
En España, según los datos publicados en 2018 por el mayor estudio sobre inactividad física realizado hasta la fecha, un 36,8% de la población no practica suficiente actividad física. Y lo peor es que, lejos de mejorar, la cifra continúa…
Al aplicar unas sencillas pautas de gestión emocional podemos aprender a disfrutar de cada momento. Aprende a desconectar cuando el estrés te invada; vive y deja vivir
La gestión emocional es un principio de bienestar psicológico que mejora nuestra salud y nuestra calidad de vida.
Sin embargo, algo que todos sabemos es que no resulta nada fácil controlar todo lo que nos envuelve en el día a día. Las personas no somos inmunes a los contratiempos, al estrés ni a las presiones del entorno.
Estamos seguros de que en tu vida no faltan las lecturas relacionadas con la inteligencia emocional o con la adecuada gestión del estrés.
No obstante, algo curioso que suele ocurrir muy a menudo es que conocemos la teoría pero no aplicamos la práctica.
Es como cuando una amistad nos recomienda eso de «no te preocupes tanto» o «mira por ti y no focalices todas tus energías en los demás»… Son ideas que ya conocemos y que, sin embargo, no aplicamos por muy diversas razones.
A continuación, te proponemos que valores y reflexiones sobre las siguientes ideas. Estas incluyen algunos de los pilares básicos y esenciales de la gestión emocional que pueden servirte de ayuda.
Has oído ya infinidad de veces la clásica recomendación de que las personas debemos aprender a ponernos en la piel de los demás.
Entender las perspectivas, las necesidades y los mundos ajenos al nuestro es básico para favorecer un adecuado respeto y una buena convivencia.
Sin embargo, las personas que padecen estrés y que día a día acumulan muchas tensiones, en realidad, se han olvidado de algo esencial. Deben ponerse en sus propios zapatos para recordar cuáles son sus necesidades.
Estamos seguros de que priorizas por encima de todo aquello que quieren los demás: tus jefes, tu pareja, tus hijos, tus padres, etc.
En ocasiones, focalizamos todo nuestro universo personal hacia esos «planetas» externos que nos rodean. Intentamos complacerlos y buscamos siempre quedar bien con ellos hasta el punto de olvidarnos de nosotros mismos.
Aprende a valorar tus necesidades, a poner nombre a lo que sientes y a tomar conciencia de tu mundo emocional. Tú eres el protagonista de tu propia vida.
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Si hay algo a lo que estamos acostumbradas las personas es a «reprimir» nuestras emociones negativas.
Algunos ejemplos serían: me enfado con alguien pero me callo para no empeorar las cosas o algo me parece mal pero lo disimulo. También pueden ser: si siento rabia me la guardo porque, de lo contrario, tengo la sensación de que voy a perder el control, etc.
Reprimir todo este tipo de emociones constantemente puede llevar a somatizar estas realidades en tu cuerpo. Así, estas pueden favorecer las cefaleas, las indigestiones, los dolores musculares o los mareos.
Por eso, puede ser recomendable llevar a cabo en el día a día estas estrategias de gestión emocional:
Una adecuada gestión emocional implica establecer adecuadas fronteras frente a los embistes del estrés y las presiones de nuestros entornos cotidianos.
Significa que te das un instante de respiro donde dejar a un lado el ruido ambiental y las conversaciones que no te interesan. También podrás aparcar esas presiones que te hacen olvidar lo que vales y lo que sientes.
En él reina el silencio y la calma. En él tienes la mejor compañía: tú mismo.
El mindfulness nos puede aportar un enfoque muy práctico para gestionar las emociones y el estrés en el día a día.
Asimismo, el mindfulness nos aporta adecuadas técnicas de meditación y relajación idóneas para regular el estrés y la ansiedad.
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Este principio tan básico de respeto y autorrespeto nos ofrece una estrategia clave en la gestión emocional.
Así pues, recuerda, acepta que los demás sean como bien quieran. Aceptan que piensen diferente a ti y que tengan sus manías y peculiaridades. Acéptalos como te aceptas a ti y te evitarás muchas fuentes de sufrimiento.
Empieza hoy mismo a aplicar estos sencillos consejos de gestión emocional. Estos pueden ayudarte a disfrutar más te tu día a día y dejar de lado el estrés.
No lo dudes. Cuidar de tu salud mental es tan importante como cuidar te tu salud física. Por eso, no la descuides.