Amlodipino: precauciones y efectos secundarios
El amlodipino es un principio activo que se emplea en el tratamiento de la hipertensión o presión arterial elevada y de la angina de pecho. Se puede utilizar solo o combinado con otros medicamentos.
Como cualquier fármaco, no debe utilizarse sin prescripción ni control médico. Además, ante cualquier efecto no deseado que se observe, es necesario consultar con el especialista.
¿Qué es la presión arterial? ¿Y la hipertensión?
La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre sobre las arterias cuando esta es bombeada por el corazón. Su valor es variable, de manera que pueden llegar a existir grandes diferencias en los valores de una misma persona a lo largo del día.
Existen dos valores de presión arterial que se miden en conjunto de forma habitual:
- La presión máxima o sistólica, conocida como alta: mide la fuerza de la sangre en las arterias cuando el corazón se contrae.
- La presión mínima o diastólica, conocida como baja: mide la fuerza de la sangre en las arterias cuando el corazón está relajado.
La hipertensión arterial es una elevación de la presión arterial de forma sostenida en el tiempo. Se considera hipertensión cuando los valores de tensión arterial son superiores a 140/90 mmHg de manera repetitiva y constante.
Cuando no se trata, puede causar lesiones en el cerebro, el corazón, los vasos sanguíneos, los riñones y otras partes del cuerpo. El daño ocasionado puede dar lugar, entre otros problemas, a un infarto, así como a insuficiencia renal y cardiaca.
¿Cómo actúa el amlodipino?
El amlodipino actúa bloqueando los canales del calcio. Esto quiere decir que inhibe el flujo de entrada de iones de calcio al interior del músculo liso de los vasos sanguíneos y del corazón. Por tanto, el amlodipino disminuye la presión arterial al relajar los vasos sanguíneos para que el corazón funcione de forma más eficiente.
Por otro lado, la acción del amlodipino también da lugar a una dilatación de las arterias y de las arteriolas coronarias. Así, aumenta el aporte de oxígeno al músculo del corazón en pacientes con problemas en estos vasos sanguíneos, como es el caso de las personas que sufren angina de pecho.
En pacientes hipertensos, una administración diaria de amlodipino reduce de forma significativa la presión arterial.También te puede interesar: 5 ejercicios para un paciente con hipertensión
Posología, forma de administración y precauciones especiales
El amlodipino se administra en forma de comprimidos que, normalmente, pueden ser rasurados por la mitad. En adultos con hipertensión o angina, la dosis inicial normalmente es de 5 mg, una vez al día. Puede aumentarse hasta una dosis máxima de 10 mg al día.
Para facilitar el seguimiento del tratamiento, se aconseja tomarlo todos los días a la misma hora. Además, a la hora de emplear amlodipino hay que tener precaución en una serie de grupos de población como los siguientes:
- Pacientes con insuficiencia cardiaca: los antagonistas de los canales del calcio, incluyendo amlodipino, se deben utilizar con precaución en pacientes con insuficiencia cardíaca congestiva, ya que pueden aumentar el riesgo de futuros eventos cardiovasculares.
- Insuficiencia hepática: en los pacientes afectados por esta patología, el tiempo que tarda el amlodipino en eliminarse se prolonga. En consecuencia, el tratamiento con este fármaco deberá iniciarse con la dosis más baja. No obstante, debe ser usado siempre con precaución.
¿Qué efectos secundarios tiene el amlodipino?
Cuando se administra amlodipino, algunas de las reacciones adversas que pueden presentarse son las siguientes:
- Hinchazón de las manos, pies, tobillos o piernas.
- Dolor de cabeza.
- Malestar y dolor de estómago.
- Mareos o náuseas.
- Sueño y cansancio excesivo.
Además, algunos efectos secundarios pueden provocar consecuencias graves para la salud. Por este motivo, hay que acudir al médico si hay un aumento de la frecuencia o la intensidad del dolor en el pecho. También se debe acudir al médico en caso de que la frecuencia cardiaca sea irregular, haya latidos fuertes o desmayos.
Control de la tensión arterial
Además de tomar medicamentos para controlar la presión arterial cuando el medico lo indique, es importante hacer cambios en el estilo de vida.
Estos cambios incluyen seguir una dieta baja en grasa y sal, mantener un peso saludable y hacer ejercicio al menos media hora casi todos los días. Además, es mejor no fumar y consumir alcohol con moderación.
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