Remedios naturales para los quistes sebáceos
Los quistes sebáceos son bultos que se forman debajo de la piel, al tacto se sienten como una protuberancia de crecimiento lento que se encuentra llena de un material aceitoso amarillento. Generalmente no suelen presentar ningún síntoma y suelen desaparecer sin la necesidad de un tratamiento.
Este tipo de cavidades pueden resultar molestas y, en algunos casos, se llegan a infectar, por lo que es importante tratarlos para evitar complicaciones y acudir a un experto ante cualquier anomalía.
Remedios naturales para los quistes sebáceos en la piel
Los aliados naturales que vamos a ver a continuación pueden ayudarnos a curar este tipo de quistes. Son una medida bastante económica y a menudo ayudan a evitar un procedimiento médico incómodo.
Aunque estos remedios suelen considerarse tratamientos alternativos seguros, pueden causar efectos secundarios, por lo que debes consultar a tu médico antes de probarlos.
El calor húmedo puede ser aplicado a los quistes sebáceos para ayudar a fomentar el drenaje y la cicatrización.
Evita el uso de una almohadilla muy caliente, ya que esto a veces puede causar una infección. Si el quiste no responde al uso del calor húmedo cesa su aplicación y consulta a un médico.
Aceite del árbol del té
El Centro Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa (NCCAM) sugiere que, el aceite de árbol de té tiene propiedades antibacterianas y antiinflamatorias fuertes. La aplicación de aceite de árbol de té ( conocido científicamente como Melaleuca alternifolia) en el quiste puede ayudar a prevenir la infección y promover la cicatrización. Sin embargo, si observamos anomalías debemos dirigirnos a un profesional.
IMPORTANTE, este aceite no debe ingerirse y solo puede ser utilizado por personas adultas sobre la piel o el cuero cabelludo, en pequeñas dosis y por tiempos limitados.
Aloe Vera
Algunos naturistas recomiendan el gel de esta planta, dado que se cree que combate bacterias y alivia el dolor. Medline Plus afirma que el gel de Aloe Vera mata las bacterias y aumenta la tasa de curación de las heridas.
Consumir nutrientes que mejoren el sistema inmunológico
Mantener una dieta saludable. Comer frutas ricas en antioxidantes, granos enteros y verduras, incluyendo bayas, frutas cítricas y verduras de hojas verdes, puede ayudar a nuestro sistema inmunológico y eliminar las toxinas del cuerpo.
Una higiene correcta
Para ayudar a evitar la infección, debes lavar la zona afectada diariamente con jabón antibacteriano.
Un estilo de vida de saludable
Seguir las pautas de una vida saludable ayuda a mantener tu cuerpo en una salud óptima, lo que reduce tu riesgo de desarrollar un quiste sebáceo.
Tener un descanso adecuado
Dormir menos de lo necesario debilita el sistema inmunológico, asegúrate de que estés recibiendo un descanso adecuado.
Evita el azúcar refinado
El exceso de azúcar puede suprimir la función del sistema inmune, intenta evitar las sodas, los jugos de frutas endulzados y los productos procesados.
Reduce el estrés
Muchos expertos afirman que el estrés altera la respuesta de nuestro sistema inmune y aumenta el riesgo de contraer enfermedades. Aprender maneras positivas de lidiar con el estrés puede ser útil con esta condición, así como con muchas otras.
Cuándo es necesario acudir al médico por un quiste sebáceo
Los quistes sebáceos que no desaparecen por sí solos requieren la revisión de un profesional.
Consulta a tu médico si el quiste:
- Crece mucho
- Se vuelve pesado
- Es doloroso
- Muestra signos de infección, como inflamación y enrojecimiento o se torna demasiado caliente al tacto
Si presenta una infección, es grande o doloroso puede requerir la extirpación de un médico. Esto suele ser un procedimiento sencillo que se hace en el consultorio del médico con anestesia local.
No es habitual que los quistes sebáceos o la extirpación de los mismos causen complicaciones.
Nunca intentes abrir, exprimir, o drenar el quiste por tu cuenta ya que esto puede conducir a una infección.
Inténtalo primeramente con remedios naturales
Afortunadamente, los quistes son más molestos que peligrosos.
A menudo tratándolos con remedios naturales y cambiando nuestro estilo de vida es posible aliviar sus síntomas. Sin embargo, ten en cuenta que una cura natural no siempre funciona y requieren tratamiento profesional.
Si tienes uno, y no te está causando dolor o malestar, puedes intentar combatirlo con estos aliados naturales antes de recurrir a procedimientos quirúrgicos.
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- Martínez Dubois, S., & de León Bojorge, B. Y. (2011). Patología quirúrgica de piel y tejido subcutáneo. In Cirugía bases del conocimiento quirúrgico y apoyo en trauma, 5e.