
A su vez, ayudarían a prevenir las complicaciones cardíacas, protegiendo el corazón y favoreciendo la circulación de la sangre. No obstante, más estudios al respecto son necesarios.
Por otra parte, la cereza contiene vitamina C y aminoácidos. Estos participarían en la síntesis del colágeno por lo que se considera que ayudarían a prevenir el envejecimiento de la piel y cuidarían del cabello y de las uñas.
Cereza, aliada en las dietas depurativas
Las cerezas podrían ayudarnos a aliviar la retención de líquidos, según un estudio publicado en American Journal of Kidney Diseases. Esto se debería a su contenido de potasio, un compuesto utilizado en las dietas depurativas.
La ingesta de esta fruta ayudaría a combatir los síntomas relacionados a la osteoporosis, sobre todo en las mujeres en la etapa de la menopausia. Las isoflavonas presentes en las cerezas participarían en la formación y mineralización del hueso. Al menos esto se desprende de un estudio en animales que señaló que la tarta de cerezas sería buena para prevenir la pérdida ósea.
Además, también contienen hierro y calcio. Por eso, podrían servir para combatir y prevenir la anemia ferropénica.
Nose aconsejaría en pacientes con insuficiencia hepática o renal, dado que en estos casos se suele reducir la ingesta de potasio. La cereza, como hemos visto, contiene cantidades elevadas de este mineral (255mg/100g).
Asimismo, las personas que sufren diabetes deberían tener cuidado, ya que tienen un alto contenido de azúcar e hidratos de carbono.
Las grandes bondades de las cerezas
Los beneficios anteriormente mencionados son de los más importantes. Sin embargo, no son los únicos. A continuación, te presentamos otras bondades de las cerezas, según un estudio de sus propiedades realizado en el año 2018:
Son fuente de melatonina. Esta hormona se relaciona de los ciclos del sueño. Así, las cerezas podrían ayudar a quienes padecen de insomnio o cansancio crónico.
También contienen betacarotenos o vitamina A. Esta vitamina sería beneficiosa para nuestra salud visual.
Serían buenas para la salud digestiva, ya que son fuente de fibra.
Las cerezas tendrían propiedades antiinflamatorias. Su consumo podría ser beneficioso en enfermedades inflamatorias.
Ayudarían a eliminar el ácido úrico de la sangre debido a un tipo específico de antioxidantes: los hidroxicinamatos. Una investigación del Journal of Nutrition, encontró que comer 2 porciones de cerezas dulces (280 gramos), redujo el ácido úrico de forma significativa 5 horas después de su consumo.
Se recomendarían en los pacientes con hipertensión debido a su contenido en potasio. Además, cabe destacar que también aportan antocianinas, flavonoles y catequinas, los cuales mejorarían la salud del corazón.
¿Cómo introducir cerezas en la dieta?
A la hora de introducir cerezas en la dieta, es importante tener en cuenta una serie de consideraciones. En primer lugar, resulta óptimo que estas se consuman en crudo, sin procesar. De lo contrario se destruirían las fibras que las componen, aumentando así sus efectos sobre la glucemia sanguínea. En este sentido, es importante evitar su ingesta en almíbar.
Por otra parte, lo óptimo consiste en consumir dichos alimentos tras las comidas principales. Así, el aporte de proteínas, grasas y de fibra generado por el resto de los alimentos contribuirá a retrasar el vaciado gástrico. De este modo se reducen los efectos de la fructosa de las cerezas sobre las glucemias sanguíneas. Se consigue un menor estrés pancreático y salvaguardar la salud metabólica.
Ten en cuenta que el consumo excesivo de fruta tampoco se considera beneficioso. Estos alimentos han de ser introducidos en la dieta en su justa medida. Lo óptimo es que en la dieta diaria aparezcan dos raciones de los mismos.
Incluye cerezas en la dieta para aprovechar sus beneficios
Ahora que has visto todas las bondades de las cerezas, no dudes en incluirlas en tu dieta. Puedes hacerlo de muchas maneras, comiéndolas frescas o también en postres caseros.
Con todo, recuerda que cualquier alimento en exceso puede llegar a ser malo. Por eso, inclúyelas siempre dentro de un plan de dieta equilibrado. Te recomendamos consultar con un nutricionista o especialista de la salud si necesitas uno.
Imágenes cortesía de Benson Kua, jayneandd, Ed Ivanushkin, liz west, bm.iphone, penreyes y AnneCN.
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