
El estrés se ha convertido en uno de los grandes males contemporáneos. En realidad, todos atravesamos situaciones de estrés de vez en cuando. Es la forma como el cerebro y el cuerpo responden a una demanda interna o externa. Así…
La ansiedad es un problema muy común hoy en día. Sin embargo, es posible combatirla; por ejemplo, el ejercicio regular te puede ayudar a sentirte mejor, gracias a la producción de endorfinas.
Si padeces ansiedad de manera recurrente, es conveniente que acudas a tu médico o psicólogo de referencia. El profesional te recomendará el mejor tratamiento para tu caso. Complementariamente y nunca como sustitutivo del mismo, te traemos algunos remedios naturales para la ansiedad, que pueden contribuir a disminuirla. Consulta al especialista antes de consumirlos.
Si tienes un momento de nerviosismo, una taza de té de manzanilla podría ayudar a calmarte.
El té verde ayuda a controlar la frecuencia cardíaca y la presión arterial en aumento; asimismo, en ciertos casos se ha encontrado que reduce la ansiedad. No existen estudios científicos que lo avalen.
Sí, se encuentra en la cerveza, pero no obtendrás los beneficios calmantes en una de estas bebidas. El compuesto sedante que se encuentra en el lúpulo es un aceite volátil, por lo que contiene extractos y tinturas que se pueden usar en la aromaterapia. El lúpulo se utiliza a menudo como un sedante para promover el sueño, según los estudios.
La valeriana es una hierba sedante y es de gran ayuda para combatir el insomnio. La valeriana huele desagradable, así que la mayoría de las personas la toman en cápsulas. Esta planta se combina a menudo con otras hierbas sedantes como el lúpulo, la manzanilla y el bálsamo de limón.
El ejercicio es seguro y bueno para el cerebro, además de un poderoso remedio contra los síntomas de la depresión y la ansiedad, tanto a corto como a medio y a largo plazo. Si haces ejercicio con regularidad, verás reforzada tu autoestima y te sentirás mejor contigo mismo.
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Esta flor es otro de los sedantes que se utiliza para curar la inquietud nerviosa. Por tanto, puede contribuir a menguar los niveles de ansiedad a la hora de irse a la cama. Recuerda consultar con el especialista.
El aroma embriagador de la lavanda tiene propiedades antinflamatorias, aunque no existen evidencias científicas de esta afirmación.
La respiración del yoga es sumamente eficaz en la reducción de la ansiedad, según estudios. Una razón por la que funciona es, sencillamente, que uno no puede respirar profundamente y estar ansioso al mismo tiempo.
Para hacer una respiración profunda, exhala por completo por la boca, luego inhala por la nariz mientras cuentas hasta cuatro. Aguanta la respiración durante un conteo de siete; luego, lo dejas escapar lentamente por la boca, contando hasta ocho. Repetir esto al menos dos veces al día.
Por lo general, la gente suele estar más ansiosa e irritable cuando tiene hambre. Cuando uno tiene un ataque de ansiedad, puede significar que su azúcar en la sangre está bajando. Lo mejor para remediarlo es tener un aperitivo como un puñado de nueces o un trozo de chocolate negro, junto con un vaso de agua o una buena taza de té caliente.
Muchas personas con trastornos de ansiedad se saltan el desayuno. Sin embargo, lo ideal es que la gente desayune.
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Los aceites de pescado son buenos para el corazón, pero además pueden ayudarnos contra la ansiedad. Generalmente, los expertos recomiendan conseguir los omega-3 a través de los alimentos, siempre que sea posible. Los peces de agua fría como el salmón son las mejores fuentes de ácidos grasos; asimismo, las anchoas y las sardinas también tienen una gran cantidad de estos ácidos grasos.
¿Alguna vez te has preguntado por qué se siente uno tan relajado después de un sauna o baño turco? El motivo es que calentar nuestro cuerpo reduce la tensión muscular y la ansiedad, aunque no hay evidencias concluyentes.