4 trucos para sacar el agua del oído

Aunque en un principio pueda no molestarnos en exceso, sacar el agua de los oídos es fundamental para evitar problemas de audición e incluso infecciones.
4 trucos para sacar el agua del oído
Maricela Jiménez López

Revisado y aprobado por la médico Maricela Jiménez López.

Escrito por Equipo Editorial

Última actualización: 25 mayo, 2023

A todos alguna vez nos ha pasado que vamos a una piscina o a la playa y, por alguna causa, nos entra agua al oído. Esta sensación es una de las más desagradables que pueden presentarse, ya que no se escucha bien y se siente un constante zumbido realmente agobiante. ¿Cómo sacar el agua del oído?

Lo que hace más desesperante esta situación es lo difícil que se vuelve la tarea de sacar el agua del oído. Sin embargo, hay que tener cuidado con la manera de afrontarlo, pues no todos los métodos para eliminar esa agua residual son seguros. De hecho, algunos pueden empeorar la situación.

Trucos para sacar el agua del oído

Hay muchas circunstancias en las que puede quedar atrapada agua en el oído. Incluso, puede retenerse un poco de sudor cuando se utilizan artefactos como los auriculares. El inconveniente es que, cuando no se atiende pronto, puede convertirse en el factor detonante de infecciones como el oído de nadador, tal y como lo señala una publicación en American Academy of Otolaryngology–Head and Neck Surgery Foundation .

No obstante, no se trata de probar una gran cantidad de trucos y remedios populares para sacar el agua del oído. Es fundamental hacerlo de forma segura, sin exponer el canal auditivo a lesiones. Además, hay que tener especial cuidado si hay un problema previo en el tímpano o cualquier parte del oído.

Entonces, ¿cómo sacar el agua del oído correctamente? ¿Qué métodos es mejor evitar? Para dejarlo claro, a continuación ampliamos la información en detalle. 

1. Efecto vacío

7 remedios caseros para sacar el agua de los oídos

Es muy común que, al entrar agua en el oído, nos asustemos y comencemos a golpear el lado contrario de la cabeza. Aunque esta técnica puede funcionar, una opción más práctica es colocar la palma de la mano sobre el oído afectado y ejercer una ligera presión para crear una especie de vacío que ayude al agua a bajar por el conducto auditivo.

Es muy importante que la cabeza esté inclinada y que no ejerzas mucha presión, para evitar que el agua se introduzca todavía más en el canal auditivo.

2. Cabeza de lado

Existen muchas modalidades para poner en práctica este consejo:

  • Puedes ladear la cabeza y golpear con tu mano la nuca o bien el otro oído para hacer que el agua se ‘destapone’ y baje.
  • Cuando el agua se encuentra muy adentro, otra forma es saltar con la cabeza de lado. Esto logrará que la presión ejercida por el salto expulse el agua.
  • Si quieres una ayuda extra con esto, puedes jalar del lóbulo de la oreja para abrir más el conducto auditivo. Así, facilitarás la expulsión del agua de cualquiera de las dos maneras.

Lee también: 4 cosas que nunca debes hacerle a tus oídos

3. Acostarte de lado sobre la cama

Al dormir

Este truco es realmente efectivo y muy fácil. Solo tienes que acostarte sobre el oído afectado y dejar que la gravedad actúa por sí sola.

Puedes inclinar un poco la cabeza para lograr que esté paralela a la cama; de esta manera, el conducto auditivo estará recto y el agua bajará sola.

4. Secador de cabello

Usar un secador de cabello será ideal para evaporar el agua dentro del oído. Lo recomendable es encenderlo en la potencia más baja y colocarlo a una distancia prudencial, para evitar quemaduras, y dejarlo unos minutos. Esto hará que el agua salga por el viento que despide el secador, o bien que se seque y evapore por el calor.

Cosas que debes evitar para sacar el agua del oído

Los métodos que acabamos de comentar pueden ser útiles a la hora de sacar el agua del oído. Sin embargo, hay otras soluciones populares que suelen llamar mucho la atención. El inconveniente es que pueden llegar a rayar el canal auditivo o impactar el cerumen dentro del canal. En consecuencia, también aumentan las probabilidades de infección.

  • Bastoncillos de algodón: lejos de ayudar a sacar el agua del oído, pueden empujar el cerumen y la suciedad dentro del canal auditivo, generando irritación, molestias y más riesgo de infección.
  • Introducir los dedos o elementos específicos: no es correcto introducir el dedo o las uñas en las orejas. Tampoco pinzas u otros objetos específicos.La piel del canal auditivo es delicada y puede lesionar.
  • Peróxido de hidrógeno y vinagre: las gotas de peróxido de hidrógeno, vinagre o alcohol se han utilizado para calmar este problema. Sin embargo, no hay evidencias sobre su seguridad y eficacia. Por lo tanto, emplearlos no es del todo seguro y puede suponer consecuencias en casos especiales como tímpano roto.

¿Cuándo consultar al médico?

Con frecuencia, las molestias asociadas al agua en el oído mejoran en cuestión de horas. Sin embargo, si el síntoma persiste, es recurrente o se presenta de forma simultanea con otras molestias, es esencial consultar al médico u otorrinolaringólogo para identificar el problema e iniciar un tratamiento apropiado.


Todas las fuentes citadas fueron revisadas a profundidad por nuestro equipo, para asegurar su calidad, confiabilidad, vigencia y validez. La bibliografía de este artículo fue considerada confiable y de precisión académica o científica.


  • Swimmer’s Ear (Otitis Externa). (2018). American Academy of Otolaryngology–Head and Neck Surgery Foundation. Last reviewed August 2018.
  • Ear infections. Paediatr Child Health. 2009;14(7):465–468. doi:10.1093/pch/14.7.465
  • InformedHealth.org [Internet]. Cologne, Germany: Institute for Quality and Efficiency in Health Care (IQWiG); 2006-. Middle ear infection: Overview. 2009 Jun 29 [Updated 2019 May 9]. Available from: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/books/NBK279381/
  • Qureishi A, Lee Y, Belfield K, Birchall JP, Daniel M. Update on otitis media - prevention and treatment. Infect Drug Resist. 2014;7:15–24. Published 2014 Jan 10. doi:10.2147/IDR.S39637

Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.