16 motivos por los que tu orina tiene mal olor

La detección de mal olor en la orina no siempre es algo que deba preocuparnos. De todos modos, la persistencia del síntoma se puede tomar como una señal de alerta.
16 motivos por los que tu orina tiene mal olor
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Escrito por Okairy Zuñiga

Última actualización: 09 febrero, 2024

La orina presenta un aroma característico, determinado por la urea, que muchos pueden considerar mal olor. De todas maneras, existen condiciones y situaciones que generan hedor o pestilencia notoria en el líquido.

En condiciones normales, la concentración de urea será la que establezca un olor más o menos potente. También el amoníaco participa, que surge de la descomposición de proteínas en el cuerpo.

La mayoría de las veces, los cambios en el aroma no serán motivos de preocupación. Se deberán a modificaciones transitorias que se corregirán solas, al modificar la dieta o con el mero paso del tiempo. No obstante, existen causas de mal olor de orina que deben atenderse con un médico. Veamos las más importantes.

1. Deshidratación

Lo primero que deberías hacer si notas que tu orina tiene mal olor es pensar en la cantidad de agua que has consumido en los últimos días. La falta de una hidratación adecuada contribuye a cambios en el líquido que producen los riñones. Estos cambios los realiza el cuerpo para ahorrar agua, como mecanismo de defensa.

Además del hedor, si la deshidratación es la causa, notarás que la orina tiene un color amarillo oscuro o hasta naranja. Se trata de la mayor concentración que se produce de los metabolitos y las sustancias en suspensión.

Ello implica que el amoníaco está más concentrado. Por eso, se percibe un olor más potente. La solución es recuperar la hidratación. Beber más agua y reponer el faltante hará que los riñones vuelvan a trabajar de modo normal.

2. Infecciones urinarias

Las infecciones del tracto urinario o ITU pueden causar un cambio en el olor de la orina. En general, son originadas por bacterias que ingresan al tracto urinario y se multiplican allí. La presencia de los microorganismos puede dar lugar a cambios en la composición química de la orina.

No hay un olor específico en estos casos. Podría describirse como un aroma «fuerte» o «desagradable». Sobre todo, esto se debe a los compuestos orgánicos volátiles que aparecen con motivo de la infección.

De acuerdo con una publicación científica en el Journal of Gerontological Nursing, la identificación de una orina olorosa podría acelerar el diagnóstico de ITU en adultos mayores. Percibir el hedor debería llevar a una consulta para descartar la infección, sin asumir que se trata de un aroma normal o de algo pasajero, si la persona es anciana y, además, vive en una residencia geriátrica.



3. Diabetes

La diabetes puede contribuir a cambios en el olor de la orina. La presencia de ciertos compuestos en exceso en el líquido están relacionados con los cambios metabólicos de la enfermedad.

Cuando los niveles de glucosa en sangre son muy elevados, el cuerpo recurre a la descomposición de las grasas para obtener energía, ya que la insulina es insuficiente. Este proceso produce cetonas, que se eliminan a través de la orina y otorgan un olor distintivo.

En concreto, los compuestos asociados a las cetonas que aparecen en la orina de una persona con diabetes en mayor concentración son la etil-metil-cetona y la acetona, en forma de compuestos volátiles. Por ello, se están analizando métodos de diagnóstico para la patología a través de la identificación de estas sustancias.

4. Enfermedades del hígado

Los problemas hepáticos pueden influir en el olor de la orina, debido a la función del órgano en el procesamiento de sustancias químicas. Cambios en el metabolismo del hígado derivarán en la producción de sustancias de desecho que saldrán con la orina.

De manera específica, la descomposición de proteínas fuera del rango normal da lugar a compuestos sulfurosos. Estos compuestos, al pasar por el riñón, podrán alterar las características de la orina.

