8 consejos para ganar una discusión

Saber ponerse en el lugar del otro y empatizar es una de las mejores formas de ganar una discusión, ya que nos permite centrarnos en la búsqueda de la solución.
8 consejos para ganar una discusión
Bernardo Peña

Revisado y aprobado por el psicólogo Bernardo Peña.

Escrito por Yamila Papa Pintor

Última actualización: 24 mayo, 2023

A nadie le gusta tener altercados con las personas que le rodean. Sin embargo, en algunos casos son necesarios para poder ponernos de acuerdo o expresar nuestros puntos de vista. Por ello, ¿quiere saber cómo ganar una discusión?

En este artículo te daremos algunos consejos para que puedas ganar una discusión. ¿Estás preparado para la próxima vez que surja un intercambio de palabras no del todo amigable?

¿Cómo ganar una discusión?

Partiendo de la base de que no es bueno discutir y siempre es mejor llegar a un acuerdo, lo cierto es que algunas personas que nos rodean no “saben” actuar de otra manera que no sea con una charla subida de tono.

Más allá de evitar esas situaciones que lleven a la disputa, el siguiente paso podría ser aprender cómo ganar una discusión. Presta atención a los siguientes consejos.

1. Ser civilizado

Ser civilizado

No olvides que las peleas son irracionales y no nos permiten pensar bien. Conservar la calma es una de las principales herramientas que tenemos a disposición para poder ganar una discusión.

Seremos más receptivos a lo que el otro tenga que decir y abandonaremos las conexiones emocionales. De esta manera, pensaremos lógicamente y no nos dejaremos llevar por los sentimientos.

Ser civilizado también quiere decir respetar la opinión del otro y permitir que hable (en el tono que quiera) sin que nosotros cambiemos nuestra actitud.

2. Tener información

Una de las mejores maneras de superar a un adversario (por llamarlo de alguna manera) es contar con todos los datos necesarios que permitan refutar o enfatizar una idea.

Para poder hablar con propiedad debemos tener toda la información disponible. Quizás la otra persona discute desde el desconocimiento y una vez que le presentemos datos fehacientes puede cambiar de opinión.

No es cuestión de discutir por discutir, sino de poner sobre la mesa las herramientas o recursos necesarios para que el interlocutor vea las cosas de otra manera.

3. No convertirlo en algo personal

No convertirlo en algo personal

En ocasiones las discusiones son por algo que nos supera o no tiene relación directa con nosotros. Por ejemplo, si tu jefe está de mal humor porque un cliente lo trató mal y quiere echarte la culpa cuando no tienes nada que ver.

En el momento en que conviertes una discusión en algo personal la batalla está perdida. ¿Por qué? Porque es probable que los sentimientos salgan a la luz o que ese ataque no te permite ver las cosas con claridad.

4. No querer ganar

Justamente una de las maneras de ganar una discusión… ¡es no querer ganarla! Puede parecer algo confuso, pero no lo es en lo absoluto.

Si durante un altercado con alguien tu actitud demuestra que estás “peleando a muerte” y que no hay nada que pueda hacerte cambiar de opinión, el otro actuará de la misma manera.

En cambio, si demuestras interés por las palabras del contrincante y que tienes la intención de llegar a un acuerdo que beneficie a ambas partes es más probable que termines “saliéndote con la tuya”.

5. Mirar desde otra perspectiva

Mirar desde otra perspectiva

Tal vez algo que para ti no sea un problema sí lo sea para la otra persona (o viceversa). Nunca viene mal ponerse en el lugar del otro.

Cambiar la óptica de la situación puede ser de gran ayuda para ganar una discusión sin tener que aceptar todo lo que te dicen pero sí comprendiendo sus motivos.

Saber que somos comprendidos es el primer paso para abrir la coraza que nos ponemos cuando peleamos. Incluso permite desviarnos de la pelea y centrarnos en la solución que, en definitiva, es lo mismo que salir vencedores.

6. No distraerse

Es una de las claves, porque te mantendrá firme en tus convicciones o en la intención de encontrar una respuesta al problema.

Cuando discutimos nuestro oponente tal vez quiera desviar el tema de la conversación hablando de cosas del pasado que aún no se han resuelto o que le han “quedado en el tintero”.

Cuando esto suceda, trata de regresar al tema principal. No dejes que se ramifique la discusión porque, de lo contrario, nunca terminará.

7. Hacer preguntas abiertas

Hacer preguntas abiertas

Esta técnica también puede ser de gran utilidad para ganar una discusión, porque permite que entre todas las partes involucradas se pueda pensar en una solución.

En vez de hacer preguntas acusadoras o sobre algo puntual puedes realizarlas de forma tal que den lugar al “juego”.

Por ejemplo: ¿cómo crees que podríamos mejorar nuestras finanzas? ¿qué te parece si entre los dos elegimos el destino de las vacaciones? ¿de qué manera podemos evitar que los clientes se vayan a la competencia?, etc.

8. Controlar las emociones

Es fundamental recalcar este asunto, ya que en las discusiones salen a la luz nuestros sentimientos y no podemos manejarlos o calmarlos.

Es algo difícil controlar las emociones, sobre todo en temas sensibles o delicados; no obstante, no es imposible.

¿De qué manera evitamos dejarnos guiar por ellas? Manteniendo la calma, respirando profundamente y, si es necesario, dando un paseo por el parque.

Recuerda que no es más fuerte el que más grita ni más débil el que llora sino que para ganar una discusión debemos mostrarnos serenos y con total control de pensamientos y emociones.

Por supuesto que llevar a cabo todas estas técnicas o consejos es algo que requiere de mucha práctica, concentración y atención. Lo mejor de todo es que los resultados estarán a la vista y eso te dará más ganas de continuar mejorando.


Este texto se ofrece únicamente con propósitos informativos y no reemplaza la consulta con un profesional. Ante dudas, consulta a tu especialista.