Buenas razones para comer mantequilla (natural)

Si queremos consumir una mantequilla más sana y con menos calorías podemos clarificarla en casa. De esta forma le quitaremos toxinas, lactosa y grasas saturadas.
Buenas razones para comer mantequilla (natural)

Última actualización: 10 julio, 2023

La mantequilla, considerada por algunos como un alimento muy nutritivo y saludable, ha sido muy criticada en los últimos años. En este artículo presentamos algunos beneficios de la mantequilla, en especial si es ecológica y procedente de leche cruda de vacas alimentadas con pasto. ¿Conoces estas razones para comer mantequilla?

Cabe destacar que este es un alimento diferente a la margarina, aunque hay gente que los concibe como el mismo producto. Los ingredientes y la procedencia de los lípidos varían, por lo que también lo hacen sus propiedades.

Rica en vitaminas

Comer mantequilla podría resultar útil para el metabolismo de los huesos, gracias a su elevado contenido en vitaminas.
La salud ósea también puede verse beneficiada con el consumo de mantequilla. Sus vitaminas tienen una influencia positiva sobre el metabolismo del fósforo y calcio.

La mantequilla contiene todas las vitaminas liposolubles: la A, la D, la E y la K.

  • A: interviene en el crecimiento, mejora la hidratación (piel, mucosas, pelo, uñas, dientes y huesos), mejora la visión y es un antioxidante natural.
  • D: regula el metabolismo del calcio y fósforo. Así lo evidencia un estudio publicado en Nutrients.
  • E: esta ha demostrado ser un antioxidante natural. Mejora el sistema inmunitario y es antiinflamatoria.
  • K2: previene las caries y fortalece los huesos.

Alto contenido en minerales

La mantequilla contiene sobre todo selenio y yodo, pero también manganeso, cromo, zinc y cobre, entre otros. Algunas de sus funciones son las siguientes:

  • Selenio: protege contra las enfermedades del corazón.
  • Yodo: necesario para un buen funcionamiento de la tiroides.

Hay que tener en cuenta que los minerales suelen participar en muchas reacciones fisiológicas importantes en el organismo. Además son sustancias que se excretan de manera frecuente, por medio de la orina o de las heces. Por ello hay que garantizar una ingesta regular.

En el caso de sufrir déficits de alguno de ellos podrían desarrollarse patologías a medio plazo con un carácter crónico. Una vez que aparecen son complicadas de manejar, por lo que lo más adecuado en este sentido es la prevención.

Contiene ácidos grasos

Estos ácidos grasos, entre los que destacan los omega 3, 6 y el ácido araquidónico, son imprescindibles para el organismo, según un estudio publicado en International Journal of Molecular Sciences. Entre sus funciones destacan reforzar el sistema inmunitario, impulsar el metabolismo, mejorar el funcionamiento cerebral, nutrir la piel…

La mantequilla cuenta en su composición con lípidos de tipo saturado. Estos presentan una mala fama, sin embargo, no resultan perjudiciales para el organismo. Más bien todo lo contrario. Eso sí, hay que tener cuidado con no someterlos a procesos térmicos agresivos.

Es muy calorífica

La mantequilla aporta muchísimas calorías en muy poca cantidad, lo que la hace ideal para niños, deportistas y personas con poco apetito. Si se consume en épocas de frío, mejor.

En el caso de las personas que necesitan incrementar masa muscular, puede suponer un recurso dietético eficaz. De este modo se desequilibra la balanza energética a favor de la ingesta, lo que favorece los procesos de hipertrofia del tejido magro. Además hay que garantizar un consumo proteico adecuado para que se pueda producir tejido muscular.

Es muy sabrosa

El intenso sabor de la mantequilla nos ayuda a enriquecer muchas recetas, sobre todo en repostería. Es importante no abusar de azúcar, colorantes y leche, ya que puede disminuir el valor nutricional de los dulces preparados.

Diferencias con la margarina

La mantequilla y la margarina han librado una gran batalla en los últimos años. Es importante saber que se trata de dos alimentos con composiciones muy diferentes. La margarina está hecha a base de aceites vegetales, mientras que la mantequilla está hecha a base de leche.

Debemos fijarnos además si en la composición figuran grasas trans, las más dañinas para el organismo, ya que aumentan el riesgo de sufrir enfermedades coronarias.

Comer mantequilla podría ayudar con algunas enfermedades cardiovasculares.
Algunas condiciones, como la aterosclerosis, pueden prevenirse con el consumo regular de ácidos grasos omega 3. La mantequilla puede aportar estos nutrientes, aunque depende de la forma en la que se cocine.

Cómo hacer una mantequilla más saludable

Te proponemos que pruebes el ghee, mantequilla clarificada, un ingrediente habitual en la gastronomía ayurvédica de la India. Puedes comprarlo o elaborarlo con la mantequilla habitual. Es una mantequilla sin lactosa y con menos grasas saturadas, por lo que es más ligera para la digestión.

Preparación

  • Echa un bloque de mantequilla sin sal en un cazo.
  • Ponlo a hervir a fuego suave, sin tapa.
  • Remueve de vez en cuando y retira la espuma con una espumadera.
  • Deja que hierva, generará una espuma con restos sólidos.
  • Apaga el fuego y fíltralo con un colador de tela.

Se puede usar para cocinar como sueles hacer con la mantequilla. Se conserva a temperatura ambiente durante unos meses.

Mantequilla, un alimento saludable

La mantequilla puede ser un alimento saludable siempre que no se someta a procesos térmicos agresivos. De lo contrario se dañarán sus vitaminas y se producirá una transformación de ácidos grasos de tipo cis a tipo trans, lo que resulta perjudicial para la salud.

En su estado natural es capaz de aportar nutrientes de calidad para asegurar el buen funcionamiento del cuerpo humano. Hay que tener en cuenta que la afirmación de que las grasas saturadas son nocivas está hoy en entredicho. De hecho las evidencias más recientes apuntan a que pueden provocar efectos beneficiosos. La clave está en no cocinarlas en exceso.


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