¿Sabías que tus secreciones vaginales pueden decir cosas de tu salud? ¡Descúbrelo!

Si las secreciones vaginales presentan algún tipo de anomalía, es conveniente consultar con el especialista para descartar posibles problemas. Generalmente, se deben a algún tipo de infección.
¿Sabías que tus secreciones vaginales pueden decir cosas de tu salud? ¡Descúbrelo!
Mario Benedetti Arzuza

Revisado y aprobado por el médico Mario Benedetti Arzuza.

Última actualización: 09 marzo, 2022

Las secreciones vaginales desempeñan un papel muy importante en la salud y la intimidad femenina. Si bien estas resultan un poco molestas en ocasiones (por su olor o consistencia), son necesarias para mantener una adecuada lubricación y protección en esta delicada zona del cuerpo.

Como ocurre con otros fluidos del organismo, pueden dar señales de alerta cuando estamos ovulando o si existe alguna infección. Y es que, en su estado normal, este se autorregula por sí solo. Mantiene alejados a aquellos patógenos externos que logran desequilibrar la flora o microbiota vaginal, compuesta en su mayoría por Lactobacillus crispatus, L. jensenii y L. gasseri.

No obstante, estas secreciones presentan alteraciones cuando existe una disminución en los niveles de estrógenos o hay alguna infección. Es importante, por tanto, tener en cuenta qué indican los cambios en el flujo, de este modo, estaremos en mejores condiciones de interpretar las señales para poder actuar de manera oportuna si se tratara de un problema que requiriera un mayor cuidado.

¿Cuándo el flujo vaginal es anormal?

Candidiasis vaginal
La candidiasis de la zona íntima femenina es una de las más comunes. En general, produce irritación, picor y cambios en el flujo vaginal.

La secreción vaginal es garantía de la salud de la zona íntima femenina. Aunque la cantidad y textura varía debido a los cambios hormonales, los expertos coinciden en que se trata de un fluido cristalino o blanquecino que no presenta olores fuertes ni causa irritaciones.

Partiendo de saber qué es lo normal, se infiere que las alteraciones en su color, textura y olor pueden indicar que está teniendo lugar algún problema. Estas anomalías suelen generar gran incomodidad e, incluso, dolor.

Así, podríamos decir que el flujo vaginal es anormal cuando:

  • Presenta un olor desagradable.
  • Está acompañado por dolor, picazón o enrojecimiento.
  • Es más espeso o con una textura similar al requesón.
  • Cambia de color, adquiriendo un tono verdoso, amarillento o grisáceo.

A continuación, expondremos en detalle qué es lo que indican estas señales para determinar cuándo es necesario ir en busca de la ayuda de un profesional.

Para profundizar más en este tema, lee: Tipos de flujo vaginal, ¿cuáles son?

El periodo menstrual está próximo

Por lo general, el periodo menstrual llega unos 14 días después de haber ovulado. Es entonces cuando el flujo vaginal disminuye, sin que eso indique la presencia de un trastorno hormonal.

  • Siempre y cuando la vagina no quede seca en su totalidad, esto será una señal de que el ciclo menstrual está a punto de comenzar.
  • Este proceso varía de mujer a mujer.
  • Hay quienes siguen teniendo un flujo normal hasta que aparece el sangrado.

Episodios de estrés

Tras atravesar periodos de constante estrés es común que las secreciones en la zona íntima se incrementen de manera significativa. No obstante, estas no duran demasiado y casi nunca huelen mal. Si ocurren otros desequilibrios, es mejor consultar al médico porque puede haber alguna infección.

Infección por parásitos intestinales

Ascaris en el intestino.
El contagio con parásitos es una complicación de la pica que se deriva de la presencia de estos organismos en la tierra.

Este es uno de los cambios en las secreciones vaginales que se debe atender de inmediato. En estos casos, el flujo presenta un color que va de amarillento a verde. Y, además, suele ir acompañado de olor, picazón y dolor al orinar.

Pues bien, si concurrieran todos estos síntomas, es muy probable que haya una infección causada por parásitos intestinales. La vía de contagio de este tipo de infección es, por lo general, la transmisión sexual. Es bastante común en los días posteriores a la menstruación y produce una irritación notable en las zonas externas de la vagina.

Ovulación

El flujo que aparece en los días de ovulación está considerado como normal y no debe ser motivo de alerta. Este se caracteriza por tener un color y textura similar al de la clara de huevo crudo. Indica que el óvulo fue liberado para ser fecundado. 

Su presencia nos dice que es un momento apropiado para lograr con más éxito un embarazo. O, por el contrario, una señal que indica que debemos reforzar las medidas para evitarlo.

Infección bacteriana

Sobrepoblación de bacterias intestinales: síntomas y complicaciones.

Gran parte de los cambios en las secreciones vaginales tienen que ver con algún tipo de infección bacteriana o por levaduras. Estas causan alteraciones evidentes como colores más visibles que van del amarillo al gris y marrón oscuro. En casi todos los casos, producen un olor bastante fuerte que suele ser comparado con el del pescado; además, es más espeso y abundante.

Si el flujo es grisáceo es probable que se deba a una infección conocida como vaginosis bacteriana. El color café, puede deberse a la acumulación de sangre seca. En cualquier caso, lo mejor es consultar al especialista cuando hay desequilibrios tan notorios y molestos.

¿Qué hacer si las secreciones vaginales presentan anomalías?

Si notas que tus secreciones vaginales han tenido cambios significativos y además notas otras molestias o incomodidades, no te automediques ni intentes ningún tipo de lavado vaginal. Lo más adecuado es que consultes cuanto antes a tu ginecólogo. Después de hacerte un chequeo, te indicará cuál es el diagnóstico y lo que debes hacer para que todo vuelva a estar en orden con tu zona íntima.

A la par que sigues sus consejos, es importante que procures mantener buenos hábitos de vida. Aunque no lo creas, hábitos como una buena hidratación y usar ropa que no quede demasiado ajustada (y que sea preferiblemente de fibras naturales) te ayudarán a cuidar en gran medida de tu zona íntima.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Gray, H. D. (2000). Anatomy of the human body. Filadelfia: Bartleby.
  • Lentz, G. M.; Rogerio, A.; Lobo, M. D.; Gershenson, D., and Katz, V. L. (2013). Comprehensive gynecology. St. Louis: Elsevier Mosby.
  • Oriel, K. A., and Schrager, S. (1999). “Abnormal uterine bleeding”, American Family Physician, 60 (5): 1371-80.
  • Nansel, T. R., Riggs, M. A., Yu, K. F., Andrews, W. W., Schwebke, J. R., & Klebanoff, M. A. (2006). The association of psychosocial stress and bacterial vaginosis in a longitudinal cohort. American journal of obstetrics and gynecology, 194(2), 381–386. https://doi.org/10.1016/j.ajog.2005.07.047
  • Kumar, N., Behera, B., Sagiri, S. S., Pal, K., Ray, S. S., & Roy, S. (2011). Bacterial vaginosis: Etiology and modalities of treatment-A brief note. Journal of pharmacy & bioallied sciences, 3(4), 496–503. https://doi.org/10.4103/0975-7406.90102

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.