11 usos que le puedes dar al aceite de coco en tu cocina

Gracias a sus ácidos grasos de cadena media, el aceite de coco es una de esas alternativas saludables que puedes utilizar en la cocina para darle un sabor especial a los platos.
11 usos que le puedes dar al aceite de coco en tu cocina
Maria Patricia Pinero Corredor

Revisado y aprobado por la nutricionista Maria Patricia Pinero Corredor.

Última actualización: 10 junio, 2023

¿Sientes curiosidad por probar este ingrediente? O bien, ¿ya compraste un tarro y se quedó en un rincón de la cocina? Sea cual sea el motivo, descubre algunos de los usos más habituales que se pueden dar al aceite de coco.

Verás que las posibilidades son muy variadas, ya que este es un aceite versátil. Tiene un sabor muy definido, pero suave. Además, su textura aporta un cuerpo especial a las recetas y una aroma un tanto exótico. Aprovecha todo su potencial con estos consejos prácticos bajo un consumo racional.

¿Qué es el aceite de coco y qué características tiene?

El aceite de coco es una grasa vegetal que se obtiene mediante un proceso de prensado de la pulpa de la fruta. A temperaturas por debajo de los 25 grados, tiene una textura sólida y su color es blanquecino. En cambio, con el calor, se vuelve líquido y transparente.

Como pasa con el aceite de oliva, puede ser sometido a un proceso de refinado. En este caso, el resultado final carece de su aroma y sabor característicos, pero puede ser interesante para algunas preparaciones y personas (por ejemplo, aquellas a las que no les agrade esta fruta).

En cambio, el aceite sin refinar destaca por aportar un gusto y un olor tropical, dulce y suave. Incluso, se pueden distinguir matices de nueces y vainilla.

A nivel nutricional, y según datos aportados por el Departamento de Agricultura de Estados Unidosestá compuesto, en gran parte, por ácidos grasos saturados. Estos representan alrededor del 80 % de su composición.

Dentro del perfil de lípidos, sobresalen los ácidos grasos láurico, mirístico, palmítico y caprílico. Por contra, posee una cantidad baja de grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas. Además, la existencia de vitaminas y minerales es poco significativa.

El aceite de coco es una grasa cuyo uso es muy habitual en algunos países asiáticos, entre los que destacan Sri Lanka, Tailandia, el estado indio de Kerala y ciertos países africanos.

¿Cuáles son los usos del aceite de coco en la cocina?

Gracias a su consistencia (tanto líquida como sólida) y a su sabor y aroma especiales, el aceite de coco ofrece un amplio abanico de posibilidades a la hora de emplearlo en la cocina.

A continuación, te comentamos las más habituales y curiosas para los que quieran variar en la forma de utilizarlo o para aquellos que justo empiezan a conocerlo.

1. Granola con avena

La granola elaborada con avena es una opción nutritiva, energética y saludable para los desayunos. Además, es muy fácil de hacer en casa.

Añadir aceite en el momento de prepararla sirve para ayudar en el tostado y favorecer que los ingredientes queden bien unidos. Además, al elegir el de esta exótica fruta, se aporta un plus de sabor.



2. Café

Esta forma de usar el aceite de coco en la cocina es tendencia alrededor del mundo. Es una práctica popular entre los seguidores de la dieta keto (o cetogénica) y de planes alimentarios altos en grasa y bajos en carbohidratos.

«Agregar aceite de coco a tu café  puede ayudarte a alcanzar o mantener la cetosis, un estado metabólico en el que tu cuerpo utiliza cetonas, moléculas producidas por la descomposición de las grasas, como combustible en lugar de glucosa, que es un tipo de azúcar».

—Danial et al., 2013—

Con esta combinación, el café gana un toque de dulzor que contrasta con su sabor amargo por excelencia. Asimismo, también suaviza un poco su potencia, que puede ser difícil de disfrutar para algunas personas.

No obstante, hay que tener en cuenta que no se puede añadir en grandes cantidades. El aceite de coco es una buena opción cuando sustituye otras fuentes de grasas menos recomendables. Pero añadirlo de forma descontrolada en el día a día puede ser una forma poco conveniente de consumirlo.

3. Salsas y aderezos

Los aderezos para ensaladas caseros casi siempre se preparan a partir de una combinación de aceite de oliva y vinagre balsámico. Sin embargo, para variar el sabor es bueno hacerlo de vez en cuando con un poco de aceite de coco.

Dado que tiene un toque dulce y sutil, va muy bien con las frutas y los vegetales. Asimismo, puede ser indispensable para aliñar y dar gusto a algunas recetas típicas de la gastronomía asiática.

4. Cremas de verduras

Añadir una o dos cucharadas de este ingrediente a las cremas de verduras (en función de la cantidad) aporta el mismo brillo y cremosidad que si se usa nata o mantequilla. Por lo tanto, es una buena opción para las recetas veganas.

5. Galletas

La consistencia especial del aceite de coco hace que, muchas veces, se emplee para sustituir la mantequilla. En el caso de las recetas de galletas, aporta una textura parecida pero con un toque más ligero.

Además, algunas personas aprovechan que este aceite tiene un toque dulce para reducir la cantidad de azúcar necesaria en la elaboración.

Tal como apuntan los autores de este artículo publicado en Nutrients, una ingesta excesiva se relaciona con problemas cardiovasculares, metabólicos y nerviosos. Así pues, es positivo encontrar alternativas para endulzar menos, pero también es necesario elaborar este tipo de recetas de forma esporádica.

6. Cobertura de chocolate

Cuando se trata de preparar dulces y repostería, la cobertura de chocolate es una de las elaboraciones omnipresentes. Por un lado, aporta el sabor delicioso y dulce del cacao. Además, es una excelente forma de redondear la apariencia de los postres.

