A mi hijo no le gusta comer: qué hacer

Los niños suelen comer cuando tienen hambre y dejan de comer cuando ya están satisfechos. No obstante, debes prestar atención a su peso y nivel de nutrición para descartar alguna complicación de salud.
A mi hijo no le gusta comer: qué hacer
Eliana Delgado Villanueva

Revisado y aprobado por la nutricionista Eliana Delgado Villanueva.

Última actualización: 11 julio, 2023

Has intentado de todo, pero simplemente terminas por reconocer: “A mi hijo no le gusta comer”. ¿Por qué sucede?, ¿Será que tu hijo tiene algún problema? ¿O será una consecuencia de la tradición y cultura alimentaria familiar? Sigue leyendo para saber por qué los niños suelen tener problemas con la comida.

¿Por qué mi hijo no come?

Si a tu hijo no le gusta comer es muy probable que estés preocupado, y no es para menos, puesto que, si no hay una buena alimentación, el pequeño no podrá desarrollarse de manera correcta. En realidad, los niños que no comen bien están más expuestos a los factores que desencadenan ciertas enfermedades.

No obstante, esta situación suele ser común en niños pequeños y de edad preescolar. ¿Por qué razón? Conforme van creciendo, los niños exigen más independencia y desean comer solos; además, este hecho se relaciona con los cambios en el apetito.

Puede que se pongan quisquillosos con los alimentos, coman lento, quieran consumir lo mismo o bien, simplemente, no deseen comer.

Por fortuna, estos desajustes son normales y duran poco tiempo. De acuerdo información recopilada en la Revista de Psicología Clínica con Niños y Adolescentes, 25 niños de cada 100 presentan problemas de alimentación en situaciones normales. Así que tu caso no es el único.

Señales y factores de riesgo

Aunque hay ciertas etapas en las que los niños no quieren comer, debemos cuidar que esta situación no se convierta en un problema más grave. Por ello, a continuación te compartimos algunos síntomas que indican signos de alerta en la salud del niño.

  • Pérdida de peso o peso bajo.
  • Crecimiento irregular.
  • Deficiencias nutricionales.
  • Desarrollo psicológico inadecuado.

En resumen, debes poner atención especial en dos parámetros importantes: la frecuencia y duración, así como la cantidad y magnitud de los episodios. Si observas cambios importantes, no dudes en acudir al médico para recibir atención profesional.

Comer es una conducta y, como tal, todas las conductas se pueden modificar
–Estivill y Domènech, 2011–

¿Por qué a mi hijo no le gusta comer?

El hecho de que tu hijo se niegue a comer puede deberse a varios factores. De acuerdo con un estudio publicado en Pediatric reports , entre esto figuran características de personalidad, estado de salud y el aprendizaje alimentario que ha tenido.

Asimismo, es importante incluir información referente a los padres: las conductas y hábitos nutricionales de los progenitores casi siempre suele repercutir en las conductas inadecuadas de los niños. Entre algunos de los factores paternos que inciden en los hijos se encuentran:

  • Habilidades educativas.
  • Conocimientos sobre alimentación.
  • La relación de pareja.
  • Su estado físico y emocional.

Conoce: Las manos te revelarán cuánto necesitas comer

¿Qué puedes hacer si a tu hijo no le gusta comer?

Establece horarios de comida

Es vital para un niño ofrecerle tres comidas y dos bocadillos diarios a la misma hora todos los días. Si te apegas a los horarios con disciplina es casi seguro que tu pequeño tendrá apetito a la hora de la comida.

Asimismo, es importante establecer un tiempo límite para comer. Dedicar 20 minutos es suficiente para que un niño pueda consumir los alimentos correspondientes.

No le obligues a comer

A veces, por la desesperación, los padres preparan comidas especiales o fuerzan a los niños para que coman.

  • Si tu hijo no quiere comer, lo más apropiado será esperar hasta la siguiente comida, para cuando tenga hambre.
  • Si lo presionas, se creará un ambiente y relación tensa entre vosotros.

Utiliza reforzadores

Se ha comprobado que  la llamada “economía de fichas” da buenos resultados. Esta técnica aumenta la motivación y receptividad en el niño para probar nuevos alimentos.

  • Además, favorece que el menor coma en menos tiempo e ingiera toda su comida. ¿Por qué no lo intentas?

Comer en familia

Una buena parte de la educación alimentaria es que la familia coma junta siempre que sea posible. Comer juntos, sin estrés y discusiones ayudará a tu pequeño a disfrutar de la hora de la comida.

  • Este hábito se está perdiendo por culpa de la vida moderna, y puede influir en la salud de toda la familia.

Sigue leyendo: Cómo es una alimentación balanceada

Otras breves guías

Como lo recopila una publicación en Paediatrics & Child Health, existen otras medidas que te pueden ayudar a mejorar las conductas alimentarias de tus hijos:

  • Ofrécele distintos alimentos. Trata de darle a probar los alimentos nuevos de uno en uno. Necesitarás intentarlo unas 15 o 20 veces para lograrlo. Por ello debes tener paciencia y constancia.
  • Enséñale buenos hábitos alimentarios. Parte de la psicoeducación para que el niño adopte una buena alimentación es mostrarle la importancia de comer bien para mantener una buena salud.
  • Déjale ayudarte en la cocina.
  • Agrégale diversión a la comida. Utiliza moldes de galletas, forma caras con los alimentos o cualquier otra idea que sirva para que al pequeño le parezca atractiva la comida y se entusiasme con los nuevos alimentos.
  • Evita dar o quitar alimentos a tu hijo como premio o castigo.
  • El pequeño debe comer lo que está preparado. No obstante, es bueno incluir al menos un alimento que le guste junto con los demás platillos.
  • Asegúrate de no satisfacer su hambre con leche, jugo o bebidas endulzadas entre los periodos de comidas.
  • Sirve porciones apropiadas de acuerdo a la edad de tu hijo.
  • Al ir de compras permítele elegir alimentos saludables que él desee comer.
  • Servir de ejemplo es vital. Mostrarle a tu hijo que comes alimentos saludables y variados le invita a hacer lo mismo.

En resumen

Recuerda: si a tu hijo no le gusta comer, no debes presionarlo. Los niños suelen comer cuando tienen hambre y dejan de comer cuando ya están satisfechos.

Por otra parte, tu principal tarea es la de ofrecer una buena variedad de alimentos sanos de los que tu hijo pueda elegir y decidir cuánto comer o incluso no comer. Esperamos que estos consejos te ayuden a mejorar los comportamientos alimentarios en casa.


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