11 hábitos que dañan tus riñones y cómo evitarlos

Los riñones son los encargados de filtrar todos los alimentos que ingerimos, por lo que es muy importante que no los sobrecarguemos. El consumo excesivo de alcohol, entre otros factores, también puede resultar perjudicial.
11 hábitos que dañan tus riñones y cómo evitarlos
Carlos Fabián Avila

Revisado y aprobado por el médico Carlos Fabián Avila.

Última actualización: 24 mayo, 2023

Los riñones son los órganos responsables de filtrar los desechos y el exceso de líquido para eliminarlos a través de la orina. Esto quiere decir que son vitales para la salud de todo el organismo. Ahora, ¿sabes cuáles son los hábitos que dañan tus riñones y cómo evitarlos en el día a día? En caso de que no, o tengas algunas dudas, sigue leyendo todo lo que vamos a comentarte a continuación.

A pesar de que los riñones son esenciales para la salud y el bienestar, a menudo muchos de nosotros ignoramos ciertos hábitos que pueden condicionar su adecuado funcionamiento, como una mala alimentación e hidratación. Ahora bien, como se puede llevar una vida relativamente normal con tan solo el 20 % de su función renal.

De este modo, aunque los riñones están deteriorándose de manera gradual, puede darse el caso de que la persona afectada no sea consciente de ello hasta que el problema esté muy avanzado. A continuación, desarrollamos 11 hábitos que dañan tus riñones y que están contraindicados por los profesionales.

Hábitos que dañan tus riñones y cómo evitarlos

Una investigación publicada en Journal of Epidemiology concluyó que, mantener hábitos de vida poco saludables aumenta la incidencia a desarrollar enfermedad renal crónica. Según esta publicación, es importante evitar el sedentarismo, las cenas nocturnas y los refrigerios antes de acostarse, así como mantener una dieta sana para prevenir la disfunción renal.

En este sentido, es conveniente conocer otros hábitos que se han asociado con dificultades de salud a nivel renal. Esto, sobre todo, con el fin de crear conciencia sobre lo importante de llevar un estilo de vida saludable para proteger las funciones del riñón.

1. Consumo de refrescos y gaseosas

Refrescos de cola.

El consumo de refrescos y gaseosas es uno de los hábitos que pueden dañar los riñones. Como lo señala un estudio publicado en Journal of Epidemiology, este tipo de bebidas son ricas en ácido fosfórico y, a menudo, se asocian con cambios urinarios que inciden en la formación de cálculos renales. A su vez, los hallazgos sugieren que elevan el riesgo de enfermedad renal.

2. Exceso de sodio

Una de las funciones que cumplen los riñones es la de metabolizar el sodio que ingerimos a través de los alimentos. La sal, muy presente en la alimentación, es la fuente principal de sodio, elemento que necesita ser eliminado prácticamente en su totalidad.

Cuando consumimos sodio en exceso, los riñones tienen que trabajar el doble. Lo que a largo plazo provoca que puedan verse afectados. Según información publicada en National Kidney Foundation (NKF) , cuando los riñones no están sanos, hay una mayor acumulación de sodio y líquidos en el cuerpo.

Como consecuencia, se puede producir hinchazón en los tobillos, aumento de la presión arterial, dificultad para respirar o acumulación de líquido alrededor del corazón y los pulmones.

La forma principal de evitar este hábito tan cotidiano consistiría en reducir al máximo su ingesta. Dado que la sal es un ingrediente que está presente en muchos de los alimentos que adquirimos y tomamos en el día a día, su completa eliminación resulta muy compleja.

Muchos expertos, médicos y nutricionistas, recomiendan el uso de especias como el orégano, el cilantro, la cúrcuma o el jengibre, como sustitutos de la sal.

3. La cafeína en exceso supone un riesgo para los riñones

Principales mitos sobre el café
El café en sí mismo no causa insomnio, ya que el organismo elimina la cafeína unas 4 horas después de consumirlo. Simplemente, deberíamos evitarlo antes de ir a la cama.

En otra investigación del National Kidney Foundation (NKF) se señala que, el consumo moderado de café no suele representar un riesgo para la salud renal. Hasta la fecha no hay evidencias que demuestran que el consumo de 3 o 4 tazas de café al día eleve el riesgo de enfermedad renal o la tasa de disminución de la función renal. 

Sin embargo, sí hay una relación entre el consumo excesivo de cafeína y un aumento repentino de la presión arterial alta. Por tanto, ingerir en exceso esta bebida sí podría incidir en daños renales. Así pues, la clave está en beber café y té con moderación y evitar las bebidas energéticas comerciales.

4. Abuso de analgésicos

La relación del abuso de analgésicos con los problemas renales es un tema bastante controversial. Hasta hace algunos años se afirmaba que, determinados analgésicos podían conducir al desarrollo de condiciones como la nefropatía analgésica.

