5 claves para las piernas hinchadas por el calor

Las piernas hinchadas por el calor son un padecimiento habitual del verano, sobre todo en las mujeres. En este artículo te contamos cinco medidas que puedes tomar para aliviar este padecimiento y evitarlo.
5 claves para las piernas hinchadas por el calor
Sara Viruega

Revisado y aprobado por la farmacéutica Sara Viruega.

Escrito por Leonardo Biolatto

Última actualización: 09 julio, 2023

Se calcula que más de las dos terceras partes de las mujeres que tienen más de treinta y cinco años padecen piernas hinchadas por el calor. Esto sucede sobre todo en el verano a causa de las altas temperaturas del ambiente.

Si bien las piernas hinchadas por el calor se pueden manifestar en cualquier momento del año, es el verano la época por excelencia. El calor de la estación, junto a algunas prácticas que favorecen la hinchazón, son la combinación ideal para que aparezca el síntoma.

El ambiente caluroso provoca cambios en el organismo que intentan contrarrestar el calor. Estos cambios, esperables y fisiológicos, muchas veces ocasionan molestias. Entre esos cambios se encuentran la sudoración, la sensación de sed y la vasodilatación.

Este último mecanismo es el culpable de las piernas hinchadas. El cuerpo dilata los vasos sanguíneos para eliminar calor al exterior y no almacenarlo en el interior del organismo. Las venas dilatadas son menos elásticas y provocan que la sangre circule más despacio y que se acumule en los miembros inferiores, a causa de la gravedad.

Las venas son las encargadas de retornar la sangre desde los miembros al corazón. Cuando se suceden los cambios que describimos por culpa del calor, la sangre enlentecida permeabiliza hacia los tejidos en lugar de circular. Como consecuencia, se hinchan las piernas.

No es un problema grave, generalmente. De todas maneras, si el síntoma se prolonga en el tiempo, pierde relación con la época de calor o se asocian signos cardiacos y renales, se precisa una consulta médica para descartar enfermedades crónicas de base. Las cardiopatías y las enfermedades renales sí resultan peligrosas.

Para la hinchazón de piernas habitual del verano, aquí te contamos cinco claves que pueden resultar de alivio:

1. Ejercicios físicos para las piernas hinchadas por el calor

Aunque el calor sea un factor que genere cansancio y quite las ganas de hacer ejercicio, en realidad hay que hacerle frente e intentarlo. La práctica de los ejercicios adecuados para los miembros inferiores puede ayudar a compensar la acumulación de líquido.

Ejercicios para las piernas hinchadas
El ejercicio físico forma parte del tratamiento convencional para abordar la hinchazón en las piernas.

Ciertos movimientos repetitivos para las piernas favorecen el drenaje linfático y venoso. De esta forma, ayudan a que la sangre retorne por el sistema circulatorio al corazón. El ejercicio también aumenta las pulsaciones, lo que impulsa la sangre con más ritmo y velocidad.

Para las piernas hinchadas por el calor se puede:

  • Realizar sentadillas.
  • Saltar: el movimiento de líquidos corporales se estimula con los saltos. Pueden ser desde el suelo o con la ayuda de trampolines o camas elásticas.
  • Movimientos acuáticos: simular correr dentro del agua es un ejercicio interesante. Además contribuye a refrescar los miembros inferiores.
  • Subir escaleras: para quienes viven en edificios, esta modalidad ofrece la posibilidad de realizarse en la vida cotidiana, evitando el ascensor.


 

2. Hidratación

Las piernas hinchadas por el calor responden a la acumulación de líquido en los tejidos de los miembros inferiores, pero no por ello hay que evitar la hidratación. Muchas personas creen, erróneamente, que al tomar menos agua evitan ese encharcamiento o edema.

Al contrario, una buena ingesta de líquidos durante el día estimula la producción de orina. Cuando el riñón funciona al ritmo que debe, la sangre también se moviliza mejor. Los fluidos dejan, entonces, su estado de estancamiento para retornar al corazón o para eliminarse al exterior.

La recomendación principal siempre es la de ingerir agua pura, sin agregados. Se pueden utilizar bebidas iónicas en la práctica de algún deporte, pero de ninguna manera hidratarse de normal con bebidas azucaradas, las cuales pueden ser contraproducentes para la hinchazón de las piernas.

3. Levantar las piernas

Una medida simple, pero efectiva, es elevar los miembros inferiores. Actuando contra la gravedad que lleva los líquidos hacia las piernas, la elevación obliga a la sangre a retornar al corazón para continuar circulando.

Las piernas se pueden elevar en distintos momentos del día, utilizando un banco u otra silla para colocarlas. También se pueden elevar contra una pared, estirando la espalda en el suelo en alguna posición que no genere dolor en la columna lumbar.

Si, por razones laborales, es necesario estar mucho tiempo en la misma posición sin poder cambiar, se recomiendan pequeños movimientos que estimulen la circulación, como hacer puntas de pie.

Pon las piernas en alto.

4. Masajes y baños fríos para las piernas hinchadas por el calor

Las piernas hinchadas por el calor se pueden beneficiar de masajes y de baños de agua fría. Algunos recomiendan combinar los masajes con aromaterapia, para favorecer la relajación y calmar posibles dolores ocasionados por la acumulación de líquidos.

Los baños con agua fría también calman el dolor. Recordemos que el origen del problema está en el calor. En la misma línea que la aromaterapia, se recomiendan las compresas de vinagre de manzana para envolver los miembros inferiores.

5. Reducir la sal de la dieta

La reducción de la sal de las comidas no es solo una medida para pacientes cardiológicos. La sal es una sustancia afín a los líquidos y capaz de favorecer la retención de los mismos. Por dicha razón, su menor consumo redunda en menor acumulación de fluidos.

Aquí no solo hay que pensar en la sal de mesa que se agrega a los alimentos que preparamos. Muchos alimentos procesados que compramos vienen con una alta carga de sodio, debido a su proceso de elaboración. Es fundamental leer bien las etiquetas para estar informados al respecto.


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  • Bertranou, Enrique G. Trastornos venosos de los miembros inferiores. El Cid Editor, 2001.
  • Ferrandez, Jean-Claude. Reeducación de los edemas de los miembros inferiores. Elsevier España, 2002.

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