10 maneras en que se desperdicia energía eléctrica

Hay algunos elementos del hogar que siguen consumiendo energía aunque no estén cumpliendo su función habitual. Además, el mal uso de algunos también incrementa el gasto. ¿Qué saber al respecto?
10 maneras en que se desperdicia energía eléctrica

Escrito por Fernando Clementin

Última actualización: 06 julio, 2023

En un mundo de recursos cada vez más escasos y contaminación creciente, cada pequeño detalle cuenta. En este sentido, cuidar la energía es una obligación de todos los ciudadanos. Un primer paso para lograrlo es conocer las maneras en que se desperdicia energía eléctrica dentro de los hogares o lugares de trabajo.

El ahorro de energía eléctrica no se trata solo de una cuestión ecológica. El factor económico también puede ser preponderante para muchas personas, por lo que no viene nada mal comenzar a tener consciencia sobre la importancia de su cuidado.

Por más esfuerzo que muchos le dedican a esto, la poca información y las tendencias de consumo hacen que se comentan errores que, por lo general, son evitables. ¿Cómo se desperdicia energía eléctrica? En este espacio lo detallamos.

10 maneras en que se desperdicia energía eléctrica

La compañía energética británica Good Energy sugiere que para ahorrar costos en la factura de electricidad es necesario reducir la cantidad de electricidad utilizada. Por tal razón, es importante conocer las formas en que se desperdicia energía eléctrica.

En este sentido, desde Alliance to Save Energy han revelado una serie de hábitos que generan un mayor consumo de energía eléctrica dentro del hogar. Es importante aprender a reconocerlos, pues es la única manera de tomar medidas para reducirlo.

1. Elementos enchufados 24/7

En la mayoría de las casas hay objetos que permanecen enchufados la mayor parte del día, a pesar de no estar cumpliendo su función. Ejemplos de esto son las consolas de videojuegos, el microondas, la lavadora y el aire acondicionado en invierno. Estos, al igual que otros elementos, consumen energía por el simple hecho de estar conectados.

Elementos enchufados 24/7
La lavadora y otros electrodomésticos se pueden desconectar para que no consuman energía de manera innecesaria.

2. Mal uso del aire acondicionado o la calefacción

Aunque son necesarios, estos dos aparatos son grandes consumidores de energía. A su consumo se suma, además, a la ineficiencia con la que muchos los emplean. Para optimizar el uso del aire acondicionado en verano y de la calefacción en invierno, hay que procurar tener los ambientes cerrados al encenderlos.

Por otro lado, es conveniente ponerlos en una temperatura moderada y revisarlos de forma periódica para comprobar que no tienen fallos en sus sistemas.

3. Agua caliente en la lavadora

Mucha gente acostumbra a usar la lavadora con agua caliente. Este método, que ocupa casi el 90 % de energía que requiere el proceso total de lavado, solo es necesario para algunas prendas. Es mejor emplear el lavado con agua fría, salvo en las ocasiones donde se requiere realmente.

4. Uso del horno eléctrico

Por su funcionamiento, el horno eléctrico es un gran consumidor de electricidad. Debido a esto, es mejor no usarlo en todo momento. Para calentar alimentos o cocinar una pizza, es preferible emplear el horno a gas. Este último es mucho más económico para usos esporádicos como estos.

5. Neveras poco eficientes

Los refrigeradores viejos gastan más energía que los actuales. Si bien cambiarlo requiere una inversión considerable, es importante hacerlo para ahorrar energía a mediano y largo plazo. Incluso, el cambio por una nevera nueva se verá reflejado en la factura de energía.

Mujer abriendo el refrigerador
Los refrigeradores antiguos tienen un sistema que consume más energía. Por eso, se recomienda cambiarlos.

Lee también: 6 soluciones para evitar malos olores en la nevera

6. Uso del lavavajillas incompleto

Sin duda, se trata de un electrodoméstico cuya utilidad es bastante apreciada. No obstante, cuando no se emplea de manera adecuada, el consumo de energía se eleva de manera considerable. Lo ideal es llenarlo antes de ponerlo a marchar, inclusive al seleccionar el programa de media carga.

Si los platos no están muy sucios, este funciona sin problema, aún con el aparato lleno. Asimismo, se recomienda desactivar el secado en caliente, pues no es tan necesario. Esta función es la responsable de gran parte del consumo del lavaplatos. 

7. Luces de alto consumo

Reemplazar las lámparas tradicionales por las LED es algo que casi todo el mundo ya ha hecho. De todos modos, no está de más recordar que es una medida necesaria para reducir el gasto de energía eléctrica en la casa. Incluso, debería hacerse en Navidad, con las luces decorativas.

8. Computadoras

Las computadoras deben apagarse por completo, y desconectarse, una vez finalizado su uso durante la jornada. Quienes las dejan en estado de hibernar o suspender están contribuyendo a un mayor consumo de electricidad. De hecho, lo ideal es buscar el modo de “ahorro de energía” para que no gaste demasiado mientras se usa.

9. Modo de espera

El televisor, el microondas, el DVD y muchos otros elementos del hogar tienen el famoso modo stand by o modo de espera. Aunque resulte útil de vez en cuando, esto no significa que su consumo sea nulo: todavía estarán gastando el 5 % de lo que lo harían mientras se usan.

10. El cargador del móvil

Hay dos maneras en que se desperdicia energía eléctrica con el cargador del móvil. La primera es dejándolo conectado sin tener el teléfono enchufado. Esto consume, alrededor de 0,25 vatios por hora.

Por otro lado, dejar el celular conectado cuando su carga ya está completa genera un gasto innecesario de 2,24 vatios por hora. Si bien es un número bastante reducido, a la larga termina repercutiendo en el gasto mensual.

Los pequeños cambios contribuyen

Por simple que parezca, hacer ajustes en el uso de estos elementos puede contribuir a disminuir el gasto de energía eléctrica. Así pues, es conveniente revisar si hay errores que corregir o si se pueden implementar acciones para limitar su consumo.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.



Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.