Sin embargo, las evidencias actuales, como las que se muestran en un estudio publicado en International Medical Case Reports Journal , cuestionan el papel de un analgésico en específico como única causa de nefropatía analgésica.

De acuerdo a lo observado, el uso de medicamentos como el paracetamol no supone un riesgo de deterioro de la función renal. Sin embargo, se desaconseja el uso de analgésicos combinados o en exceso. En cualquier caso, es fundamental consultar con los médicos y expertos, sobre todo si hay indicios de enfermedad renal.

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5. Beber alcohol en exceso resulta lesivo para los riñones

El consumo excesivo de alcohol es un hábito que puede dañar los riñones en poco tiempo. Este producto contiene toxinas y componentes químicos que resultan muy agresivos con los riñones y el hígado.

Según este estudio publicado en Alcohol Health and Research World, esta bebida puede alterar los mecanismos de control hormonal que rigen los riñones y, además, produce un desequilibrio en los electrolitos.

Es muy importante ser prudente al beber alcohol, es decir, estar conscientes de lo que esto supone, consumiendo con moderación y evitando los excesos. De todos modos, sustituir este tipo de bebida por agua, batidos o zumos naturales es siempre una mejor opción.

6. Aguantarse las ganas de orinar

Cuando el deseo de orinar llama, es muy importante atenderlo lo antes posible. Retener la orina es muy mala idea, ya que a largo plazo puede causar daños como insuficiencia renal o incontinencia, tal y como muestra este estudio.

Mantenerse largos periodos de tiempo sin orinar puede producir severas infecciones urinarias. Estas son infecciones bacterianas que afectan el tracto urinario, debido a los gérmenes de la orina acumulada en la vejiga.

7. Fumar

Además de comprometer fuertemente la salud respiratoria, el hábito del tabaquismo también puede conducir al daño renal. Según un estudio publicado en BMC Public Health, fumar está relacionado con un mayor riesgo de enfermedad renal crónica y un aumento de la progresión de la enfermedad. Así, es imprescindible buscar apoyo para dejar de fumar.

8. Dieta alta en proteínas

Muchas personas ingieren una gran cantidad de proteínas al día, bien sea con el fin de ganar masa muscular o para tratar alguna patología. Por desgracia, llevar este tipo de alimentación por un tiempo prologando puede afectar los riñones, así lo expone un estudio publicado en Journal of the American Society of Nephrology.

La ingesta elevada de proteínas, sobre todo aquellas de origen animal, generan un aumento en la presión del glomérulo renal. A la larga, este hecho puede generar una lesión renal, provocando la expulsión de diversas proteínas a través de la orina. Además, este tipo de dieta supone un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedad renal crónica en algunas personas.

9. Consumir poca agua al día

Un estudio reciente publicado en la revista Nutrients demostró que el bajo consumo de agua es un factor predisponente para el desarrollo de enfermedades renales agudas como cálculos renales. El artículo también detalla que consumir poca agua puede favorecen a la aparición de hipertensión arterial y enfermedad renal crónica.

En este sentido, siempre se recomienda la ingesta de al menos 8 vasos de agua al día. Esta cantidad garantizará la correcta hidratación del organismo y disminuirá la probabilidad de desarrollar las patologías mencionadas.

10. Comer alimentos con alto contenido de potasio

Al igual que la sal, todo el potasio que ingerimos es procesado y eliminado a través de los riñones. Este electrolito es útil para una gran variedad de funciones orgánicas, pero puede traer graves consecuencias cuando está en exceso. Uno de ellas, es un aumento en el trabajo renal para la excreción del potasio.

En este sentido, se recomienda mantener un consumo moderado de frutas como las guayabas, las fresas, el plátano y los duraznos. De igual forma, algunas verduras ricas en este metabolito son la acelga, la lechuga, el jitomate y las espinacas.

11. Sedentarismo

La falta de actividad física está asociada con un mayor riesgo de obesidad, enfermedades cardiovasculares y trastornos metabólicos. Todas estas afecciones comprometen el funcionamiento adecuado de los riñones y producen daño renal a largo plazo. Por tal motivo, es aconsejable realizar actividad física leve al menos 30 minutos al día, 3 veces a la semana.

La prevención es el mejor cuidado

Estar conscientes sobre los hábitos que dañan los riñones es muy importante para prevenir graves complicaciones. Muchas veces nos engañan con productos que dicen ser saludables, pero que en realidad están repletos de sustancias tóxicas para el organismo.

Puedes consultar con un profesional de la salud cualquier duda que tengas al respecto y, si ya sufres algún problema de riñón, tienes menos excusas para no evitar estos hábitos.


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