Alcaravea: nutrientes, beneficios y cómo usarla

La alcaravea es una especia que se emplea con fines culinarios y medicinales. Se destaca por sus propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y digestivas. Descubre sus principales usos.
Alcaravea: nutrientes, beneficios y cómo usarla
Leonardo Biolatto

Revisado y aprobado por el médico Leonardo Biolatto.

Última actualización: 19 marzo, 2024

La alcaravea, también llamada comino persa, es una especia originaria de Oriente Medio, Europa y el norte de África. Proviene de la planta de nombre científico Carum carvi L., que pertenece a la familia de las umbelíferas, la misma de la que hace parte el hinojo, el anís y el comino.

Aunque en la cultura popular se conoce como una semilla, sus pequeñas vainas marrones son, en realidad, frutos secos. Estos tienen un sabor amargo-terroso, similar al regaliz, que se aprovecha en la elaboración de una amplia variedad de recetas dulces y saladas, como sopas, guisos, bollería, licores e infusiones.

Además, tiene un amplio historial como remedio natural, ya que sus nutrientes y sus compuestos activos (sobre todo el limoneno y la carvona) le confieren propiedades digestivas, antiinflamatorias, antiespasmódicas y supresoras del apetito. ¿Cuáles son sus principales beneficios? ¿Cómo se utiliza? ¡Descúbrelo!

Nutrientes de la alcaravea

Es importante considerar que la alcaravea no es una fuente abundante de micro y macronutrientes. Dado que suele emplearse en pequeñas cantidades, su aporte nutricional en la dieta es mínimo.

Tomando como referencia la base de datos de alimentos del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA), cada 6,7 gramos aporta los siguientes valores nutricionales:

Valores nutricionales de la alcaravea.
También contiene vitamina C, colina, vitamina A, licopeno, vitamina E y antioxidantes como el limonelo y la carvona que llaman la atención por su potencial medicinal y cosmético.


Beneficios potenciales de la alcaravea

Muchos de los beneficios atribuidos al fruto de la alcaravea están basados solo en evidencia empírica. La especia se ha utilizado en la ayurvédica y otros sistemas de medicina tradicional. Debido a esto, se han realizado algunos estudios preliminares que respaldan su potencial para mejorar la salud. ¡Veamos!

1. Coadyuva con la digestión

Los principales beneficios asociados al consumo de alcaravea tienen que ver con mejorar la digestión. En particular, se le atribuyen propiedades carminativas, antiinflamatorias, antiácidas y antiulcerosas. Si bien no se ha determinado con certeza cuál es su mecanismo, se asocia a los efectos de sus aceites esenciales.

En estudios clínicos preliminares, el aceite esencial de alcaravea con aceite de menta o mentol ayudó a controlar la dispepsia funcional al calmar síntomas como los gases, los calambres y la hinchazón abdominal.

Por otro lado, se ha observado que sus propiedades antimicrobianas pueden contribuir al tratamiento de la disbiosis intestinal, es decir, el desequilibrio de la microbiota causado por la disminución de bacterias beneficiosas.

El aceite esencial de Carum carvi fue reconocido como candidato para detener el crecimiento de bacterias patógenas que causan enfermedades digestivas sin comprometer las bacterias benéficas. Aun así, hacen falta estudios más amplios y concluyentes.

2. Favorece el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII)

Las propiedades antiinflamatorias del extracto y el aceite esencial de alcaravea han sido destacadas por su capacidad para mejorar los síntomas de la enfermedad inflamatoria intestinal (EII). En un estudio en ratas, compartido por Research in Pharmaceutical Sciences, los hallazgos fueron prometedores.

Para ser más precisos, se determinó que la alcaravea tiene actividad anticolítica, ya que disminuye la inflamación del tejido del colon, incluso con la misma eficacia que los medicamentos convencionales que contienen esteroides. Aún faltan estudios más amplios para determinar si ocurre el mismo efecto en humanos.

No obstante, los datos anecdóticos sugieren que su aplicación tópica del aceite de esta planta en el abdomen también tiene efectos positivos contra los cólicos y la hinchazón. De hecho, puede emplearse en niños pequeños.

3. Ayuda al control del peso

La literatura popular describe que la alcaravea puede contribuir a la pérdida de peso, ya que regula el apetito y promueve un mejor gasto energético. No obstante, hay que aclarar que sus efectos no son «mágicos». Hace falta consumirlas en el marco de una dieta saludable y balanceada.

Sobre esto, un pequeño estudio realizado en 70 mujeres con sobrepeso y obesidad, y divulgado a través de la revista Evidence-Based Complementary and Alternative Medicine, informó que aquellas que consumieron una fórmula con aceite de alcaravea al 10 % todos los días, durante 90 días, experimentaron efectos de pérdida de peso.

En concreto, se determinó que el extracto de alcaravea tiene potencial para combatir la obesidad, pues se asoció a la reducción del índice de masa corporal (IMC), el porcentaje de grasa corporal y la relación cintura-cadera. Se requieren investigaciones más amplias para corroborar estos efectos.

De acuerdo con la evidencia disponible, los extractos de alcaravea ayudan a la pérdida de peso en el contexto de sobrepeso y obesidad. Se desconoce si produce efectos similares en personas sanas.

4. Contribuye a controlar la halitosis

Como remedio popular, las semillas de alcaravea se utilizan para combatir el mal aliento o halitosis. Se dice que masticar estos pequeños frutos solos o con un poco de yogur, luego de las comidas principales, refresca la boca y disminuye la presencia de bacterias asociadas a este síntoma.

Estos efectos están relacionados con las propiedades antimicrobianas que le confieren sus aceites volátiles. Un estudio divulgado por la revista Acta Scientiarum Agronomy determinó que los monoterpenos carvona y limoneno están detrás de su actividad antimicrobiana media.

