4 formas de superar y salir fortalecido de una decepción

Ten claro que la decepción te ayudará a aprender. No tiene por qué desconfiar de todos, ya que no todos somos iguales. Tan solo, dales tiempo a mostrarse como son
4 formas de superar y salir fortalecido de una decepción

Última actualización: 24 mayo, 2023

Todo el mundo ha pasado por una decepción en algún momento de su vida. Bien sea con una pareja u otra persona (amigos, familiares, etc.). En ese momento, parece que el mundo entero se derrumba porque aquello en lo que creíamos… en realidad no es así.

Sentimos que nos han engañado y nuestra mente empieza a verse desbordada con pensamientos como: “no esperaba eso de ti, por qué no me lo dijiste desde un principio, no creía que fueras así, por qué no lo vi antes”, entre otros.

Sin duda alguna, toda decepción surge por una creencia que nosotros hemos formado previamente sobre alguien que luego, por una razón y otra, no cumple nuestras expectativas.

¿Cómo evitar que esto nos haga sufrir? Veámoslo a continuación.

¿Cómo salir fortalecido de una decepción?

1. Prestando atención a las emociones

Tras abrir los ojos y sufrir una terrible decepción, la ira, la tristeza, la angustia y el miedo hacen acto de presencia. De repente, nos encontramos en una vorágine de emociones que nos controlan, que nos hacen estallar y ser injustos con aquellos que se encuentran a nuestro lado.

Por eso, es importante que nos paremos a reflexionar sobre nuestras emociones. Verlas y comprenderlas nos permitirá saber cómo liberarlas para que no se enquisten y se vuelvan en nuestra contra.

Quizás descubras que has querido crear en tu mente una realidad que no existía. A veces, tenemos expectativas muy altas con respecto a los demás, los idealizamos y esto nos hace caer en equívocos.

2. Hablando en voz alta sobre lo que sientes

Escribir nos ayuda a liberarnos de aquello que nos está removiendo por dentro pero, en ocasiones, tenemos que ir un paso más allá.

Hablar en voz alta de lo que te está ocurriendo, transmitírselo a otra persona y que esta te escuche sin juzgarte no solo te permitirá desahogarte, sino que te ayudará a darte cuenta de muchas cosas. Por ejemplo, mientras por tu boca brotan todos esos sentimientos expresados mediante palabras, es posible que descubras tu propio método de sanación.

En ocasiones no vemos la salida ante un problema hasta que nos ponemos a hablar de ello. Es entonces cuando, entre una gran cantidad de ideas incoherentes y negativas, vemos una luz que es la solución de todo.

3. Tomando la decepción como una fuente de aprendizaje

Es momento de que dejes de sentirte una víctima de las circunstancias, de que ante un problema te dejes caer y permitas que la tristeza te consuma. Esto no te servirá de nada.

¿Aprendes de lo bueno o de lo malo? Tan solo de esto último. Porque son los peores momentos los que nos ponen a prueba.

La decepción debes verla como una oportunidad de aprender tanto de ti como de las demás personas. Si lo haces bien, dejarás esas expectativas a un lado y esas tentaciones de idealizar fuera de tu alcance.

Es difícil que esto suceda de un día para otro. Todo aprendizaje requiere de un tiempo y un progreso necesarios. No obstante, recuerda que esto que ahora te está haciendo infeliz, una vez superado, te originará un gran bienestar.

No te pierdas: La trampa mortal de las expectativas

4. Confiando, a pesar de todo

Tras una decepción empiezas a desconfiar de todos. Sin embargo, es importante que no generalices. El hecho de que una persona te haya decepcionado no implica que otras lo hagan.

La desconfianza tan solo te generará más malestar. Empezarás a no abrirte a los demás, a no mantener relaciones sanas y naturales. Estarás siempre “con la mosca detrás de la oreja”. Incluso, en ocasiones, puede que te aborde la paranoia y seas injusto con aquellos que tan solo intentan ser buenos contigo.

A pesar de todo lo malo, nunca dejes de confiar en los demás. Te estarás perdiendo a personas hermosas que puedes echar de tu vida cuando podrían haberla enriquecido.

Mujer con una taza en la mano sonriendo y mirando por la ventana.

Aunque lo parezca, no se termina el mundo por una decepción. Claro está que, si no aprendes de ella, al final se surgirán otras que te harán igual daño.

No esperes nada de los demás, deja que sean ellos los que se muestren tal y como son. De esta manera, no te sorprenderás ni les recriminarás no haber actuado como tú pensabas.

Adelantarse a los acontecimientos e idealizar nunca será bueno. Los demás son únicos, así que permítete verlos tal cual son.

Aprende de cada decepción y dejarás de decepcionarte.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.