5 consejos para quitar una contractura

Una contractura muscular puede ser muy dolorosa, sin embargo, con los cuidados adecuados es posible mitigarla.
5 consejos para quitar una contractura

Última actualización: 06 julio, 2023

Una contractura es la contracción involuntaria de uno o más músculos en cualquier parte del cuerpo y generalmente se sitúa en la zona cervical (cuello), los hombros, la zona dorsal (omóplatos) y la zona lumbar.

Una contractura puede causar la inmovilidad de la zona afectada, molestias y dolor a quien la padece. Sin embargo, eliminar una contractura es un trabajo fácil siempre que se conozcan los métodos para hacerlo.

Así que, si estabas buscando la manera de aliviar las contracturas rápida y efectivamente, en este artículo hallarás más de una respuesta ¡no te lo pierdas!

¿Qué es exactamente una contractura?

Cómo se forma una contractura muscular

En estado normal, un músculo se contrae y se distiende, pero en algunos casos, este no consigue relajarse y permanece contraído. Una contractura es una contracción muscular involuntaria, dando lugar a un abultamiento, también conocido como nudo. La zona se mantiene dura e hinchada.

Esta contracción reduce el movimiento y puede llegar a ser muy dolorosa. Además, puede afectar a músculos adyacentes, creando más contracturas, en un círculo vicioso.

Para frenar esta situación y aliviar este dolor debemos deshacer la contractura.

¿Cuáles son las causas de la contractura?

Las contracturas pueden aparecer por diversas causas, como el sedentarismo y el estatismo postural, así como también por somatizaciones (derivadas del estrés o la ansiedad) y lo siguiente:

  • Traumatismos.
  • Movimientos bruscos.
  • Sobreesfuerzo al intentar hacer un ejercicio (sin haber calentado antes) o levantar algún objeto pesado.

Por otra parte, la ingesta insuficiente de agua y una dieta inadecuada, entre otros malos hábitos de vida puede contribuir con la aparición de molestias varias, incluyendo, una contractura.

Resulta interesante saber que el déficit de algunos minerales esenciales (como el magnesio) también está asociado con las molestias musculares.

¿Cómo aliviar una contractura?

A pesar de que existen medicamentos específicos para el tratamiento de las contracturas, como los relajantes musculares de prescripción médica, podemos promover su alivio aplicando métodos muy sencillos.

Por supuesto, estas medidas no deben remplazar los medicamentos o las recomendaciones sugeridas por el profesional. En todo caso, pueden ser un complemento para el tratamiento pautado.

1. No forzar el músculo

Lo primero que debes hacer al sufrir una contractura es evitar forzar el músculo o la zona afectada. Por ello, trata de realizar los movimientos de forma suave y de guardar cierto reposo en la medida de lo posible. Así, evitarás causar más daño del que ya existe.

Esta medida deberás mantenerla hasta que el músculo se recupere por completo. Asimismo, deberás que evitar trabajos forzosos, actividades de alto impacto físico o cualquier tipo de sobreesfuerzo muscular.

Ojo, tampoco te quedes completamente quieto. Los extremos son perjudiciales.

2. Realizar algunos estiramientos

Los estiramientos son recomendables para evitar molestias.

Es fundamental practicar algunos estiramientos a diario, no solo cuando quieres evitar una contractura (o cuando ya la tienes). Eso sí, debes realizarlos siempre de forma suave y pausada, para evitar mayores complicaciones.

Si el médico ya te ha evaluado y te ha indicado cuáles pueden ser los mejores estiramientos para ti, sigue su consejo. Por otra parte, si tienes dudas, consulta con el fisioterapeuta.

2. Agua caliente

Las compresas y las duchas con agua caliente pueden contribuir con el alivio del dolor y otras molestias en caso de tener una contractura. Además, ayudan a relajar el cuerpo en líneas generales, lo cual resulta muy agradable.

Por ello, para disminuir las molestias de la contractura, puedes aplicarte una compresa caliente durante unos minutos, varias veces al día.

3. Aplicación de romero y arcilla

Así como las compresas calientes pueden contribuir con el alivio en caso de tener dolor muscular o una contractura, se considera que algunos cataplasmas y ungüentos también pueden ser útiles.

Un ejemplo de ello es la mezcla de romero y arcilla, a la que se le atribuyen propiedades antiinflamatorias, relajantes y antiespasmódicas.

Ingredientes

  • 4 cucharadas de romero (50 g).
  • 200 gramos de arcilla blanca.
  • 1 vaso de agua (250 ml).

Preparación

  • En una olla verter el agua y el romero.
  • Poner al fuego y dejar hervir durante 10 minutos.
  • Dejar reposar durante 20 minutos.
  • Traspasar el líquido junto con el romero a un envase plástico.
  • Agregar la arcilla y mezclarla perfectamente hasta que no existan grumos.
  • Dejar reposar un par de horas por lo menos.

Modo de uso

  • En primer lugar, aplicar la mezcla directamente sobre la zona afectada.
  • Dejar actuar durante 20 minutos.
  • Seguidamente, enjuagar con agua caliente.
  • Repetir 2 veces al día.
  • Para obtener mejores resultados, te recomendamos aplicarte el aceite natural de romero tras haber retirado la mezcla.

Nota: es importante no emplear objetos metálicos para realizar el preparado, porque podrían alterar las propiedades de la arcilla.

5. Manzanilla

Otro remedio que puede ayudarte en caso de tener una contractura o molestia muscular es la clásica infusión de manzanilla. Tiene propiedades antiinflamatorias, antiespasmódicas, relajantes y ligeramente sedantes.

Ojo, la infusión de manzanilla no va a eliminar el dolor de la contractura por sí sola, pero sí puede contribuir con el alivio y la relajación del cuerpo. Consúmela con un toque de miel si lo deseas o bien unas gotas de limón.

¿Cómo evitar una contractura?

Para evitar las contracturas, es recomendable que cuides algunos hábitos a diario. Vamos a repasar algunos de los más importantes a continuación:

  • Evitar forzar el músculo y realizar reposo si se encuentra debilitado.
  • Hacer ejercicio regularmente, siempre con calentamiento y estiramientos previos.
  • Mantener una buena postura siempre, no solo al realizar ejercicio o deporte.
  • Mantener una dieta equilibrada y una buena hidratación.
  • Procuras gestionar los pensamientos y las emociones para evitar las somatizaciones en la espalda y otras áreas del cuerpo.

Si consideras que tienes una contractura o cualquier otro problema similar, consulta con tu médico y sigue sus indicaciones. También, puedes considerar acudir al fisioterapeuta.


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Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.