6 consejos para prevenir la artrosis a partir de los 35 años

Aunque la relacionamos con edades avanzadas, si no cuidamos las articulaciones es posible que la artrosis aparezca antes de los 35 años, por lo que debemos tomar medidas para evitarlo.
6 consejos para prevenir la artrosis a partir de los 35 años
Nelton Abdon Ramos Rojas

Revisado y aprobado por el médico Nelton Abdon Ramos Rojas.

Escrito por Solimar Cedeño

Última actualización: 06 julio, 2023

La artrosis es una palabra comúnmente relacionada con desgaste físico. Solemos asumir que es una afección propia de adultos mayores fruto del paso del tiempo. Sin embargo, ¿sabías que la artrosis es un trastorno relacionado con el desgaste de las articulaciones y que existen diversas causas que propician su aparición incluso antes de los 35 años?

Aquí te contaremos lo relacionado con ella para que conozcas un poco más acerca de esta afección y cómo detectarla a tiempo. Además, como la mayoría de las enfermedades, esta también puede prevenirse si tomas en cuenta estas sencillas recomendaciones.

¿Qué es la artrosis?

La artrosis, según la Fundación Internacional de la Artrosis (OAFI), “es una enfermedad articular degenerativa que afecta tanto al cartílago como al hueso y tejidos blandos de la articulación”. No es solo la lesión de una parte del cuerpo, sino que involucra un conjunto de partes interdependientes a las que debemos cuidar: huesos, cartílagos y tejidos.

El objetivo del cartílago articular es simple: hacer que los huesos se resbalen entre ellos para permitir el movimiento. Sin embargo, al desgastarse el cartílago articular expone la superficie del hueso, que al rozar con otros huesos genera mucho dolor.

  • Tiende a afectar las articulaciones más usadas, como las manos y la columna, y aquellas que soportan peso, como las caderas y las rodillas.
  • Los grupos de riesgo más comunes son las personas mayores, deportistas y personas que desempeñan trabajos fuertes que requieren mucha sobrecarga o tensión en las articulaciones.

¿Cuáles son los síntomas?

Entre los síntomas más habituales de la artrosis destacan:

  • Dolor articular y rigidez
  • Hinchazón prominente a nivel articular
  • Crujido o chirrido con movimiento de la articulación
  • Disminución de la función articular

¿Cuáles son sus causas?

La obesidad es una de las causas de la artrosis

Si bien es cierto que existen muchas razones para la aparición de esta condición, dentro de las más comunes se encuentran:

  • Sedentarismo
  • Exceso de actividad física
  • Alteraciones mecánicas del cuerpo
  • Traumatismos y microtraumatismos
  • Debilitamiento del cartílago como producto de una mala alimentación.

Aunque tiene un componente genético, las causas más comunes suelen estar relacionadas con los hábitos de vida. La obesidad es la principal causa, por lo que es necesario cuidar la alimentación desde temprana edad. Los niños obesos son propensos a padecer artrosis en algún momento de sus vidas.

Aunque parezca irónico, el ejercicio también puede causar artrosis. Por supuesto, solo si es muy intenso y si se hace en exceso. Los deportistas como boxeadores, futbolistas o los que practican halterofilia tienden a desarrollar artrosis con el tiempo.

¿Cómo se diagnostica?

El diagnóstico de la artrosis generalmente se obtiene a partir de la visita a un especialista (reumatólogos, fisioterapeutas y ortopedas). La detección de la artrosis generalmente se da por los síntomas previamente descritos y los resultados del examen físico.

Aunado a ello, el especialista recurre a exámenes como radiografías y otros con la finalidad de medir el nivel de la enfermedad y descartar otras afecciones propias de las articulaciones. Según este estudio del Centro de Salud Dr. Guigou de Tenerife, después de saber el grado de complicación de la enfermedad, el médico indicará el tratamiento adecuado tomando en cuenta las características fisiológicas del paciente. En los casos más graves, la intervención quirúrgica puede ser una opción para aliviar los síntomas.