Una revisión de estudios del año 2021 encontró que las siguientes enfermedades hepáticas son capaces de cambiar la concentración de compuestos volátiles olorosos en la orina:

5. Alimentos

Una de las principales razones por las que tu orina tiene mal olor está relacionada con lo que comes. Los espárragos, por ejemplo, son culpables universales de esto. Pese a ello, y según un estudio de 2016, una parte de la población mundial tiene una variante genética que les impide oler los compuestos volátiles de este alimento.

No obstante, los espárragos no son los únicos ingredientes involucrados. Otros son los siguientes:

  • Especias: el curri es el mayor representante de este grupo.
  • Ajo y cebollas: debido a la descomposición de compuestos sulfurados.
  • Pescado: sobre todo, cuando hay descomposición de compuestos de nitrógeno presentes en el pez que se comió.
  • Alcohol y cafeína: en realidad, es por la deshidratación que ocasionan, lo que lleva a una orina más concentrada.

Vale aclarar que esta causa no es preocupante. El cambio en la dieta eliminará el síntoma.

6. Duchas vaginales

De manera indirecta, el uso de las duchas vaginales es capaz de alterar el olor de la orina, al cambiar el olor de la zona íntima. Si bien no se trata de una situación que afecte la composición del líquido, es un factor de riesgo para percibir una modificación del aroma.

El problema con las duchas vaginales es que alteran la flora bacteriana de toda el área genital. Ello incrementa el riesgo de una vaginosis bacteriana. Dicha patología cursa con mal olor, el cual puede asociarse, por cercanía, a la orina.

El tratamiento oportuno de la vaginosis y dejar el hábito de las duchas vaginales será suficiente para corregir el problema. De hecho, este método de supuesta limpieza íntima no está recomendado, ya que tiene más riesgos que beneficios.

7. Ovulación

Tanto los estrógenos como la progesterona afectan diversos aspectos del metabolismo, como lo son las secreciones y los fluidos corporales. Incluso, cambian las concentraciones de estas hormonas en el mismo líquido urinario, lo que varía la concentración de otros compuestos.

También hay mujeres que experimentan cambios rotundos en las secreciones vaginales durante la ovulación, con mayor flujo y modificaciones en la microbiota genital que favorecen las vaginosis y las infecciones. De modo indirecto, el olor de la zona influye en la percepción del olor de la orina.

Si bien existen teorías sobre las feromonas en los humanos y la posibilidad de que los olores influyan en la atracción sexual, solo son teorías. En los animales, la influencia del aroma de la orina para la copulación sí se encuentra certificada.

Ovular no es un proceso que modifique el olor de la orina en sí mismo. De nuevo, estamos ante una causa indirecta.

8. Menopausia

La mitad de las mujeres que atraviesan la menopausia presentan el síndrome genitourinario. Ello se manifiesta con sequedad vaginal, irritación de la zona íntima, dispareunia y alteraciones miccionales.

También de modo indirecto, estos cambios alteran el olor de la orina en algunas mujeres. Las ITU pueden ser más frecuentes y el desarrollo de infecciones vaginales podría volverse más insidioso, debido a las alteraciones de la microbiota.

Todo contribuye a la percepción del mal olor en la región genital. Podría agregarse la incontinencia al avanzar la edad, con un goteo urinario que, al acumular urea y amoníaco en la ropa íntima, afecta la percepción del hedor.

9. Enfermedades de transmisión sexual

Hay algunas infecciones de transmisión sexual (ITS) que provocan inflamación de la uretra o uretritis. Ello puede acompañarse de pus y secreciones en la zona, las cuales afectarán el olor de la orina.

El abanico de las ITS es amplio. Por lo tanto, no puede asociarse una presentación específica al síntoma. Tampoco será un signo que siempre esté. En general, otros son los que acompañan:


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10. Trimetilaminuria

La trimetilaminuria, también conocida como el síndrome del olor a pescado, es una condición genética infrecuente en la que el cuerpo no puede descomponer la trimetilamina. Este compuesto químico es producido por las bacterias del tracto digestivo durante la digestión de ciertos alimentos ricos en colina, como pescados, huevos y algunos vegetales.

