5 formas de dejar de esperar demasiado de los demás

Esperar demasiado de las personas puede provocarnos malestar y dificultar que disfrutemos de las relaciones sociales. Descubre cómo puedes ajustar mejor tus expectativas.
5 formas de dejar de esperar demasiado de los demás
Sara Ramo González

Revisado y aprobado por la psicóloga Sara Ramo González.

Última actualización: 09 julio, 2023

¿Quén determina lo que es “esperar demasiado”? Sencillamente tú.

En ocasiones generamos expectativas acerca de cómo deberían suceder las cosas o cómo deberían comportarse las personas que nos rodean. Si estas expectativas no terminan de ajustarse a la realidad podemos llegar a sentirnos traicionados o decepcionados por “esperar demasiado”.

Aprende 5 trucos que te ayudarán a gestionar mejor esos sentimientos negativos.

Vivimos en un mundo cambiante y variado donde las situaciones se suceden con rapidez así como las relaciones personales. Como animales hemos evolucionado para sobrevivir, muchas veces a base de anticiparnos a los cambios de nuestro entorno.

Esa tendencia puede resultarnos útil, pero también puede convertirse en un problema cuando las predicciones que realizamos no se cumplen como nosotros esperamos. La frustración que nos genera no predecir los cambios puede desplazar nuestro foco atencional y situarlo en el futuro.

Algunas teorías psicológicas postulan que en gran parte que la ansiedad aparece cuando la persona vive centrada en lo que espera del futuro, a menudo expectativas negativas, y se olvida de disfrutar el presente. Las expectativas son variadas, desde un puesto de trabajo, un resultado académico o un detalle de nuestra pareja.

Esperar demasiado, un doble filo

Como hemos dicho, nacemos predispuestos al aprendizaje y la supervivencia. Generamos con facilidad predicciones en función de nuestras experiencias vitales y las almacenamos tanto si son positivas como negativas con el fin de poder utilizarlas llegado el momento.

Estos patrones se automatizan y se convierten en los esquemas cognitivos a partir de los que, como si de un filtro se tratara, observamos y percibimos lo que nos rodea. Su utilidad es indudable y pueden servir de sustento a facetas de nuestra personalidad y nuestros aprendizajes.

La problemática aparece cuando estos esquemas se convierten en barreras que limitan nuestra percepción y nos impiden cambiar las estrategias conductuales, emocionales o cognitivas. Nos movemos hacia el polo de la rigidez y perdemos parte de nuestra capacidad de adaptación.

Cuando esto sucede absorvemos peor el impacto de lo que sucede a nuestro alrededor y nos volvemos vulnerables al estrés y la ansiedad que produce que las cosas escapen a nuestro control. En las relaciones personales podemos comenzar a esperar demasiado, decepcionarnos y sentir frustración.

Veamos estos 5 consejos para dejar de esperar demasiado y ajustar nuestras expectativas.

La solución eres tú

Siendo que realmente no es responsabilidad nuestra lo que los demás hagan o cómo se comporten, enofquemos nuestra atención en lo que podemos hacer nosotros.

1. Conócete

Como se dice, el primer paso es reconocer los problemas. Muchas veces los esquemas cognitivos de los que hemos hablado se basan en círculos cerrados de pensamiento donde existe un disparador que puede no ser del todo consciente para nosotros.

Este estudio realizado por la Universidad Nacional Autónoma de México hace hincapié en lo difícil que puede resultarnos a veces estar a solas con nosotros mismos.

Es importante que seamos capaces de identificar qué tipo de pensamientos subyacen a nuestras reacciones ante las personas y las emociones que se activan en nosotros cuando comenzamos a esperar demasiado de los demás.

Escoge la última vez que te sentiste decepcionado con una persona importante para tí preguntate a ti mismo lo siguiente:

  • ¿Qué pensé en ese momento?
  • ¿Cómo me sentía?
  • ¿Qué hice?
  • ¿Cómo lo afronté?

Puedes escoger varias situaciones y buscar qué cosas encuentras que tienen en común. ¿Hay algún pensamiento que se repite? ¿Coincide la forma que tienes de hacer frente a las situaciones?.

2. Prevenir antes de curar

Una vez conocemos mejor qué origina las cadenas de pensamientos negativos que nos llevan a depecionarnos por esperar demasiado de las personas, resulta más facil actuar.

Existen diferentes modos de actuar para detener los pensamientos negativos automatizados:

  • Cuestiona ese pensamiento o creencia. Pregúntate qué evidencias tienes de que lo que piensas es cierto y qué señales lo desmienten. Esto resulta útil ante los pensamientos irracionales que pueden aparecer en nuestra mente, tales como “Todas las personas me decepcionan” o “Nadie me valora”.
  • Deten el pensamiento. El cerebro humano es increíble, pero la multitarea muchas veces no es su punto fuerte. Prueba a mover el foco de tu atención fuera de ese pensamiento que te causa malestar. Algunas personas optan por realizar sumas de cifras aleatorias, deletrear palabras.
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3. Vuelve al presente

Actualmente existe mucha información acerca de la práctica de la atención plena, la cual puede ayudarnos a afrontar mejor las situaciones que nos producen ansiedad. Puedes comenzar practicando lo siguiente:

  • Respira hondo. El control de la respiración puede ofrecernos un espacio de comunicación entre el cuerpo presente y la mente que divaga, según afirma este estudio realizado por la Escuela Universitaria de Enfermería de la Universidad del País Vasco. Este anclaje puede servir para detener el flujo del pensamiento, sobre todo si te concentras en sensaciones corporales o tan solo en sentir el ritmo de tu respiración.
  • Escoge una imagen. Centrarnos mentalmente en una imagen que nos resulta agradable, un recuerdo o una palabra positiva puede ser un recurso sencillo pero eficaz.

Ver también:https://mejorconsalud.as.com/7-tipos-de-meditacion-beneficios/

4. Practica los auto-cuidados

Como hemos dicho, a veces podemos percibir lo que sucede en nuestro entorno en función de cómo nos sentimos. Esto puede beneficiarnos, potenciando emociones positivas presentes, o generar malestar.

Potencia tus emociones positivas a través de los auto-cuidados:

  • Físicos: los hábitos saludables como el ejercicio físico pueden ayudar a que nos sintamos mejor así como a liberarnos del estrés.
  • Emocionales: ofrécete mensajes positivos, acepta tus limitaciones y celebra tus virtudes.

5. Busca ayuda

A veces los problemas llegan y no nos sentimos preparados para afrontarlos. Si es esa tu situación y las expectativas que generas han terminado por interferir en tus relaciones sociales es fundamental que sepas que puedes buscar ayuda.

Existen infinidad de profesionales de la psicología que pueden ayudarte a encontrar la solución a tus problemas.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.