Antifaz casero frío-calor para el dolor de cabeza

Tener nuestro propio antifaz casero puede ayudarnos más de una vez. Tanto en frío como en caliente serviría para calmar el estrés, los nervios o el dolor de cabeza.
Antifaz casero frío-calor para el dolor de cabeza
Maricela Jiménez López

Revisado y aprobado por la médico Maricela Jiménez López.

Escrito por Valeria Sabater

Última actualización: 06 julio, 2023

La terapia frío-calor para el dolor de cabeza resulta efectiva para algunas personas. En esta oportunidad, te traemos un sencillo antifaz relajante que puedes elaborar tú misma en casa.

Entonces, ¿eres buena con el hilo y las telas? ¿Te gustan las manualidades y los remedios caseros? Si es así, te encantará este artículo y le puedes sacar mucha utilidad.

Estos antifaces suelen estar rellenos de semillas y podemos utilizarlos tanto para el frío como para el calor. Anímate a elaborarlo. Es muy fácil.

El antifaz frío-calor para el dolor de cabeza

Antifaz casero frío-calor para el dolor de cabeza

Seguro que ya conoces este práctico objeto tan habitual para aliviar el dolor de cabeza o el dolor de ojos. Son mascarillas relajantes que, habitualmente, suelen ser de plástico y rellenas de un tipo de gel apto para calentar en el microondas o para colocar en nuestro refrigerador.

La que te vamos a presentar está elaborada con semillas. Tanto en frío como en caliente, estas se utilizan para calmar el estrés, los nervios o el dolor de cabeza. Muchas de ellas son realmente buenas para mantener la temperatura.

En caliente, pueden serte útiles para el dolor muscular. Mientras que, en frío, este antifaz podría ayudarte a aliviar migrañas y dolores de cabeza, como señala la National Headache Association. Te explicamos ahora cómo elaborarlo.

Cómo elaborar el antifaz casero frío-calor

¿Qué voy a necesitar?

  • Tela de algodón o de una toalla de tocador que ya no te sirva. Las medidas para este antifaz son normalmente de unos 25 centímetros por unos 15. Lo suficiente para que te cubra medio rostro.
  • Tijeras e hilo para coser.
  • 2 cintas para atar nuestro antifaz.
  • Una bolsa de plástico de las que usamos para poner comida en el congelador. Nos va servir para introducir en su interior la mascarilla de tela que elaboremos
  • Relleno para tu antifaz: Puedes utilizar aquellas que te sean más fáciles de encontrar, que te gusten más o que te sean más económicas. Te recomendamos por ejemplo las semillas de soja, maíz, arroz o trigo sarraceno.
  • Son especialmente adecuados los garbanzos, porque pueden llegar a dar una hora de calor o de frío. Los huesos de cereza, por ejemplo, también conservan muy bien las temperaturas. Puedes introducir también lavanda, canela o las hierbas aromáticas que desees, ya que el olor es también muy relajante.
  • Las cantidades de relleno deberás de ajustarlas tú según el tamaño de tu antifaz.

¿Cómo lo hago?

  1. No te preocupes si no se te da muy bien la costura. Tómatelo como una manualidad distraída que te va a venir muy bien para relajarte.
  2. Lo primero que haremos es cortar la tela, intenta que quede un huequecito para el tabique de la nariz, tal y como ves en el dibujo.
  3. Ya puedes ir cosiendo los lados, dejando uno abierto para poder introducir las semillas. Muy fácil, como ves.
  4. ¿Y qué hacemos ahora? Introducir las semillas. Recuerda no llenarla demasiado, mantén un término medio, para que quede mullida y no te moleste cuando te la coloques en el rostro.
  5. Una vez lista, ya puedes coserlo y cerrarlo.
  6. Ahora, si lo deseas y te es más cómodo, puedes añadirle dos cintas para poder anudártela. Hay quien prefiere no ponerla y dejarla caer simplemente sobre el rostro, así que depende de lo que te sea más cómodo.
  7. Cuando desees utilizarla en frío, lo más adecuado es que la introduzcas en el interior de una bolsa de plástico en el congelador. Basta con unos 10 o 20 minutos.

Visita este artículo: ¿En qué momento deberíamos empezar a preocuparnos por un dolor de cabeza?

Verás qué bien te sientes con esta terapia casera de frío-calor para el dolor de cabeza, dolores musculares, o simplemente para relajarte luego de un día ajetreado.


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