La trimetilamina se acumula y se libera a través de la respiración, el sudor o la orina, con la producción de un olor distintivo y desagradable. No hay cura para la condición, pero los síntomas pueden gestionarse mediante cambios en la dieta. En concreto, al reducir la ingesta de los alimentos con mucha colina.

11. Fenilcetonuria

La fenilcetonuria es un trastorno genético hereditario en el que no se puede descomponer un aminoácido llamado fenilalanina. Este aminoácido está en muchos alimentos, como la carne, los lácteos y algunos granos.

En las personas con la enfermedad, la acumulación de fenilalanina da lugar a diversos problemas de salud. El mal olor en la orina por la excreción del compuesto no es el síntoma principal ni el más preocupante. La gravedad reside en el retraso del desarrollo, la discapacidad intelectual y las convulsiones.

12. Medicamentos, suplementos y vitaminas

Son diversos los fármacos que podemos tomar y que alteran la composición de la orina. Algunos provocan cambios en la concentración, con la consecuencia del mal olor, mientras que otros emiten metabolitos que se expulsan a través de los riñones.

Los medicamentos que contienen azufre, como algunos antibióticos y principios activos dermatológicos, pueden contribuir a un olor desagradable en la orina. Cuando se toman en exceso, los suplementos con vitamina B6 pueden generar la misma secuela.

Los tratamientos que afectan la función renal, como los diuréticos para la hipertensión arterial, influyen en la misma línea. Son capaces de alterar la filtración de líquidos y hacer variar la concentración de los compuestos volátiles.

13. Fístula vesical

Una fístula es una comunicación anormal entre dos órganos huecos del cuerpo, o entre uno de ellos y la piel. En la mayoría de los casos en los que se forma una fístula en la vejiga, hay una especie de conducto que une con el intestino, por lo que se denomina fístula enterovesical o colovesical.

La comunicación podría permitir que las heces lleguen a la vejiga. Ello hará que haya mal olor en la orina, similar al hedor de la materia fecal. El signo se denomina fecaluria.

14. Enfermedad de la orina con olor a jarabe de arce

La enfermedad de la orina con olor a jarabe de arce, también conocida como acidemia metilmalónica, es un trastorno metabólico hereditario infrecuente. Se afecta la capacidad del cuerpo para descomponer ciertos aminoácidos y ácidos grasos, lo que lleva a la acumulación de sustancias químicas en la sangre y la orina.

El mal olor en la orina, en estos casos, se debe al ácido isovalérico, el ácido metilmalónico y otros metabolitos anormales. Aunque el nombre refiera al jarabe de arce, no necesariamente hay un aroma similar a dicho producto.

15. Cálculos renales

Entre los síntomas de la litiasis en los riñones, uno de ellos puede ser el mal olor en la orina, como está descrito en una revisión del 2017. Casi siempre, el signo se acompaña de un color más turbio en el líquido.

Claro que el problema principal está en el dolor cólico al intentar descender la piedra a través de los conductos urinarios. Ello llevará a la consulta, más que el cambio en el aroma.

También es cierto que las infecciones urinarias suelen ser más frecuentes en las personas con litiasis renal. Por lo que es otro factor que se añade, lo que aumenta la posibilidad de aparición del hedor.

16. Embarazo

Durante el embarazo, es posible que algunas mujeres experimenten cambios en el olor de la orina. La gestación aumenta la cantidad de sangre que fluye a través de los riñones y modifica su concentración. Además, hormonas como la gonadotropina coriónica humana (hCG) pueden afectar la función renal.

En el embarazo son más frecuentes las infecciones del tracto urinario. Y también las vaginitis. La presencia de cualquiera de ambas facilitará la aparición de hedor en la orina.

¿Cuándo consultar al médico?

Si experimentas un cambio persistente o inusual en el olor de tu orina, es recomendable consultar a un médico. En especial, si también registras los siguientes síntomas:

En caso de que tengas antecedentes de enfermedades renales, diabetes u otras condiciones médicas, con mayor razón deberías programar una cita. Desbalances en el control y el abordaje de dichas patologías se pueden manifestar con hedor urinario.


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