Simples hábitos que puedes cambiar para mejorar tu salud

Los hábitos saludables siempre ayudarán a mejorar tu funcionamiento interno, te sentirás con más energía y ayudarás a conservar tu buena salud al practicarlos de forma constante
Simples hábitos que puedes cambiar para mejorar tu salud
Maricela Jiménez López

Revisado y aprobado por la médico Maricela Jiménez López.

Escrito por Yamila Papa Pintor

Última actualización: 06 julio, 2023

No es necesario hacer muchos sacrificios para disfrutar de una vida más saludable. En el siguiente artículo conocerás algunos simples hábitos que puedes cambiar para mejorar tu salud. ¡Comienza cuanto antes y verás los resultados!

Hábitos que puedes realizar para mejorar tu salud

Frank Lindecke

  • Cocinar en vez de comer fuera puede ayudar a mejorar tu salud. Esto se debe a que podrás optar por ingredientes naturales y formas de cocción más saludables. Si sales a comer afuera, procura consultar por comidas nutritivas y equilibradas.
  • Haz zumos con todas las frutas que compres. Puedes hacer las combinaciones que desees, será muy divertido y sano. Ten en cuenta, de todos modos, que no son tan saludables como comer la fruta entera, según publicaciones médicas.
  • Deja de lado los fritos para ayudar a mejorar tu salud. Durante el proceso de fritura se dan cambios en los aceites que generan compuestos tóxicos que pasan a los alimentos.
  • Aceite de oliva y aceto balsámico para todo. Nada de aderezos que hacen mal a la salud, como la mayonesa. Aliña con oliva, aceto o vinagre (y poca sal).
  • Come vegetales verdes crudos. Además de la lechuga, puedes hacer diferentes platillos con espinacas, por ejemplo. La Sociedad Argentina de Nutrición explica sus propiedades en esta publicación, en la que se habla de las frutas y vegetales saludables en general.
  • Elige yogur griego. Aumentarás la cantidad de proteínas y reducirás los niveles de grasa. Como señala este documento de la Universidad de Florida, posee también menos calcio y lactosa.

yogurt

Algunos consejos más para mejorar tu salud

  • Prefiere la canela antes que el azúcar. Para poder darle un sabor más delicioso a tus postres o a tu café, nada mejor que una ramita de canela. La Fundación Española de la Nutrición detalla sus propiedades en este documento.
  • Prepara helados naturales. Puedes usar cualquier fruta, preparar un batido y llevarlo a la nevera para disfrutar de un helado natural cuando hace calor o tienes ansiedad por algo dulce. Procura no abusar de ellos, ya que el consumo de azúcar no es bueno para el organismo.
  • Adiós a los carbonatados. Los refrescos son malos para la salud por donde se miren. Nada mejor que el agua para hidratarnos y el zumo natural para beber en verano.
  • Consume frutas de postre. Los postres con chocolate, crema, nata y azúcar aumentarán la grasa en tu cuerpo y, además, pueden desequilibrar los niveles de glucosa en sangre. Mejor las frutas, que aportan menos calorías y más salud. Consulta con tu nutricionista para saber específicamente qué ‘permitidos’ puedes darte sin poner en riesgo los objetivos de tu plan alimenticio.

Consumir frutas

  • Elige bebidas no alcohólicas. Pese a que se suele ‘informar’ que una copa de vino o un vaso de cerveza al día ‘tiene grandes beneficios para la salud’, lo cierto es que el consumo de alcohol conlleva ciertos riesgos, sobre todo en exceso o si se extiende en el tiempo.
  • Come más arroz integral. En realidad, prefiere todo aquello que sea integral (de color marrón) en lugar de refinado (de color blanco); te aportará más fibras. Lo mismo para las harinas, las pastas y el azúcar. La FAO ha emitido un informe en el que se detallan los beneficios del arroz para el organismo.

Para tener en cuenta

  • Opta por la avena. Se trata de un ingrediente que, como detalla esta investigación, puede ayudar a controlar los niveles de colesterol y glucosa, entre otros beneficios para el organismo.
  • Usa la bicicleta para ir al trabajo. Deja de lado el coche o el transporte público. No sabes la cantidad de ejercicio que te proporciona este medio de locomoción, que además es más económico.

bici2

  • Lleva la comida al trabajo. No compres comida hecha (sobre todo fast food o comida chatarra) en la oficina, ya que la comida chatarra produce perjuicios como el aumento de los niveles de grasa y colesterol en el organismo.
  • Respeta la cantidad de comidas diarias. En lugar de hacer dos grandes ingestas, prefiere cuatro medianas y dos pequeñas. Existen estudios que analizaron los hábitos alimentarios en ciertas poblaciones en los que se destaca la importancia de estas instancias diarias de alimentación.
  • Comienza el día con un buen desayuno. En la investigación citada previamente se destaca su importancia, ya que aporta energías que el cuerpo necesita al comenzar el día. Debe de ser muy completo y equilibrado.
  • Escoge aguacate en lugar de mantequilla. Tiene las mismas aplicaciones, pero es mucho más sano. Puedes usarlo para untar panes o galletas, por ejemplo. Hay muchas más opciones que el guacamole, como por ejemplo el aceite de aguacate.

Aguacate

  • Un poco de grasa animal está bien. No la consumas todos los días, ya que conlleva riesgos para la salud, pero puedes consultar con tu nutricionista para darte algún ‘gusto’ durante la semana.
  • Marinara si, salsa blanca no. Cuando hagas unas pastas (integrales), opta por una salsa más sana, como es la marinara (siempre que se prepare con métodos e ingredientes saludables). La salsa blanca tiene crema y harina, no es buena para la salud si se consume en exceso.

Para terminar

  • Come porciones más pequeñas. No es necesario que el estómago esté repleto hasta el último rincón. Las porciones grandes nos llevan a consumir más calorías incluso sin darnos cuenta, según publicaciones especializadas.
  • Mastica lentamente tu comida. Lento, pausado, sin prisa, como recomiendan especialistas en esta publicación.
  • No más de dos rebanadas de pan por comida. Por más de que sea delicioso y lo quieras untar con todo lo que encuentres, reduce su ingesta, aunque sea integral. Como afirma la FAO en este documento, su consumo excesivo puede producir una acumulación de grasas.
  • Usa platos más pequeños y ayuda a mejorar tu salud. Muchas veces, primero comemos con la mirada y luego con el estómago. Si te sirven una sola vez en un plato pequeño o mediano, probablemente esto te ayude a reducir tus porciones.
  • No comas cuando estás aburrido. Cuando estás en ese momento del día en que no haces nada o tomas un descanso, es más probable que abras la nevera “para ver qué hay”. Haz otra cosa, pero no comas por aburrimiento o ansiedad, solo cuando estés hambriento.

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