6 razones por las que no disfrutas el sexo plenamente

Sentirse satisfecho en las relaciones sexuales implica saber manejar el estrés y dejar atrás algunos complejos. Conoce otras razones por las que no logras disfrutar del sexo plenamente.
6 razones por las que no disfrutas el sexo plenamente
Diego Pereira

Revisado y aprobado por el médico Diego Pereira.

Escrito por Virginia Martínez

Última actualización: 09 julio, 2023

Aunque suene extraño, tener relaciones sexuales no es algo sencillo para muchas personas. En efecto, hay muchos factores que pueden incidir en que los encuentros íntimos sean realmente placenteros. Es el caso de aquellos que se ven afectados por los altos niveles de estrés de la rutina diaria o algunos complejos.

Si crees que este puede ser tu caso, a continuación, te presentamos las 6 razones más comunes por las que no disfrutas el sexo con tu pareja. Toma nota y, una vez los hayas identificado, anímate a trabajar en ellos y recuperar la pasión.

¿Por qué no disfrutas del sexo plenamente?

Fobia al sexo
Una persona con erotofobia siempre va a poner excusas para evitar mantener relaciones sexuales.

Desde siempre, el sexo se ha presentado como un acto lleno de placer en el que ambos miembros de la pareja se dejan llevar por la pasión. No obstante, la realidad es que, en muchas ocasiones, aunque se lleve a cabo una relación sexual, algunos no logran sentirse plenamente satisfechos. ¿Qué es lo que falla?

Quizás algunos complejos, el nerviosismo o el estrés de las responsabilidades diarias pueden ser situaciones que impiden entregarse por completo y disfrutar del momento. De hecho, el estrés, además de incidir en la salud en general, es una de las causas principales para que el sexo no se disfrute plenamente. Te contamos qué otros factores se deben tener en cuenta.

1. Ansiedad por agradar a la pareja

Quizás sientes presión por satisfacer a tu pareja, de modo que te estresas y no eres capaz de relajarte. Por eso, olvidas que tu excitación y placer son tan importantes como los de la otra persona y que merecen la misma dedicación.

Por otra parte, puede que desees hacer algo en la cama para encender la pasión pero no te atreves a expresarlo a tu pareja por el miedo a ser rechazado o a lo que piensen de ti. De cualquier forma, no cumples tus deseos y eso hace que guardes en tu interior un factor de estrés durante la relación.

Para poder disfrutar del sexo plenamente primero hay que relajarse. Por eso, es mejor dejar atrás tabúes, evitar el estrés y la presión, y darse por completo al placer de ambos. Además, no olvides que la comunicación es muy importante en una relación. De otro modo, ¿cómo van a gozar si no conversan sobre lo que más les excita y satisface?

2. Algunos complejos

Otra de las razones por las que no disfrutas el sexo puede ser los complejos que aparecen durante la relación. Tal vez hay ciertas zonas de tu cuerpo que no te agradan e intentas evitar que te toquen aquí o allá o, incluso, tratas de cubrirlas para que no se vean. Por supuesto, si la luz está encendida todo es más complicado.

¿Cómo dejarse llevar por el placer si no logras relajarte? Por eso, lo mejor es dejar atrás cualquier complejo y evitar el estrés o ansiedad que pueda afectar el encuentro. Vivir el momento sin pensar demasiado puede ser una buena estrategia para disfrutar plenamente del sexo.

3. Sequedad vaginal

Ante este problema frecuente en algunas etapas de la mujer, emplea lubricantes o geles que ayuden en el momento de la relación.

Muchas mujeres, a pesar de sentirse excitadas, presentan sequedad vaginal. Aunque es algo normal en determinadas etapas, especialmente durante la menopausia o la lactancia, una publicación de la Clínica Mayo señala que esta condición puede hacer que las relaciones sexuales sean dolorosas y, también, provocar síntomas urinarios importantes.

Para prevenir esta situación, existen lubricantes que pueden ayudar a evitar este problema y mantener relaciones sexuales satisfactorias. Prueba aquellos que sean a base de agua y que no contengan glicerina para que no se presenten irritaciones.

4. Obsesión con llegar al orgasmo

Muchas veces, es tal la obsesión con llegar al clímax que se crea un círculo vicioso en el que el estrés por alcanzarlo lleva, precisamente, a no conseguirlo. En efecto, es necesario entender que el sexo ofrece muchos más placeres que te puedes estar perdiendo si te obsesionas con el orgamo.

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5. Problemas de vaginismo

Pareja en la cama donde el hombre está consolando a la mujer
La sensación de dolor durante el coito es una problemática que deberá ser consultada a tu ginecólogo para localizar las causas.

El vaginismo es un problema sexual femenino caracterizado por la contracción involuntaria de los músculos de la pelvis que rodean la vagina. Por eso, puede llegar a estrecharse demasiado, provocando dolor durante el coito.

El tratamiento para esta afección, según un artículo de National Health Service, se enfoca principalmente en el manejo de los sentimientos en torno al sexo y algunos ejercicios para acostumbrarse de manera gradual a la penetración. Además, se recomienda practicar algunas técnicas de relajación y realizar ejercicios para fortalecer el suelo pélvico.

6. Anorgasmia femenina

Se trata de otro problema sexual que impide disfrutar del sexo. En este caso, como lo indica la Revista Internacional de Andrología, a pesar de la estimulación y la existencia de deseo sexual, la mujer no puede llegar al orgasmo. Aunque se puede deber a etapas como la menopausia, la anorgasmia puede ser algo mucho más complicado.

En efecto, hay causas tanto físicas como psicológicas que deben ser tratadas para evitar problemas en la relación de pareja y en la salud en general. Por eso, lo mejor es identificarlas y atacarlas. Además, es fundamental aprender a entender tu cuerpo y buscar la diferentes tipos de estimulación sexual.

Como has podido observar, la mayoría de las razones por las que no disfrutas el sexo están relacionadas de alguna manera con el estrés. Por esta razón, ya sea hablando con tu pareja o iniciando una terapia sexual, el objetivo será desinhibirse y relajarse para aumentar la seguridad.


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