5 ejercicios para adelgazar la papada sin cirugía

La práctica frecuente de una serie de ejercicios localizados y centrados en este área nos puede ayudar a reducir la papada en la zona del cuello. A continuación, presentamos algunas alternativas para lograrlo.
5 ejercicios para adelgazar la papada sin cirugía
Carlos Fabián Avila

Revisado y aprobado por el médico Carlos Fabián Avila.

Última actualización: 06 julio, 2023

Con la edad, los cambios de peso y las dietas poco saludables, la papada puede sufrir flacidez o verse hinchada. Esto, que en un principio puede parecer algo irremediable, en realidad puede solucionarse si llevamos a cabo ciertos ejercicios para adelgazar la papada.

La cirugía no es la solución para todos los problemas que podamos tener. Si tenemos un exceso de peso, podemos hacer deporte, y si sufrimos flacidez, está la opción de hacer ejercicios para tonificar las partes del cuerpo que deseemos.

¿Se puede prevenir la papada?

Antes de repasar los ejercicios para esta región del rostro, es importante dejar en claro qué es la papada y si en verdad se puede prevenir. La papada es una acumulación de grasa en la parte inferior del rostro que se da con frecuencia en personas obesas, aunque también es un signo del envejecimiento.

Con respecto a su prevención, es evidente que mantener un peso saludable es la piedra angular en este sentido. Como explica un estudio publicado por la revista Annals of Nutrition & Metabolism, la pérdida de peso depende exclusivamente del gasto energético del organismo. ¿Y cómo se gasta energía? Nada menos que con ejercicio físico.

No obstante, no creas que con hacer ejercicios para adelgazar la papada bastará. En realidad, la grasa no se pierde de forma localizada, como bien explica una investigación publicada por la revista Journal of Strength and Conditioning Research.

Por esta razón, deberemos combinar estos ejercicios con otros que trabajen las demás zonas del cuerpo, de modo que podamos eliminar la grasa de modo homogéneo. Para ello, los ejercicios de cardio pueden ser muy convenientes, según una investigación publicada en International Journal of Sport Nutrition and Exercise Metabolism.

Ejercicios para adelgazar la papada

Teniendo en cuenta todas las pautas anteriores, tan solo necesitamos ser perseverantes para empezar a ver resultados. Estos son algunos de los ejercicios para adelgazar la papada que podemos llevar a cabo:

1. Dar un beso al aire

Este primer ejemplo de los ejercicios para adelgazar la papada es muy sencillo de hacer. Tan solo tenemos que poner los labios como si fuéramos a dar un beso al frente. Tenemos que forzar y exagerar mucho el beso para empezar a notar cómo se está ejercitando la papada.

  • Lo que vamos a hacer es llevar la cabeza ligeramente hacia adelante para potenciar el ejercicio. Seguro que ahora notaremos el estiramiento. Una vez que hemos dado el beso, regresamos a la posición inicial. Podemos hacer entre 6 y 8 repeticiones.
Mujer joven dando un beso al aire como ejercicios para la papada.
  • Después de dar un beso hacia el frente, podemos intentar dar un beso hacia arriba. Esto hará que el estiramiento en la papada sea mucho mayor. Realizaremos, de nuevo, las repeticiones pertinentes y procederemos a cambiar de ejercicio.

2. Movimiento de mandíbula

Este segundo paso de los ejercicios para adelgazar la papada es también muy sencillo. Lo que tenemos que hacer es girar la mandíbula hacia un lado; podemos alternar primero con el derecho y luego con el izquierdo. En ningún momento debe haber movimiento de la cabeza.

Lo que sí se debe de mover es la mandíbula. Intentaremos desplazar los dientes de abajo hacia adelante lo más que podamos. Luego, volveremos a la posición inicial y repetiremos entre 6 y 8 veces. Este ejercicio se debe hacer lentamente.

3. Exagerar las vocales

Aunque todos sabemos pronunciar las vocales, hacerlo exagerándolas puede convertirse en un ejercicio para reducir la papada. Para hacerlo, debemos ponernos delante de un espejo y pronunciar cada vocal estirándola lo máximo posible.

Es preciso poner la boca en la posición de la vocal exagerando su apertura y la posición de los labios. Podemos colocar un dedo debajo de la papada para darnos cuenta de cómo está trabajando. Si no lo notamos, es que tenemos que exagerar un poco más. Haremos una repetición con cada vocal.

Mujer abriendo la boca.

4. Lengua a la nariz

¿Eres de los que son capaces de tocarse la nariz con la lengua? Pues esto constituye otro de los ejercicios para adelgazar la papada sin cirugía. No importa si llegamos o no a la nariz; lo único necesario es que nos demos cuenta de cómo está trabajando la papada mediante este ejercicio.

Para ello, mientras lo realicemos, podemos colocar una mano o un dedo en la papada. Haremos unas 6 repeticiones lentas, en las que intentaremos tocar la nariz con la lengua, y después regresaremos a la posición inicial.

5. Tensión en el cuello

El último de los ejercicios para adelgazar la papada consiste en tensar el cuello. Para hacerlo, cerraremos la boca, apretaremos los dientes y ejerceremos toda la tensión con el cuello. Si nos miramos en un espejo, comprobaremos si lo estamos haciendo bien o no.

Es importante que, cuando realicemos este ejercicio, no solo notemos la tensión en el cuello, sino en la papada. En el caso de que no logremos sentir la tensión en la papada, tenemos que probar a realizar el ejercicio de nuevo porque no lo estamos haciendo bien.

En este caso, vamos a realizar unas 6 repeticiones. Tanto con este último ejercicio como en los anteriores, es imprescindible que no los realicemos con prisa, sino lentamente y siendo conscientes de cómo los estamos haciendo.

Suma paciencia a los ejercicios para adelgazar la papada

Podemos empezar haciendo estos ejercicios para adelgazar la papada una vez cada 2 días o 3 días a la semana. Lo importante es que adquiramos esto como un hábito, ya que es importante hacerlo con frecuencia para obtener resultados.

Si somos perseverantes y nos establecemos una rutina, además de seguir las pautas mencionadas previamente, probablemente logremos ver cómo la papada adelgaza. Finalmente, hemos de considerar también la importancia de consultar con un profesional de la salud que nos indique otras prácticas que puedan ayudarnos, como la planificación de una dieta equilibrada.


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