6 razones por las que puede doler la espalda

Tanto la falta como el exceso de actividad física puede ser un factor de riesgo a la hora de padecer dolor de espalda, por lo que deberemos adaptarla a nuestras posibilidades
6 razones por las que puede doler la espalda
Carlos Fabián Avila

Revisado y aprobado por el médico Carlos Fabián Avila.

Última actualización: 06 julio, 2023

El dolor de espalda es el conjunto de síntomas que presentan una molestia focalizada en la columna vertebral.  Este problema disminuye las capacidades funcionales de una persona. Cualquiera puede padecer dolor de espalda. De hecho, cerca de dos terceras partes de la población adulta lo padece en alguna ocasión.

Ahora bien, tras esta dolencia pueden haber diversas causas subyacentes que, preferiblemente, deben ser determinadas por un profesional. Si bien haremos un repaso en el siguiente espacio, debe ser un médico quién realice el diagnóstico. ¡Tenlo en cuenta!

Posibles causas de dolor de espalda

Como lo destaca una publicación en la Revista de Clínica y Salud, gran parte de los detonantes del dolor lumbar se deben a las alteraciones de la estructura que conforma la columna vertebral. Entre otros, puede afectar a:

  • Ligamentos
  • Músculos
  • Discos vertebrales
  • Vértebras

¿Te duele la espalda? Te invitamos a leer el siguiente artículo: 6 posturas para aliviar el dolor de espalda.

Factores específicos

Dolor de espalda debido a la fibromialgia

Existen causas específicas, como traumatismos, mala postura y debilitamiento muscular. El daño también puede deberse al esfuerzo excesivo y sobrecarga mecánica, que producen dolor en la espalda.

Factores no específicos

Por otra parte, puede que el dolor lumbar no sea atribuible a ninguna de las causas anteriores. Se trata de dolores que modifican su intensidad de acuerdo al cambio de posturas. También puede variar al realizar determinada actividad física.

  • En estos casos, es necesario analizar distintos elementos biológicos, sociales, estructurales e incluso psicológicos.

Factores de riesgo

1. Estrés y depresión

 

Qué es la depresión

De acuerdo a diversas investigaciones, tanto el dolor crónico y la lumbalgia se asocian regularmente a estados de estrés, depresión y ansiedad. Aunque la causa del dolor sea física, se ha demostrado que los factores psicológicos inciden de manera importante en el desarrollo y tratamiento de dichas molestias.

Por esta razón, es recomendable tomarse un respiro y relajarse. Es preciso mantener un buen programa de descanso e incluir actividades agradables dentro de la rutina en la vida diaria.

2. Edad

Con el paso de los años el cuerpo se va desgastando de manera natural, incluyendo la columna vertebral y articulaciones. Por esta razón el dolor de espalda es más común en personas mayores quienes generalmente padecen dolencias como la osteoartritis o estenosis espinal.

En cambio, las personas jóvenes se ven afectadas por patologías definidas.  Tal es el caso de hernia discal o enfermedad degenerativa de los discos invertebrales.

3. Genética asociada con el dolor de espalda

Genética

Puede existir predisposición genética especialmente en personas que presentan síntomas de dolor de espalda y enfermedad discal desde pequeñas.

De acuerdo con investigaciones como la que se publicó en Journal of Clinical Investigation , el gen mutado “carbohidrato sulfotransferasa 3 (CHST3)” parece ser el responsable de incrementar un 30% el riesgo de desarrollar la degeneración del disco lumbar.

Estas investigaciones también indican que si alguno de los padres posee dicho gen, existe el 50 % de probabilidad que el hijo también lo padezca.

Por esta razón, se sugiere seguir un estilo de vida saludable evitando el ejercicio físico intenso. En caso de poseer dicho gen, debe descartarse completamente el levantamiento de pesas.

4. Riesgos laborales

La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera que existe relación entre los trastornos musculoesqueléticos y el esfuerzo físico que se realiza durante la actividad laboral.

Las actividades que requieren de grandes esfuerzos son aquellas en las que se manipulan cargas pesadas. Esto involucra moverlas, empujarlas o incluso utilizar máquinas o herramientas.

No obstante, el dolor de espalda también puede deberse al número de repeticiones y a la cantidad de horas por día a las que cierta persona se exponga habitualmente al realizar dichos esfuerzos.

Mientras que las lesiones por esfuerzos ocasionales son agudas pero breves, la exposición a esfuerzos habituales puede resultar en lesiones y trastornos de tipo crónico.

Algunas consideraciones que se pueden aplicar en estos casos son manipular cargas pesadas cerca del cuerpo, doblando las rodillas para conservar la espalda recta. Asimismo, es recomendable mantener un ritmo moderado al ejecutar actividades de riesgo.

5. Sedentarismo

Consecuencias del sedentarismo

A nivel mundial, la inactividad física es uno de los factores de riesgo de mortalidad y, evidentemente, perjudica el estado del aparato locomotor. Es fundamental mantenerse activo pues así los músculos en acción conservan su capacidad funcional, al igual que los tendones y huesos.

De otro modo, las estructuras biológicas se debilitarán y no tendrán la fuerza necesaria para proteger a la columna vertebral y darle estabilidad a las articulaciones y ligamentos. Al final, la falta de potencia muscular incrementará el riesgo de que el dolor aparezca o persista.

Sí, a veces es difícil mantenerse activo, sobre todo cuando se vive en un entorno laboral sedentario. Sin embargo, utilizar las escaleras en lugar del ascensor o usar menos el automóvil para caminar son un buenas estrategias para incrementar la actividad física.

6. Mala postura, una causa frecuente de dolor de espalda

La mala postura es una de las causas más comunes del dolor de espalda cuando no existen lesiones en la región. La razón se debe a la inadecuada distribución de peso de la cabeza. En consecuencia, los músculos de la espalda se tensan y son sometidos a sobresfuerzos para encontrar el equilibrio del cuerpo.

Mantener la cabeza, hombros, cadera y tobillos alineados es la postura correcta al estar de pie. No obstante, si estás sentado, se deben apoyar los pies en el piso, permanecer con las rodillas con un ángulo recto, mantener la espalda pegada al respaldo y sobre todo, evitar encorvarse.

Asimismo, hay que abstenerse de realizar torsiones o flexiones del tronco en la mayor medida posible, pues estos movimientos están asociados a un mayor riesgo de padecer dolor de espalda.

¿Te suele aquejar el dolor de espalda? Recuerda que para un tratamiento adecuado y oportuno debes consultar al especialista. De ser necesario, el profesional puede sugerir medicamentos para el dolor y terapias de rehabilitación muscular con el fisioterapeuta.

Imagen principal cortesía de © wikiHow.com


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