9 posiciones sexuales más placenteras para él
No podemos negar que, en el tema del sexo, todos tenemos nuestras preferencias y gustos. Sin embargo, existen posiciones sexuales que resultan más placenteras para él. El abanico de posturas sexuales predilectas de los hombres es muy amplio, aunque algunas garantizan más que otras el clímax.
Uno de los principales aspectos que se deben tener en cuenta es que los hombres son más visuales. Esto quiere decir que, más allá de la estimulación física, se excitan al observar el cuerpo, los gestos y las actitudes que tiene su pareja durante el acto sexual.
Por otro lado, muchos desean dominar la situación y sentir que tienen el control. Además, tienen en cuenta la profundidad con que pueden hacer la penetración y las sensaciones que les da la vagina con cada movimiento. Te enseñamos así 9 posiciones sexuales del Kamasutra que les resultan muy placenteras a los hombres.
9 posiciones sexuales más placenteras para los hombres
No hay nada escrito cuando se habla de placer sexual. Tanto hombres como mujeres pueden priorizar elementos diferentes, los cuales pueden ser tanto psicológicos como físicos. Para lograr el verdadero placer en la cama, y como señalan los expertos, la comunicación de la pareja resulta imprescindible.
Por tanto, las posiciones sexuales placenteras para él no sustituyen en absoluto la comunicación durante el sexo. Preguntar a la pareja qué le gusta y qué no es el mejor camino para garantizar su placer. Si lo que buscas es sorprender y no ser del todo predecible puedes apostar por las siguientes posiciones.
1. Sometido
Aunque no pueden negar que les encanta dominar, la mayoría de los hombres también se sienten muy excitados cuando su pareja tiene la iniciativa y toma el control absoluto de la situación.
Por esta razón, la posición del sometido es una de las que ellos prefieren durante el sexo. Es perfecta para quedar a merced de la mujer e ideal para disfrutar el placer de los movimientos de su cadera.
¿Cómo hacerla?
- El hombre debe tumbarse boca arriba y la mujer debe sentarse sobre su pene erecto, pero dándole la espalda.
- A partir de esta postura, ella puede marcar el ritmo de la penetración a su gusto y, al mismo tiempo, él la puede acompañar con sus movimientos sujetándola por las caderas.
- Dado que ambos pueden quedar con las manos libres, pueden aprovechar para estimular otras zonas erógenas.
2. Trapecio
No es una de las posiciones más fáciles de ejecutar y mantener. Sin embargo, por el reto que representa, y por la profundidad de la penetración, es una de las favoritas de todos los hombres. Requiere más habilidad y equilibrio que otras posturas, pero le permite mantener un contacto visual con su pareja.
¿Cómo hacerla?
- El chico se sienta sobre la cama con las piernas abiertas y la chica se siente sobre él con las piernas abiertas.
- Luego, esta última se recuesta poco a poco hacia atrás hasta que su espalda toca la cama.
- En el proceso, él la sostiene de las muñecas para evitar que un descenso brusco interrumpa con la penetración.
- Una vez en este punto, es el hombre quien marca el ritmo de los movimientos.
- Lo ideal es aumentar la intensidad y fuerza de los movimientos para disfrutar una relación sexual más pasional.
Esta una de las posiciones sexuales placenteras para él que requiere mayor flexibilidad. Permite a la mujer tener las manos libres, de manera que puede aprovecharlas para acompañar los movimientos de su pareja.
3. Dragón
La postura del dragón puede llevar la excitación masculina a otro nivel. Esta le permite tener esa sensación de dominio que tanto le gusta y, además, puede variar el ritmo de las penetraciones con gran facilidad.
El constante contacto con los glúteos y el roce de sus testículos potenciarán las sensaciones y hará de la experiencia algo más placentero.
¿Cómo hacerla?
- La mujer se debe recostar boca abajo sobre una almohada a la altura del hueso púbico. Esto permite levantar los glúteos y arquear el cuerpo para conseguir una penetración más profunda.
- Luego, el hombre se pone sobre la espalda de ella, sujetando sus manos (que pueden estar por encima de la cabeza) y adquiriendo su misma posición.