Uno de los trucos más sencillos para conseguir que esta tenga un color brillante es el aceite de coco. No solo evita que el chocolate se vuelva mate al secarse, sino que también favorece su endurecimiento.

Una vez obtenida la mezcla, se puede usar para múltiples aplicaciones. 

7. Panecillos

Para hornear los panecillos y otros tipos de panes similares es habitual emplear mantequilla. Igual que pasa con las recetas de galletas, este aceite puede reemplazarla en estos casos, ya que se obtiene una textura de acabado similar.

Solo hay que tener en cuenta que algunos pueden aportar más o menos sabor a coco. Por este motivo, y en función del uso final de los panecillos, puede que no siempre sea la elección óptima.

8. Tostadas dulces

Otro de los posibles usos del aceite de coco en la cocina se obtiene cuando todavía está solidificado. Gracias a esta consistencia, es perfecto para coger una pequeña porción y untar una tostada. 

Esta se puede comer tal cual o bien añadir un poco de mermelada, láminas de fruta fresca, una pizca de canela o unos trozos de chocolate negro. Por otro lado, no hay nada que impida acompañarla también de ingredientes salados. ¡Para gustos, los colores!

9. Palomitas de maíz

Las palomitas de maíz son uno de los aperitivos que más se consumen con regularidad: cuando hay que ver una serie con la familia, ir al cine con los amigos, jugar a algún videojuego, etc.

Sin embargo, para poder disfrutar de un tentempié saludable, es esencial prepararlas en casa con un aceite de buena calidad, como el de coco.

10. Batidos

Añadir una cucharadita a los batidos de frutas y vegetales le brinda un extra de energía al organismo y le aporta ácidos grasos de cadena media. Además, también se ha sugerido que sirve para acelerar o regular el metabolismo.

Este aceite se combina con mucha facilidad con otros ingredientes y, por su suave sabor, hace que la receta sea mucho más sabrosa.

Al solidificarse a temperaturas bajas, es interesante derretirlo antes de mezclarlo con los otros componentes del batido. De este modo, se evita la aparición de grumos.

11. Woks y salteados

El sabor exótico del aceite de coco lo convierte en un ingrediente ideal para cocinar en esta paella tan característica de la cocina asiática.

Se pueden saltear verduras, gambas, pollo, pasta, arroz, setas o tofu, entre otros. El secreto para un resultado de diez está en cortar los ingredientes en tiras finas, aplicar una temperatura alta y dejar los alimentos al dente.



Otros consejos para sacarle todo el provecho en la cocina

Una de las primeras cosas a tener en cuenta al utilizar este aceite es elegir uno de calidad y de primera prensada en frío. Estos se pueden encontrar en tiendas de productos dietéticos o supermercados asiáticos.

En casa, para preservarlo en las mejores condiciones, es recomendable almacenarlo en un lugar fresco, seco y al abrigo del calor. Una vez abierto, su tiempo de duración debe venir indicado por el fabricante.

Si sustituye al de oliva o cualquier otro tipo de aceite vegetal, se puede utilizar en la misma proporción. En cambio, para reemplazar la mantequilla, puede ser necesario con 3/4 partes de la cantidad indicada en la receta.

Otro aspecto destacado de los usos del aceite de coco en la cocina tiene que ver con su punto de humo. Según datos aportados en Bioporcess, Biosystem Engineering, este es de 170 grados centígrados para el no refinado y de 235 grados centígrados para el refinado.

Así, se puede usar de forma segura en aquellas preparaciones que necesitan una aplicación de calor más alta (como los salteados o las frituras); ya que permanece más estable que los aceites con un punto de humo más bajo (como el de sésamo o de girasol).

De este modo, y según los autores Boateng, Ansong, et al., se evita la aparición de compuestos que pueden resultar dañinos para la salud. No obstante, no se recomienda reutilizarlo. Tal y como destacan en este artículo de la revista Critical Reviews on Food Science and Nutrition, calentarlo de forma repetitiva puede originar moléculas nocivas como los hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAH).

Por último, es interesante hacer una mención a sus posibles beneficios para el organismo, pues en los últimos años se ha hecho un hueco entre los llamados «superalimentos».

El aceite de coco es un ingrediente básico en las cocinas de muchos países. Este se consume de forma habitual y, como indican Boateng, Ansong, et al., no parece ser que su presencia pueda ser motivo de preocupación para la salud en estas poblaciones.

No obstante, algunos expertos señalan que este es, en casi su totalidad, una fuente de grasas saturadas. Y, por lo tanto, conviene tomar las mismas precauciones que las tenidas en cuenta con la mantequilla y las grasas animales.

Así lo indican, por ejemplo, desde la Escuela de Salud Pública de Harvard o desde el Departamento de Salud de Dakota del Sur. A falta de más datos científicos sobre sus posibles efectos en la salud humana, es preferible usarlo de forma esporádica y dar prioridad a otras opciones como el aceite de oliva.

Empieza a cocinar con aceite de coco: puedes hacer platos fáciles y deliciosos

El aceite de coco se obtiene tras prensar la pulpa fresca o seca de esta fruta. Se trata de una fuente de grasas habitual en algunos países, mientras que en otros su consumo ha crecido en los últimos años debido a sus posibles propiedades beneficiosas para el organismo.

Existe una gran variedad de usos que se le pueden dar en la cocina: en salteados, batidos, horneados o cremas de verduras, entre otros.

Alternarlo con el aceite de oliva y otras opciones saludables (como el de sésamo o el de girasol), puede ser una forma positiva de disfrutar de su sabor y aroma exóticos y fragantes.


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