¿Puedes perder peso con la dieta de la sandía?

La dieta de la sandía se popularizó como un método para «depurar el organismo» y bajar de peso. ¿En realidad funciona? Aquí lo discutimos. 
¿Puedes perder peso con la dieta de la sandía?
Maria Patricia Pinero Corredor

Revisado y aprobado por la nutricionista Maria Patricia Pinero Corredor.

Última actualización: 08 noviembre, 2023

Desde hace varios años, diversas versiones de la dieta de la sandía circulan por Internet. Se afirma que basar la alimentación en esta fruta, por un periodo que va de 3 a 7 días, ayuda a eliminar toxinas y a promover una pérdida de peso rápida. Sin embargo, como pasa con otras dietas de moda, existen algunos riesgos.

Como lo explica la dietista Lara Whitson a través de la Clínica Cleveland, mientras que comer dos porciones de esta fruta al día es seguro, convertirla en la base de la dieta puede privar al cuerpo de nutrientes que son claves para su óptimo funcionamiento. Eso sin contar con que no puede sostenerse a largo plazo.

¿Por qué no es buena idea implementar este modelo de alimentación? ¿Cuáles son los riesgos? ¿Cómo puede contribuir la sandía a una pérdida de peso saludable? En el siguiente espacio te ayudamos a resolver estos interrogantes. ¡Sigue la lectura!

Dieta de la sandía: qué es y cómo funciona

«Pierde 13 libras en 7 días con la dieta de la sandía», «elimina grasa abdominal comiendo sandía», «depura tu cuerpo y pierde peso con la dieta de la sandía»… estos y otros titulares llamaron la atención de miles de usuarios en Internet.

Básicamente, la dieta de la sandía es un modelo de alimentación en el que se propone un periodo de privación de alimentos corto (de 2 o 3 días), en el cual solo se permite comer esta fruta. Luego, se continúa con una alimentación liviana o la dieta habitual.

Otra versión consiste en realizar comidas muy bajas en calorías, solo dos veces al día, y consumir de merienda la fruta. Según sus defensores, el alto contenido de agua y los nutrientes que contiene este alimento lo vuelven en un aliado para desintoxicar el cuerpo y adelgazar.

De hecho, no es extraño encontrar testimonios que afirman que siguiendo esta dieta han logrado otros beneficios como un mayor nivel de energía, mejor digestión, reducción de la hinchazón y hasta más claridad mental.

A pesar de esto, tanto médicos como nutricionistas advierten que seguir este tipo de planes de alimentación no funciona y puede acarrear riesgos. La consultora en nutrición, Jessica Marcus, detalla a través de Healthline que la dieta de la sandía «es más bien una limpieza».

«Se basa en el hecho de que la sandía tiene más de un 90 % de agua», explica.

Las personas creen que funciona porque consumir la fruta ayuda a sentirse lleno, al menos de forma temporal. Al ser tan baja en calorías, la pérdida de peso se hace notoria en muy poco tiempo. Lo que muchos ignoran es que es un tipo de alimentación que causa rebote y que implica otros riesgos para la salud.



¿La dieta de la sandía ayuda a perder peso?

La restricción drástica de calorías que implica la dieta de la sandía conduce a una pérdida de peso significativa. Lo que hay que preguntarse es si este programa es seguro y efectivo para conseguir un peso saludable y estable. Es ahí donde fracasa este tipo de alimentación.

Con esta dieta no se corrigen los hábitos alimentarios y las conductas que inducen en el sobrepeso. Por eso, una vez finalizada, la mayoría de las personas recuperan en cuestión de días los kilos perdidos.

En definitiva, aunque parece ayudar a adelgazar rápido, no es la mejor opción. Hay quienes incluso ganan más peso tras realizar este tipo de dietas.

¿Cuáles son los riesgos de la dieta de la sandía?

Además de conducir al fracaso en el intento por perder peso, la dieta de la sandía abarca otros riesgos que hay que considerar antes de intentar su implementación. Debido a sus restricciones, esta hace parte de las llamadas «dietas milagrosas».

Tal y como lo explican expertos de la Universidad de Valencia, estos programas de alimentación suponen un riesgo para la salud de las personas, ya que no incorporan suficientes nutrientes y cantidades equilibradas de los alimentos para que el organismo funcione sin problema.

En consecuencia, suelen provocar hambre constante, dolores de cabeza, irritabilidad, dificultad para concentrarse y pérdida del tejido muscular. En el caso particular de la sandía, su ingesta excesiva también puede derivar hinchazón, diarrea y gases.

Otro aspecto que hay que aclarar es que su efecto de «limpieza» no está respaldado con evidencias. En realidad, la idea de que la sandía puede limpiar el cuerpo es falsa. En un cuerpo saludable, el hígado y los riñones son los responsables de este proceso.

¿Comer sandía tiene algún beneficio para la pérdida de peso?

Si bien seguir la dieta de la sandía no es recomendable para adelgazar, incluir la fruta en el marco de una alimentación sana y balanceada sí puede brindar algunos beneficios para la pérdida de peso. En primer lugar, está compuesta en un 92 % de agua, lo que contribuye con la hidratación y la saciedad.

En un estudio compartido en la revista Nutrients, el consumo de 2 tazas de sandía durante 4 semanas, ayudó a mejorar algunos factores asociados al sobrepeso y la obesidad. Para ser más precisos, el consumo de la fruta se vinculó a una disminución del hambre, a la reducción del peso corporal y de la presión arterial.

Por otro lado, como lo detalla una publicación de Mayo Clinic Health System, una taza de esta fruta contiene escasas 46 calorías; es libre de colesterol, sodio y grasa. Además, es una de las frutas con más contenido de licopeno, antioxidante asociado con la prevención de enfermedades crónicas.

Todo esto la convierte en una buena opción para complementar las comidas o calmar el hambre entre horas. Puedes consumir una rodaja como snack o añadirla en tus ensaladas y batidos.



¿Qué debes recordar?

Pese a la popularidad que alcanzó como método para bajar de peso en poco tiempo, la dieta de la sandía no es una buena opción para adelgazar. Su implementación acarrea varios riesgos para la salud, como el efecto rebote, la pérdida de masa muscular, la fatiga y las deficiencias nutricionales.

Ten en cuenta que la pérdida de peso saludable abarca mucho más que una dieta pasajera. Es necesario corregir los hábitos alimentarios y adoptar una alimentación sana como parte del estilo de vida. Además, hacen falta otros enfoques como el ejercicio físico, los cambios de conducta, la gestión adecuada del estrés, entre otros.

Si estás tratando de adelgazar, busca el apoyo de médicos y nutricionistas. Un abordaje multidisciplinar e individualizado aumenta las probabilidades de éxito en este proceso. 


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