5 razones por las que puede subir la presión arterial

La presión arterial alta puede incrementar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Es importante conocer su causa para orientar el tratamiento. Aquí repasamos 5 posibles detonantes. 
5 razones por las que puede subir la presión arterial
Nelton Abdon Ramos Rojas

Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas.

Última actualización: 06 julio, 2023

¿Por qué puede subir la presión arterial? ¿Cuándo consultar al médico? Estos y otros interrogantes son frecuentes entre aquellos pacientes con riesgo de enfermedades cardiovasculares o que han tenido alguna subida de tensión puntual. Conocer sus posibles causas es determinante para saber qué tratamiento requiere; por eso, en este espacio vamos a detallar 5 detonantes.

La presión arterial alta, también conocida como hipertensión, es un trastorno que puede derivar graves complicaciones a nivel cardiovascular. Ocurre cuando las arterias se estrechan o se obstruyen, lo que obliga al corazón a esforzarse más para bombear la sangre.

Como lo recopila una publicación en la revista Medicine, un 54 % de los accidentes cerebrovasculares y el 47 % de las enfermedades coronarias, en todo el mundo, se atribuyen a la presión arterial alta. Por eso, determinar su causa, adoptar un tratamiento y mantener controles médicos es esencial para quienes lo padecen. A continuación, detallamos más al respecto.

¿Qué es la presión arterial?

La presión arterial es la medida de la fuerza que ejerce la sangre contra las paredes de los vasos sanguíneos. El corazón es el órgano encargado de bombear dicha sangre para que la misma pueda transportar el oxígeno hacia el resto del cuerpo.

Al realizar la medida de presión arterial se toman dos datos: la presión arterial sistólica y la diastólica. La presión sistólica es la que se produce cuando el corazón se contrae y empuja la sangre hacia afuera. Entre tanto, la diastólica es aquella presión que se da cuando el corazón se relaja y se llena de sangre.

El resultado de la medición se expresa poniendo el número de presión arterial sistólica sobre el número de presión diastólica (120/80). De acuerdo con información publicada a través de American Heart Association (AHA) la presión se mide en milímetros de mercurio (mm Hg), de este modo, expone 5 grados de presión arterial.

  • Normal: 120/80 mm Hg.
  • Elevado (hipertensión): 120-129 mm Hg sistólica y menos de 80 mm Hg diastólica.
  • Etapa 1 hipertensión: entre 130-139 sistólica o 80-89 mm Hg diastólica.
  • Etapa 2 hipertensión: varía constantemente a 140/90 mm Hg o más.
  • Crisis hipertensiva: superior a 180/120 mm Hg (requiere intervención médica inmediata).
¿Qué es la presión arterial?
Tener la presión arterial alta aumenta el riesgo de eventos cardiovasculares graves. Por eso, es necesario controlarla.

¿Por qué puede subir la presión arterial?

La presión arterial puede subir por muchos factores, muchos asociados con el estilo de vida. Coincidiendo con datos publicados en National Institute on Aging, la edad, el historial familiar, el género y la raza son factores que no se pueden modificar. Sin embargo, lo asociado a la alimentación y a los hábitos puede mejorarse para minimizar los riesgos.

Asimismo, resulta conveniente mantener controles médicos, ya que esto permite abordar el problema en función de su origen. El médico, tras comprobar la causa o los factores relacionados, puede orientar hacia un tratamiento efectivo. Veamos en detalle qué puede subir la presión arterial y cómo mejorarlo.

1. Sobrepeso y obesidad

Tanto el sobrepeso como la obesidad tienen una relación con el aumento de la presión arterial. De hecho, en un artículo publicado a través de Obesity Action Coalition se expone que un 26 % de los casos de hipertensión en hombres y un 28 % de los casos en mujeres están asociados con el exceso de peso.

El problema es que un aumento en el tejido graso también incrementa la resistencia vascular. En consecuencia, el trabajo del corazón se multiplica para poder bombear la sangre hacia el resto del cuerpo. Una revisión en Experimental and Therapeutic Medicine señala que, en estos casos, los posibles tratamientos incluyen lo siguiente:

  • Adoptar una dieta balanceada, baja en calorías. La misma debe estar diseñada por un nutricionista. Se deben evitar las dietas extremas.
  • Restringir el consumo de sal y azúcares.
  • Moderar el consumo de grasas saturadas y evitar las grasas trans.
  • Aumentar el consumo de agua, frutas y verduras frescas.
  • Consumir pescado y carnes magras.
  • Ingerir granos enteros.
  • Hacer ejercicio físico aeróbico y de fortalecimiento muscular. 
Sobrepeso y obesidad
Tanto el sobrepeso como la obesidad son factores de riesgo de presión arterial alta. Incluso, pueden conducir a otras graves complicaciones de salud.