- Una vez se logre la posición, se iniciará la penetración vaginal por detrás utilizando movimientos circulares para variar su ritmo.
La penetración con esta postura sexual no es completa, lo que a su vez ayuda a retrasar la eyaculación. Sí permite movimientos libres y acelerados, lo que en compañía de lo anterior se traduce en una mayor sensación de poder y dominio.
4. Piernas al hombro
El contacto visual con esta postura es inevitable. Por esta razón, es una de las más placenteras para ellos. Debido al levantamiento que tiene la cadera de la mujer, las penetraciones son más profundas. Además, él puede mantener el control y se siente dominante.
¿Cómo hacerla?
- La mujer permanece acostada y pone sus piernas por encima de los hombros de él.
- Durante la penetración, el hombre se inclina para hacer contacto con los muslos de ella, alcanzando la profundidad deseada.
5. Loto
El loto es otra de las posturas donde la mujer puede tener el control. Para ellos es muy apasionante porque, además de disfrutar de los movimientos de ella, pueden sentir sus senos sobre el pecho y agarrar sus glúteos.
¿Cómo hacerla?
- El hombre se sienta con las piernas cruzadas, mientras que ella se sienta sobre su pene erecto, abrazando su torso con las piernas.
- La mujer mueve sus caderas y lleva el ritmo.
6. Piernas alineadas
Esta posición amerita de un elemento, que las piernas de la mujer estén juntas mientras ocurre la penetración. Es una variante del «misionero», pero con el ingrediente de una presión extra sobre el pene.
¿Cómo hacerla?
- La mujer está acostada con las piernas pegadas.
- El hombre está sobre ella, con las piernas abiertas. Sus piernas buscan abrazar las piernas de su compañera para darle un ritmo apasionado al acople.
Esta postura no solo ofrece un mayor placer el chico, también lo hace para la chica. Después de todo, al cerrar las piernas se produce una mayor tensión en las paredes vaginales; lo que permite una mayor sensación con cada penetración.
7. Pie arriba
Es una posición en la que la mujer se ofrece plena a la vista con las piernas abiertas y el cuerpo ligeramente levantado.
¿Cómo hacerla?
- Ella permanece acostada de espaldas, con las piernas abiertas. El torso levantado asegura profundidad en la penetración.
- Él lleva el ritmo de los movimientos, puede acariciar piernas y pechos y además, puede contemplar la evolución de la excitación.
8. El Joyero
Esta es una posición que garantiza placer y una estrecha unión, concentrada en las miradas y las caricias.
¿Cómo hacerla?
- Ambos están acostados de lado y de frente.
- La pierna de abajo permanece estirada mientras que la de arriba, se posa sobre la cadera de la pareja.
- La unión es profunda y lenta. El tiempo se alarga y la pasión crece con las caricias y la intensidad de las miradas.
9. El 69
De las posiciones más placenteras para él está esta que implica entrega y profundo erotismo, amén de un exclusivo primer plano del sexo de su pareja. Es dar y recibir placer, y muy difícil determinar quién lo disfruta más. Aunque tiene muchas variantes, la posición clásica es perfecta para potenciar el placer masculino.
¿Cómo hacerla?
- Básicamente, consiste en acostarse uno encima del otro el posición inversa.
- En esta posición ambos tienen un acceso libre y cercano a los genitales de su pareja.
Precauciones con las posiciones sexuales
Como ya te hemos advertido, lo más importante al momento de procurar el placer de la pareja es la comunicación. Además de esto, también se deben asumir algunas consideraciones de seguridad al momento de practicar las posiciones sexuales placenteras para él. Esto considerando que algunos movimientos y posturas pueden causar lesiones físicas en el pene y en otras partes del cuerpo.
Aunque es poco común, los expertos advierten que la fractura de pene ocurre mayoritariamente en pleno acto sexual. Muchas veces, por apostar por posiciones que demandan un alto grado de flexibilidad o por apelar por movimientos bruscos. Está muy bien incluir variedad en la cama, pero siempre se debe hacer con cuidado cuando se trata de una postura físicamente exigente.
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