Hongo Maitake: propiedades y relación con el cáncer
El hongo maitake (Grifola frondosa) crece en racimos en la base de los árboles, sobre todo en los robles. Se conoce comúnmente como “gallina de los bosques”, o “cabeza de carnero”.
Aunque tiene un papel destacado en la gastronomía asiática (y sobre todo, la japonesa) desde hace mucho tiempo, en la actualidad se conoce y consume en todo el mundo por otras razones.
Desde que se dio a conocer que este hongo ha sido muy apreciado por la medicina tradicional asiática, tal y como señala Carlos Illana Estebam autor del estudio titulado : “El hongo maitake (Grifola frondosa) y su potencial terapéutico” , muchas personas sintieron curiosidad y, por ello, comenzaron a investigarlo en el laboratorio .
La búsqueda del potencial anticancerígeno del hongo maitake continúa
Como la medicina tradicional japonesa le ha atribuido algunas propiedades medicinales, en los últimos años han habido personas que han sugerido que quizás el hongo maitake tendría potencial anticancerígeno.
Por ello, se han venido realizando diversas investigaciones para determinar si esta idea coincidía con la realidad y, de ser así, cómo podría aprovecharse.
Al igual que los típicos champiñones, este hongo se puede consumir de diferentes maneras. Sin embargo, cuando se pretende cuidar o mejorar la salud, hay quienes lo consumen en forma de cápsulas, como suplemento dietético.
Por ejemplo, en el año 2009 se publicó un estudio titulado: “Un ensayo de fase I/II de un extracto de polisacárido de Grifola frondosa (hongo maitake) en pacientes con cáncer de mama: efectos inmunológicos”, se concluyó lo siguiente:
- La administración oral de un extracto de polisacáridos del hongo maitake se asocia a efectos medibles tanto inmunológicos como inhibitorios en la sangre periférica.
- Los pacientes de cáncer deben ser conscientes del hecho de que los agentes botánicos producen efectos más complejos de lo que se pueda evidenciar en un estudio con una muestra limitada.
- Según el caso, dicho extracto puede tanto deprimir como mejorar la función inmunológica.
Cabe destacar también que en los estudios realizados en seres humanos, no se prescindió de la quimioterapia ni demás tratamientos para el cáncer.
Sigue faltando evidencia científica
En líneas generales, se barajaba la siguiente hipótesis: los hongos maitake serían beneficiosos porque en su composición se encuentra un polisacárido beta-glucano (grifolan), que supuestamente tendría actividad anticancerígena.
Por ende, se creía que aprovechando el grifolan, se podría bloquear el crecimiento de tumores cancerígenos y mejorar la función inmune de los pacientes.
Ahora bien, los expertos del Cancer Care of Western New York aclaran lo siguiente en relación a este tema:
“La mayoría de las investigaciones se han enfocado en los compuestos polisacáridos del maitake. Esta familia de sustancias es conocida por afectar el sistema inmunológico humano en formas complejas y se ha estudiado uno en particular, el beta D-glucan, por sus beneficios potenciales en el tratamiento del cáncer y VIH”.
También aclaran que, hasta la fecha, no existe evidencia científica que permita afirmar que el maitake sea efectivo para el cáncer o cualquier otra enfermedad. Por ende, aún es necesario continuar profundizando en las investigaciones.
Por otra parte, no es necesario que los pacientes se preocupen por incluir hongos maitake en su dieta. Lo mejor es que sigan siempre las recomendaciones de su médico tratante.
Descubre: Interacciones entre fármacos y alimentos
Contraindicaciones
De acuerdo con los expertos de la Fundación Susan G. Komen, no se han registrado datos de interacciones de los hongos shiitake con otros alimentos. No obstante, no debe descartarse la posibilidad de que ocurran.
Por otra parte, comentan que se ha observado que el consumo de este hongo puede causar interacciones cuando se toman ciertos medicamentos, como la warfarina, los antihipertensivos y los fármacos para la diabetes.
Y como la evidencia científica sobre sus efectos en el organismo sigue siendo insuficiente, lo más recomendable es consultar con el médico antes de comenzar a incluirlo en la dieta.
Como ocurre con otros complementos alimenticios, está desaconsejado para mujeres embarazadas o en periodo de lactancia. Tampoco debe administrarse en niños y adolescentes.
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