2. El estrés puede subir la presión arterial

Las situaciones de estrés pueden causar una subida repentina y temporal de la presión arterial. Hasta la fecha no hay evidencias sólidas sobre la exposición al estrés y su relación con la hipertensión a largo plazo. Sin embargo, algunos estudios sugieren que demasiado estrés aumenta la producción de hormonas como el cortisol, relacionadas con lo siguiente:

  • Aumento temporal de la presión arterial.
  • Alteraciones del ritmo cardíaco.
  • Estrechamiento de los vasos sanguíneos.
  • Conductas poco saludables (que también elevan la presión arterial).

Hay muchas formas de manejar el estrés. Incluso, puede ser necesaria la intervención de un psicólogo. En cualquier caso, técnicas de relajación como la meditación, el yoga, el ejercicio, etcétera, pueden ayudar.

3. Causas clínicas

Hay enfermedades que pueden conducir a subidas de presión arterial. De hecho, una publicación de National Health Service (NHS) señala que 1 de cada 20 casos de hipertensión ocurren como resultado de un problema de salud subyacente. Las causas clínicas pueden corresponder a las siguientes:

  • Nefropatía.
  • Diabetes.
  • Infecciones renales a largo plazo.
  • Apnea obstructiva del sueño.
  • Glomerulonefritis.
  • Estrechamiento de las arterias que irrigan los riñones.
  • Problemas hormonales, como tiroides hipoactiva, tiroides hiperactiva, síndrome de Cushing, acromegalia, entre otros.
  • Lupus.
  • Esclerodermia.

El tratamiento en estos casos puede ser muy variado, pues depende en gran medida del tipo de enfermedad relacionada con la presión alta. En general, son necesarios medicamentos y cambios en el estilo de vida.

4. Los medicamentos pueden subir la presión arterial

Algunos medicamentos pueden elevar la presión arterial. Esto se debe, en gran medida, a que cambian el equilibrio entre el sodio y los líquidos que existen en el organismo, lo que produce la contracción de los vasos sanguíneos.

Asimismo, como lo detalla una publicación en National Center for Biotechnology Information , los fármacos pueden causar una alteración en la producción, liberación o efectividad de las hormonas vasoactivas y efectos directos sobre el endotelio o el músculo liso vascular.

Entre estos medicamentos encontramos los siguientes:

  • Medicamentos para tratar el asma.
  • Paracetamol.
  • Inhibidores de la angiogénesis.
  • Antidepresivos (incluidos venlafaxina, bupropión y desipramina).
  • Cafeína (incluida la cafeína en el café y las bebidas energéticas).
  • Corticosteroides.
  • Ciclosporina.
  • Eritropoyetina.
  • Estrógenos (incluidas las píldoras anticonceptivas).

Si los medicamentos están causando subidas de tensión, el médico debe evaluar si es conveniente que la persona los siga tomando. Por ello, se vuelven necesarios los controles regulares.

Medicamentos
Algunos medicamentos pueden causar un aumento temporal de la presión. Es necesario evaluar los riesgos con ayuda del médico.

5. Alcohol y tabaco

Los pacientes que consumen alcohol y tabaco tienen más riesgo de sufrir hipertensión y enfermedades cardiovasculares. Ambas sustancias deterioran la salud arterial y afectan la eficiencia con la que se transporta la sangre a través de los vasos sanguíneos, tal y como lo detalla un estudio publicado en Alcohol Research: Current Reviews

Ninguna dosis de alcohol o tabaco es segura para la salud. Por lo tanto, la mejor manera de reducir los riesgos es evitando por completo ambas sustancias. Si hay dificultad para dejar de ingerirlas, la psicoterapia puede ayudar.

¿Qué más puede subir la presión arterial?

El sedentarismo, el consumo habitual de comidas rápidas, el exceso de sodio y la falta de control de algunas enfermedades también puede subir la presión arterial. En caso de tener antecedentes de hipertensión, lo mejor es mantener controles médicos regulares. Además, es necesario mejorar por completo el estilo de vida.


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