11 síntomas que te dicen que tu vagina no está saludable

Si presentas cualquier problema o alteración en la vagina, es de vital importancia que acudas al especialista para someterte a un reconocimiento y, así, evitar complicaciones mayores.

Revisado y aprobado por el médico Gilberto Adaulfo Sánchez Abreu.

Escrito por Daniela Echeverri Castro

Última actualización: 01 junio, 2023

¿Tienes comezón en la vagina y al mismo tiempo notas otras molestias? ¿Cómo saber si las molestias son pasajeras o si indican un problema de salud? ¿Cómo saber que tu vagina no está saludable? Estas son algunas de las preguntas más frecuentes que tienen las mujeres cuando su salud vaginal les inquieta.

La vagina y la vulva son órganos delicados que, al estar en contacto con varios tipos de bacterias, corren el riesgo de contraer infecciones. Si bien están protegidas de los agentes patógenos por la flora o microbiota vaginal, en ocasiones se presentan algunas alteraciones que facilitan su desarrollo.

Estas condiciones provocan efectos a corto y largo plazo: dificultad para alcanzar orgasmos, molestias frecuentes, problemas de autoestima y hasta infertilidad.

Síntomas que señalan que la vagina no está saludable

La Biblioteca Nacional de Medicina de los Estados Unidos señala que los problemas vaginales son la primera causa de consulta con el ginecólogo. A continuación, mencionaremos los principales.

1. Sequedad vaginal

La irritación o sequedad vaginal es un síntoma que se puede presentar cuando hay algún tipo de desbalance hormonal, es decir cuando los estrógenos disminuyen. En esta condición los tejidos de la vagina no pueden mantenerse lubricados y puede aparecer la inflamación.

Los expertos de MedlinePlus explican que las causas de la resequedad se asocian a la menopausia, el estrés o la depresión grave, los medicamentos para tratar el cáncer, la endometriosis o la infertilidad, la radioterapia, la quimioterapia, el tabaquismo y la lactancia, entre otros.

Quienes padecen esta molestia suelen ser más susceptibles a las infecciones, dado que al estar alterada la flora de la vagina, la misma no cuenta con suficientes bacterias saludables para combatir los microorganismos. Estos microorganismos que ayudan a la salud del órgano incluyen a bacterias del género Lactobacillus.

Por otra parte, la falta de lubricación vaginal podría afectar de forma directa la vida sexual, ya que las paredes vaginales se irritarían y se haría presente el dolor durante el coito.

2. Síntomas de que la vagina no está saludable: malos olores

La vagina tiene un olor característico que no representa ningún problema de salud o alteración. No obstante, cuando este es demasiado fuerte o presenta una similitud con el olor a pescado, podría estarse desarrollando algún tipo de infección bacteriana o por levaduras.
La causa más común de este incómodo síntoma es la vaginosis bacteriana, causada por la sobreproducción de bacterias, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.

En estos casos la bacteria responsable suele ser Gardnerella vaginalis.  Estudios afirman que el olor a pescado de esta infección vaginal es resultado de la producción de aminas (putrescinas y cadaverina) por parte de la bacteria, en presencia de un pH alcalino.

En cualquier caso, lo mejor es solicitar ayuda médica para descartar problemas de mayor cuidado. Por lo general, la problemática se resuelve con la aplicación de tratamientos de uso tópico, el consumo de probióticos y algunos antibióticos.

3. Picor y sensación de ardor

Uno de los problemas más habituales en las mujeres es la candidiasis vaginal, una infección que aparece cuando la Candida que habita de manera normal en el cuerpo, por algún motivo, se reproduce de manera excesiva.

Entre sus principales síntomas se encuentra una molesta sensación de picor y ardor que puede resultar desesperante. En el artículo sobre la candidiasis vaginal de la Office on Women’s Health se menciona que la picazón suele presentarse junto con un flujo vaginal denso, mal olor, enrojecimiento, dolor e inflamación.

La tricomoniasis es otra causa frecuente de picazón genital intensa, según investigaciones. Además, esta afección también suele acompañarse de sensación de ardor al orinar.

4. Alteraciones en el flujo vaginal

Cuando es saludable, el flujo vaginal de una mujer suele ser transparente, con una textura que varía según el momento del ciclo menstrual y un olor casi imperceptible. Presentar una coloración amarilla, marrón o verdosa en el mismo indica de forma contundente la presencia de algún tipo de infección.

Habitualmente, la vulvovaginitis suele ser la causante de este síntoma y se relaciona, principalmente, con un crecimiento excesivo de Candida en el organismo. En estos casos, el flujo vaginal es blanquecino y grumoso, con aspecto de yogur, según estudios.

De igual forma, en las mujeres con vaginosis bacteriana puede ser blancogrisáseo, fluido y abundante. Por su parte, en la tricomoniasis puede existir una secreción vaginal amarilla o verde, fluida y espumosa.

Sin embargo, las diferentes investigaciones han concluido que también podría producirse por el uso de ropa muy ajustada, ciertos espermicidas o jabones y determinadas afecciones dermatológicas.

