Este artículo fue redactado y avalado por la farmacéutica María Vijande
La actividad de la budesonida, medida en forma de afinidad a los receptores glucocorticosteroideos, es aproximadamente 15 veces mayor que la de la prednisolona, uno de los primeros corticoides descubiertos.
La budesonida es un medicamento glucocorticoide perteneciente a la familia de los corticosteroides. Está comercializado bajo diferentes formas de administración, cada una indicada para diferentes patologías.
En este sentido, podemos encontrar la budesonida en el mercado como:
Inhalador: indicado para el tratamiento a largo plazo del asma y de la EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica).
Píldora: utilizada para el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal, la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa y la colitis microscópica.
Aerosol nasal: esta forma de administración está indicada para el tratamiento de la rinitis alérgica y la poliposis nasal.
Formas rectales: utilizadas para el tratamiento de la enfermedad inflamatoria intestinal, la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa y la colitis microscópica.
Un poco de historia de la budesonida
La patente de este medicamento salió en el año 1973 y su comercialización comenzó en el 1981 como un medicamento para tratar el asma. Como su patente ya ha caducado, hoy en día lo podemos encontrar como genérico o bajo marcas comerciales.
La OMS (Organización Mundial de la Salud) lo incluyó en la lista de medicamentos esenciales. Esta lista recoge una serie de fármacos que todo sistema de salud básico debería tener.
¿Cómo ejerce la budesonida su efecto en el organismo?
La budesonida es, como hemos dicho, un glucocorticoide y, como tal, presenta un efecto antiinflamatorio local muy elevado.
Los glucocorticoides son una familia de fármacos que desencadenan diferentes efectos en el organismo como efectos antiinflamatorios, inmunosupresores o modificaciones en el metabolismo.
Sin embargo, el mecanismo de acción exacto por el cual este fármaco ejerce su efecto para el tratamiento de la rinitis no está completamente estudiado. Se cree que están implicados varios mecanismos, entre ellos:
El efecto antiinflamatorio.
La inhibición de la liberación de mediadores antiinflamatorios.
Por otro lado, la actividad de la budesonida, medida en forma de afinidad a los receptores glucocorticosteroideos, es aproximadamente 15 veces mayor que la de la prednisolona, uno de los primeros corticoides descubiertos.
Como hemos mencionado, presenta un elevado efecto antiinflamatorio local al reducir la síntesis de los mediadores de la inflamación y la extravasación microvascular en las vías respiratorias. Además, inhibe la afluencia de las células inflamatorias al pulmón tras la exposición alergénica.
Al igual que todos los medicamentos, la budesonida también presenta una serie de efectos adversos que hay que tener en cuenta. Como las vías de administración pueden ser diferentes, veremos aquellos efectos adversos relacionados con la administración por vía inhalatoria y la nebulización.
Vía inhalatoria
Cuando se administra este fármaco por vía inhalatoria, pueden darse los siguientes efectos adversos:
Trastornos respiratorios: entre ellos encontramos ligera irritación de la garganta, tos y ronquera. Alguna vez se ha descrito riesgo de broncoespasmo paradójico con aumento de sibilancias. En este caso, se debe interrumpir el tratamiento y administrar un fármaco beta-2-adrenérgico para revertir la situación.
Cuando se administra este fármaco mediante una máscara facial, el paciente puede sufrir una irritación en la piel de la cara. Sin embargo, esta lesión se puede revertir al lavarse la cara después del uso de la máscara de nebulización.
En otras ocasiones, que suelen ser mínimas, también se pueden desencadenar reacciones adversas como consecuencia del efecto sistémico de este fármaco.
Conclusión
La budesonida es un fármaco glucocorticoide que presente unos efectos antiinflamatorios y inmunosupresores potentes. Dependiendo de la forma de administración, está indicado para diferentes patologías y, además, los efectos adversos también varían.
Al igual que con otros corticoides, la interrupción de un tratamiento largo con este medicamento debe hacerse de manera gradual. Dejar el tratamiento de golpe puede producir graves consecuencias para la salud.
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Graduada en Farmacia por la Universidad de Salamanca (curso académico 2013-2018). Actualmente, María Vijande se ha especializando en el ámbito de la investigación clínica mediante el Máster en Monitorización de Ensayos Clínicos y Medical Affairs en el CESIF (Centro de Estudios Superiores de la Industria Farmacéutica).
Compagina su trabajo con el grado en Psicología impartido por la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia). María Vijande ha realizado prácticas extracurriculares en oficina de farmacia y ha llevado a cabo las prácticas de la carrera en el Hospital Hagia Sofía en Atenas (Grecia), gracias al programa Erasmus. En la actualidad trabaja como Junior Clinical Research Associate en el Grupo GEICAM de Investigación del Cáncer de Mama.
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