Artritis reumatoide, cómo controlar sus síntomas

Es fundamental practicar ejercicio de forma habitual, siempre que la enfermedad nos lo permita, para fortalecer los músculos que rodean las articulaciones afectadas y evitar el dolor, en la medida de lo posible.
Artritis reumatoide, cómo controlar sus síntomas
Gilberto Adaulfo Sánchez Abreu

Revisado y aprobado por el médico Gilberto Adaulfo Sánchez Abreu.

Última actualización: 06 julio, 2023

La artritis reumatoide (o reumatoidea) es una enfermedad crónica, inflamatoria de origen autoinmune. Se manifiesta principalmente en las articulaciones produciendo dolor, tumefacción y rigidez.

Su causa, como todas las enfermedades autoinmunes, es desconocida hasta el momento, aunque se postula que deben interaccionar diferentes factores como:

  • La predisposición génica (se cree que es una enfermedad poligénica, esto es, hay varios genes implicados)
  • Infecciones
  • Factores ambientales como tabaquismo, estrés, etc.

Es una enfermedad tres veces más común en mujeres que en hombres, posiblemente debido a los estrógenos, y suele aparecer entre los 35 y 55 años, aunque puede aparecer antes.

Otros factores de riesgo, a parte de la edad y el sexo, son:

  • Antecedentes familiares.
  • Tabaquismo.
  • Exposición ambiental.
  • Obesidad.
Mujer sujetándose la mano.

Síntomas de la artritis reumatoide

Como hemos dicho, se trata de una enfermedad autoinmune, en la que el sistema inmunitario ataca al recubrimiento sinovial de las articulaciones.

Se produce, por tanto, una inflamación de las articulaciones, concretamente de la membrana sinovial, y de las zonas adyacentes. En primer lugar suelen verse afectadas las articulaciones más pequeñas de las extremidades como son las de los dedos, muñecas, etc.

Como consecuencia, se produce:

  • Hinchazón en la articulación.
  • Dolor articular.
  • Entumecimiento.
  • Sensación de calor.

Es muy característica la rigidez matutina que puede limitar los movimientos y que va desapareciendo a medida que avanza el día.

La sintomatología y la evolución son muy variables, en ocasiones solo padeciendo de estos síntomas, pero en ocasiones la enfermedad avanza y puede afectar a ligamentos y tendones adyacentes, lo que provoca deformidades y puede limitar algunas actividades diarias.

Pueden aparecer otros síntomas no articulares como:

  • Astenia
  • Malestar general
  • Fiebre
  • Cansancio
  • Nódulos reumatoides, muy característicos y que son abultamientos no dolorosos que aparecen en las zonas de presión y sobre los tendones.

Como complicaciones, podemos decir que la artritis reumatoride aumenta el riesgo de sufrir osteoporosis, síntoma de Sjogren, túnel carpiano, infecciones, linfoma, etc.

Tratamiento de la artritis reumatoide

Es fundamental un diagnóstico precoz y un tratamiento que ayudará a controlar la enfermedad, a minimizar los síntomas y, sobre todo, a evitar la progresión. Ante la aparición de los primeros síntomas resulta crucial acudir al reumatólogo para que analice el caso y prescriba el tratamiento a seguir.

Tratamientos farmacológicos hay muchos y con diferente base farmacológica. Por nombrar algunos, se usan:

No obstante, debemos recordar que ningún fármaco cura la enfermedad, todos se dirigen a tratar los síntomas y a evitar el avance de la enfermedad. Por ello, constantemente, se está investigando en la causa de la enfermedad y en los posibles tratamientos.

Expertos y profesionales médicos como la Arthritis Foundation aconsejan, a parte del tratamiento farmacológico, poner en práctica algunas medidas generales que ayudan a limitar el impacto de la artritis:

  • Dormir entre 8 y 10 horas diarias en una posición que no comprometa ninguna articulación.
  • Alimentación y hábitos de vida saludables son fundamentales.
  • Evitar grandes esfuerzos, sobre todo con las manos
  • No estar mucho tiempo de pie y no hacer ejercicios repetitivos con las articulaciones.
  • Se debe practicar ejercicio de forma habitual y fortalecer los músculos que rodean a las articulaciones afectadas.
  • Un fisioterapeuta nos puede ayudar a realizar los ejercicios más convenientes.

Es importante saber que un paciente con artritis reumatoide, que lleve un correcto tratamiento y control médico y que tenga en cuenta estos consejos básicos, puede llevar una vida prácticamente normal.


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