5. Ardor al orinar

El ardor al orinar es una señal común de las infecciones que tienen lugar en la vagina y el tracto urinario. La Clínica Universidad de Navarra aborda sus síntomas.

Entre ellos, el más común es la incomodidad durante la micción. Dicha molestia podría alertar del crecimiento excesivo de bacterias dañinas tanto en la vagina como en la vejiga.

6. Ampollas dolorosas, otro síntoma de que la vagina no está saludable

La presencia de ampollas en la zona íntima no es muy habitual, pero puede llegar a producirse en caso de herpes, una enfermedad de transmisión sexual (ETS).

Este síntoma requiere de atención ginecológica para mejorar los síntomas y disminuir la duración de los brotes. Cabe destacar que el herpes genital no tiene cura, como bien apunta el CDC en su hoja informativa sobre esta enfermedad. Sin embargo, puede controlarse.

7. Sangrados irregulares

JoAnn Pinkerton, médico del University of Virginia Health System, sostiene que el sangrado anormal se ocasiona de manera más habitual al inicio y al final de la edad fértil.

Como norma general, los sangrados irregulares suelen producirse por un desajuste hormonal y, la mayor parte de las veces, no se deben a algo grave. De hecho, pueden ser el resultado de demasiado estrés o los cambios relacionados con el uso de anticonceptivos orales.

Pese a esto, es mejor analizarlos, en especial cuando son recurrentes, ya que también pueden indicar la presencia de cáncer de la vagina o de la vulva. Si padeces de sangrados anormales para ti, por favor, visita a tu médico.

8. Dolor durante el coito

La sensación de dolor e incomodidad al mantener relaciones sexuales puede tener su origen en una infección vaginal, lesiones en los músculos de la vagina o el crecimiento anormal de células en el cérvix.

Por otra parte, cabe señalar que puede ser normal cuando no hay suficiente excitación y lubricación durante el acto sexual, pero cuando se vuelve recurrente, este síntoma debe ser analizado por un especialista.

9. Molestias en el abdomen bajo

Los cólicos y las molestias en la parte baja del abdomen son una señal frecuente de problemas en el tracto genital femenino. El dolor suele variar desde una molestia pasajera hasta una puntada incapacitante. Esta es una señal de advertencia de que algo no anda bien en la vagina, la vejiga, el cuello uterino, el útero o los ovarios.

En general, las molestias en el abdomen bajo que se acompañan de flujo vaginal desagradable y picazón son típicas de infecciones vaginales. Por su parte, el dolor que aparece junto con sangrados irregulares son indicativos de enfermedades de mayor gravedad.

10. Bultos en la superficie de la vagina o vulva

Si las molestias te llevan a autoexaminarte, es probable que encuentres la presencia de uno o varios bultos en la superficie de la vagina y vulva. Es probable que estos sean verrugas típicas del VPH. Se trata de una infección de transmisión sexual extremadamente frecuente en la población sexual activa, tanto hombres como mujeres.

11. Hormigueo en la región genital

Según una publicación del Manual MSD, el trastorno de excitación genital persistente es una condición todavía poco conocida que implica la estimulación constante e indeseada a nivel de la vagina y el clítoris. Suele experimentarse como hormigueos, palpitaciones y otros cambios físicos típicos del acto sexual. Los síntomas pueden prolongarse durante varias horas o inclusive días.

Hay varios desencadenantes que no están exclusivamente relacionados como el acto sexual, y es algo que depende de cada paciente en particular. El tratamiento se basa principalmente en fisioterapia y ejercicios para fortalecer el suelo pélvico. Algunos fármacos se han utilizado, como los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina (ISRS), pero no hay evidencia contundente al respecto.

¿Qué hacer para tener una vagina saludable?

En la actualidad, existe una amplia variedad de enfermedades que pueden afectar la salud vaginal. No obstante, la mayoría de estas patologías pueden prevenirse aplicando ciertas medidas. Algunas de las principales recomendaciones para propiciar una buena salud vaginal son las siguientes:

• Utiliza preservativos durante las relaciones sexuales.
• Mantén una adecuada higiene íntima, pero sin realizar duchas vaginales.
• Inmunízate con vacunas para el VPH y la hepatitis B.
• Realiza ejercicios de tonificación de los músculos del suelo pélvico (ejercicios de Kegel).
• Disminuye el consumo de tabaco o cigarrillos.
• Evita la ingesta excesiva de alcohol o elimínala por completo.
• Cuida la salud genital de tu pareja.

¿Crees que tu vagina no está saludable?

Cuando aparecen estos síntomas y se mantienen durante varios días, es decir cuando no se trata de una molestia pasajera, es imperioso tomar cartas en el asunto.

Si te has sentido identificada con los síntomas de este artículo, consulta al ginecólogo para determinar a qué se deben. Mantener una buena higiene y practicar hábitos de vida saludables es determinante para evitar el desarrollo de infecciones y enfermedades.