6 consejos para prevenir la artrosis a partir de los 35 años

Como muchas enfermedades, la artrosis también se puede prevenir, puesto que no está condicionada estrictamente por factores genéticos, aunque en algunos casos sí pueden influir. Son los hábitos de vida los que tienen mayor peso en la aparición de la enfermedad.

Su prevención resulta relativamente sencilla, pues consiste en:

1. Estar informados sobre la enfermedad

Esto no es importante solo para quienes la padecen sino que resulta muy valioso para cualquier persona. Es fundamental si se encuentran en los grupos de riesgo más comunes: mujeres, deportistas y personas que sufran de obesidad.

Saber todo lo relacionado con la enfermedad te ayudará a tomar las previsiones necesarias para evitar lesiones y el padecimiento de la enfermedad más adelante. Además, si alguno de tus familiares resulta diagnosticado, será de mucha utilidad para enfrentar la enfermedad.

2. Realizar actividad física moderada

La actividad física permite el fortalecimiento de los músculos y articulaciones. No obstante, debemos tener cuidado y no sobreexcedernos, tal y como afirma este estudio del Hospital de Navarra.

En caso de ser deportista es muy importante realizar la actividad física bajo la supervisión de un entrenador y acudir al médico periódicamente para que este revise el estado de las articulaciones.  Si apenas estás empezando con tu rutina deportiva también es muy importante contar con la supervisión de un profesional.

Además, debes complementar la actividad física con información sobre cómo se realizan los ejercicios. Esto te ayudará a dominar mejor cada movimiento sin sobrecargar los músculos, huesos y tendones.

3. Mantener una alimentación balanceada para prevenir la obesidad

La pérdida de peso en el caso de personas obesas alivia la sobrecarga de las articulaciones y, por ende, frena la aparición de la artrosis. Tener una alimentación balanceada permitirá que la persona mantenga el peso adecuado para su edad y estatura.

Mantén una alimentación rica en nutrientes, vitaminas y minerales. Reduce el consumo en exceso de grasas saturadas, carbohidratos y azúcares. No solo te ayudará a evitar la artrosis, sino también enfermedades cardiovasculares.

4. Mantener una alimentación rica en suplementos que nutran al cartílago

El consumo de suplementos como colágeno hidrolizado, condroitín sulfato, glucosamina y ácido hialurónico es ideal para nutrir al cartílago. Se recomienda una dieta rica en estos suplementos o su ingesta en forma de cápsulas.

Algunos suplementos, como la glucosamina, ya son producidos por nuestro cuerpo y se encuentran alrededor de las articulaciones. Sin embargo, a medida que se envejece, el grado de este suplemento desciende y la articulación se debilita. Por ello es importante consumirla con frecuencia.

5. Evitar las cargas pesadas y movimientos repetitivos de las articulaciones

No levantar objetos pesados para prevenir la artrosis

Someter a las articulaciones a gran esfuerzo hará que se debiliten. En caso de levantar cargas pesadas se debe hacer con precaución y poca frecuencia. De igual forma, realizar movimientos repetitivos de las articulaciones podría desgastarlas y esto aumentaría las probabilidades de padecer artrosis.
  • Si estás lesionado y realizas actividades o trabajos exigentes, toma pausas con frecuencia.
  • También protege tus articulaciones con la ayuda de implementos como coderas y rodilleras para evitar complicaciones.

6. Utilizar calzado adecuado

Los zapatos que den estabilidad al caminar y amortigüen correctamente las pisadas son los más indicados para prevenir la enfermedad. No se recomienda el uso en exceso de tacones altos.

Si bien puedes utilizar zapatos de tacón en ocasiones especiales, es recomendable no usarlos diariamente. Esto solo ocasionará inestabilidad a tu cuerpo en cada pisada. Tus posibilidades de sufrir una caída aumentan y, además, el zapato no absorbe correctamente el impacto entre el piso y tu pie. Por tanto, podría aumentar el riesgo de lesiones.

Sigue estos simples consejos para disminuir tus probabilidades de padecer artrosis. No sobrecargues tus articulaciones y cuídalas. Si sientes dolor en las rodillas, caderas o manos, recuerda visitar cuanto antes a tu médico para que te diga qué puede estar pasando. No esperes a que sea demasiado tarde.


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