7 tipos de conflictos y cómo solucionarlos

Si las discusiones de pareja se han convertido en una rutina diaria en tu relación, es importante que eches el freno. Te damos las claves para analizar qué es lo que puede estar ocurriendo.
7 tipos de conflictos y cómo solucionarlos
Bernardo Peña

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña.

Escrito por Yamila Papa Pintor

Última actualización: 25 mayo, 2023

Las discusiones, aunque no sean del agrado de nadie, ocurren. A veces por malos entendidos, otras por opiniones diferentes o incluso por ignorancia. La cuestión es que hay que saber lidiar con ellas, de ahí qué saber los tipos de conflictos a los que podemos enfrentarnos es clave para solucionar lo sucedido.

En este caso, nos centraremos en los conflictos de pareja, aunque bien es cierto que la mayoría de ellos también están presentes en el resto de relaciones. Lo importante es no permitir que se conviertan en una costumbre, ya que pueden acabar dañando hasta la relación más sana y honesta. Dicho esto, veamos qué conflictos son los más comunes.

¿Qué tipos de conflictos de pareja existen?

Las conductas y actitudes que tenemos en una relación (así como también las del otro, porque una pareja está formada por dos personas) pueden determinar el éxito o el fracaso de esta. Así, es importante prestar atención a los problemas habituales a los que debemos enfrentarnos. Son los siguientes.

Hombre discutiendo con su pareja

1. Criticar

Aunque existan las llamadas “críticas constructivas”, lo cierto es que a nadie le gusta que le digan que se ha equivocado de manera continua, sobre todo cuando esas palabras son pronunciadas por su pareja. Por lo tanto, las críticas pueden generar un conflicto.

Culpar al otro por su carácter, personalidad, acciones o pensamientos es como si lo atacásemos directamente. Si bien hay una parte que depende de cómo la otra persona se tome las cosas, lo cierto es que una actitud demasiado negativa. De ahí que sea recomendable expresar sugerencias u opiniones más que culpar y criticar.

2. Tener diferencias insalvables

Nadie dice que una pareja deba estar de acuerdo en todo (algo que además sería prácticamente imposible). No obstante, existen ciertas diferencias que hacen mella en la relación y que en ocasiones son insalvables.

Sin duda, este es uno de los tipos de conflictos a los que muchas parejas se deben enfrentar. Los objetivos vitales diferentes pueden ir desde tener hijos o no, el tipo de dieta, la ideología política o incluso el lugar elegido para vivir.

No hay que infravalorar el poder de esos detalles porque si se acumulan, pueden convertirse en inconvenientes mucho más grandes. Por lo tanto, hablar sobre las prioridades y valores de cada uno a lo largo de la relación es importante. 

3. Despreciar

Actuar como si uno fuese mejor que el otro suele tener consecuencias negativas. Insultar, hablar a la pareja como a un “subordinado” o no apreciar los pequeños detalles son faltas de respeto muy graves.

Por ejemplo, indicar que la comida que uno ha preparado es horrible, que no sabe ni cambiar una bombilla o que no es bueno en la cama son formas de despreciar al otro. ¿A qué viene ese aire de superioridad?

Y atención, porque esta actitud puede minar la autoestima de la otra persona, además de generar una especie de autoconvencimiento de que el otro siempre tiene razón. En estos casos, la humildad es lo más importante. Nadie es mejor que nadie.

4. Estar insatisfecho sexualmente

Otro de los tipos de conflictos más comunes a nivel de pareja tiene que ver con lo que sucede (o no) en la cama. Más allá de que exista algún trauma, un tabú o disfunción no tratada, muchas relaciones sobreviven sin disfrutar a pleno de la sexualidad.

Como primera medida, hay que aceptar que se existe un problema íntimo y buscar ayuda. A veces, es tan simple como sentarse a hablar sobre sexo (aunque parezca algo incómodo) o encontrar el momento adecuado para favorecer un encuentro íntimo.

Los problemas sexuales en las parejas son más comunes de lo que creemos y para solucionarlos es recomendable acudir a terapia.

5. No comunicarnos como corresponde

Es uno de los tipos de conflictos que no podía faltar en este listado y que genera más problemas de los que pensamos. No decir aquello que sentimos o deseamos es contraproducente. Los silencios y el hecho de encerrarnos en nosotros mismos nos alejan cada vez más de nuestra pareja.

Sin embargo, a veces el problema no es tan grave, ya que la falta de comunicación también puede estar basada en cuestiones más triviales. Por ejemplo, cenar con la televisión encendida, salir de paseo juntos pero no dejar de mirar el móvil, etc.

Pareja enfadada

6. Pensar diferente sobre el dinero

El tema monetario es uno de los principales causantes de peleas en la pareja. El conflicto puede desencadenarse de diferentes maneras. Por ejemplo, cuando uno de los dos gana más; cuando los gastos sobrepasan el presupuesto e incluso cuando las prioridades no son iguales.

Si para uno ciertos objetos o servicios son indispensables y para el otro no, puede haber discusiones sobre aspectos económicos. Y ni que hablar del ahorro y cómo emplearlo a futuro.

7. La educación de los hijos

Es muy normal que los hijos sean motivo de conflictos en la pareja. A la hora de educar, si bien es cierto que los padres suelen estar de acuerdo, muchas veces se choca en ciertos aspectos. 

Es importante que aprender a resolver este tipo de situaciones de manera asertiva y pacífica; a ser posible, cuando los niños no estén delante. Escucharse y poner en común los puntos de vista es esencial.

Estar en sintonías diferentes

Hay veces que, simplemente, se está en sintonías diferentes con la pareja. En estos casos, es importante sentarse y hablar para poder llegar a una solución.

De no ser así, los conflictos serán cada vez más comunes y es probable que acaben destruyendo la relación. Por ello, hay que plantearse si, realmente, se quiere llegar a ese nivel.


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