Hacen falta estudios concretos sobre los efectos de la alcaravea contra el mal aliento. Por ahora, solo hay evidencia empírica.

5. Favorece el tratamiento de las infecciones tópicas

Las propiedades antisépticas y antifúngicas del aceite de alcaravea, derivadas de su contenido de carvona y silvestreno, se utilizan como complemento para prevenir infecciones tópicas. En la cultura popular, este remedio se utiliza para limpiar heridas superficiales (incluyendo quemaduras) y para promover la cicatrización.

Cabe destacar que, combinado con otras plantas o con aceites portadores (coco, oliva, almendras, entre otros), también se utiliza en casos de acné, picaduras de insectos y pieles con exceso de producción de grasa.

¿Cómo utilizar alcaravea como remedio natural?

Antes de probar los remedios con alcaravea, es fundamental aclarar que ninguna de estas preparaciones puede sustituir los tratamientos médicos. Al igual que otras plantas y especias, su consumo solo debe ser complementario.

  • Té de alcaravea para la indigestión: combina partes iguales de alcaravea con regaliz, hinojo y anís verde. En total, asegúrate de obtener una cucharada (10 gramos). Luego, ponla a hervir durante tres minutos en un vaso de agua (200 mililitros). Deja reposar la bebida, pásala por un colador y consúmela dividida en dos o tres tomas.
  • Remedio para los cólicos: en caso de cólicos abdominales, mezcla una cucharadita de frutos de alcaravea con partes iguales de manzanilla (en total 10 gramos de la mezcla). Luego, agrégalo en una taza de agua (250 mililitros) y déjalo reposar. Divide para dos o tres tomas al día. Recuerda que también puedes aplicar de forma externa el aceite esencial (cinco gotas), diluido en una cucharada de aceite portador (15 mililitros).
  • Relajante natural: la mezcla de aceite esencial de alcaravea con aceite portador también puede emplearse como remedio relajante. Se recomienda para disminuir la ansiedad y el estrés. Además, puede aplicarse mediante masajes para relajar las vías respiratorias, en caso de congestión.
  • Alcaravea contra el mal aliento: aunque masticar las semillas de alcaravea disminuye el mal olor de la boca, también es conveniente preparar un enjuague con el aceite esencial. Diluye 10 gotas en media taza de agua (125 mililitros) y realiza gárgaras durante dos minutos.
  • Remedio para la piel: en caso de quemaduras o cortes leves, enjuaga la zona con una mezcla de aceite esencial de alcaravea con agua (seis gotas por cada 200 mililitros de agua).

Suplementos de alcaravea

La alcaravea también está disponible como suplementos en forma de cápsulas, aceites esenciales, tinturas o extractos. La dosis varía según la presentación elegida; por eso, asegúrate de consultar la etiqueta y de seguir las recomendaciones del fabricante.

En general, se considera seguro el consumo de uno a 6,7 gramos de alcaravea entera dividida en tres dosis diarias. La tintura o los extractos se emplean en dosis de 3 milímetros, hasta 3 veces al día.

Usos culinarios de la alcaravea

Debido a su particular aroma y sabor, la alcaravea se utiliza como condimento en una amplia variedad de preparaciones culinarias. Es común incorporarlas en el pan de centeno, al igual que en otros productos horneados como magdalenas, galletas, panecillos, tostadas y pasteles.

Por su toque picante, mejora el sabor del curry, los guisos, las sopas, las salsas y la mezcla de especias para goulash. Incluso, hay quienes lo añaden en recetas de fermentados como el chucrut o las cebollas encurtidas; también en mermeladas y natillas.

Contraindicaciones y posibles efectos secundarios

Como especia, la alcaravea suele ser bien tolerada por la mayoría de las personas. Se han reportado pocos casos de alergias u otros efectos secundarios. En personas sensibles, los salicilatos que contiene pueden empeorar las siguientes afecciones y reacciones:

  • Asma
  • Picazón
  • Urticaria
  • Hinchazón

Por otro lado, sus aceites esenciales, en su forma pura, pueden provocar dermatitis de contacto, que se manifiesta con irritación, comezón y manchas rojas. Dada la falta de estudios sobre su seguridad, la suplementación con alcaravea debe evitarse en los siguientes casos:

  • Niños pequeños
  • Embarazo y lactancia
  • Pacientes con enfermedades hepáticas o de la versícula biliar

En general, lo mejor es consultar al médico antes de probar esta especia como remedio complementario. El profesional puede determinar si es segura o no, de acuerdo con el estado de salud y los tratamientos que, quizás, estés utilizando.



¿La alcaravea y el comino son lo mismo?

No. Si bien la alcaravea también se conoce como «comino persa», difiere del comino común (Cominum cyninum). Este último tiene un sabor picante, su color es más claro y el tamaño de la semilla es más grande. Entre tanto, el sabor de la alcaravea es un poco terroso, parecido a la pimienta, pero con un toque de anís.

Mientras que el comino suele utilizarse para sazonar carnes, guisos y sopas, la alcaravea también se incorpora en productos de panadería y postres.

Aprovecha los beneficios de la alcaravea

De la misma familia del hinojo, la alcaravea es una especia con interesantes usos culinarios y medicinales. Aunque no es un tratamiento de primera línea cuando se trata de mejorar la salud, sí puede emplearse como complemento en caso de problemas digestivos, mal aliento o heridas superficiales.

Incluso, se cree que puede ayudar al control del peso y a mantener el buen estado de la microbiota intestinal. De todos modos, los remedios y suplementos derivados de esta planta deben utilizarse con precaución y supervisión médica, en especial si hay enfermedades prediagnosticadas.


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