7 combinaciones de alimentos que debemos evitar
Las combinaciones de alimentos son mucho más importantes de lo que creemos y pueden influir mucho en nuestra salud y en nuestro peso.
Con algunos sencillos cambios podemos notar una gran mejoría, ya que no se trata de comer menos, sino de comer mejor.
Descubre por qué estas 7 combinaciones de alimentos poco recomendables son tan importantes o más que la elección de lo que comemos.
¿Qué entendemos por combinación de alimentos?
La idea de asociar o separar ciertos alimentos para mejorar la salud tiene su origen en prácticas tan antiguas como el Ayurveda. Pero no fue hasta finales del 1800 cuando autores como Shelton y Hay pusieron las bases de lo que conocemos hoy en día.
Para poder llevarla a la práctica, los alimentos se separan en diferentes grupos:
- Grasas: aceites, aceitunas, coco, aguacate, margarina y mantequilla.
- Proteínas: legumbres, frutos secos y semillas, carne, pescado huevos y lácteos.
- Almidones: arroz, mijo, trigo, pan, pasta, quinoa, avena, patata, boniato, zanahoria cocida y calabaza.
- Vegetales: de hoja verde (lechuga, col, acelga, espinacas, kale) y verduras sin almidón (brócoli, pimiento, calabacín, berenjena, pepino, apio).
- Frutas: dulces (plátanos, dátiles, frutas deshidratadas, papaya, higos, uvas); semi ácidas (manzana, pera, mango, cerezas); ácidas (lima, limón, naranja, pomelo, piña, fresa); y melón.
Una vez clasificados, se establecen algunas asociaciones de alimentos que no se pueden mezclar ni comer juntos. Según sus postulados, hacerlo puede conllevar problemas digestivos, generación de toxinas, fermentaciones y problemas de salud diversos.
La explicación detrás de estos efectos es que el estómago necesita distintos tiempos, enzimas y PH para digerir los diferentes alimentos. Y al comerse juntos se entorpece este normal funcionamiento gástrico.
¿Cuáles son los alimentos que no se pueden mezclar?
Según la teoría de la combinación de alimentos, hay 7 emparejamientos perjudiciales que no se pueden hacer en las comidas.
1. Almidones y ácidos
Los alimentos ácidos reducen la acción de la enzima ptialina, que es básica para descomponer los almidones en glucosa (otro azúcar más simple que el organismo puede utilizar). De este modo, los hidratos de carbono no inician bien su digestión y el organismo emplea mucha más energía en este proceso.
Ejemplos de alimentos que no se pueden mezclar
- copos de avena con fresas, naranjas o piña
- pasta, patata, arroz, pan (entre otros granos) con vinagre o con tomate
2. Almidones y proteínas
Los almidones requieren un ambiente alcalino en el estómago. Y cuando se ingieren proteínas los jugos que se segregan son ácidos. Así, los almidones permanecen más tiempo en el estómago y aparecen fermentaciones.
Ejemplos de alimentos que no se pueden mezclar
- pan con jamón
- sushi de salmón
- pollo con patatas
3. Proteínas y proteínas
Todas las fuentes proteicas necesitan distintos tiempos de digestión. Así que si se mezclan ingieren en una misma comida se dificulta su proceso de descomposición.
Ejemplos de alimentos que no se pueden mezclar
- pollo con gambas
- arroz tipo «mar y montaña»
- calamares rellenos de carne
- garbanzos, alubias o lentejas con carne
4. Proteínas y ácidos
Los alimentos ácidos no son buenos amigos de las digestiones y tampoco se pueden combinar con proteicos. Un ambiente estomacal con un ph muy bajo dificulta también la función de la pepsina (enzima encargada de descomponer las proteínas).
Ejemplos de alimentos que no se pueden mezclar
- pollo o salmón a la naranja o con limón
- carnes y pescados con tomate o con salsas a base de tomate
5. Proteínas y grasas
Los alimentos con muchos lípidos provocan un retraso en la secreción de jugos gástricos. De este modo, la digestión se vuelve mucho más lenta y dificultosa.
Ejemplos de alimentos que no se pueden mezclar
- atún con aguacate
- carne o pescado con mantequilla
- ensalada de lentejas o garbanzos con aguacate
Esta mala combinación de alimentos puede «salvarse» añadiendo verduras abundantes. Los vegetales contrarrestan esta mala acción de las grasas en la digestión. el efecto es más notorio con hortalizas crudas.
6. Azúcares con proteínas y azúcares con almidones
Todos los productos de este grupo (azúcar) tienen su acción digestiva en el intestino. Si se mezclan con proteínas o almidones, los azúcares quedan retenidos en el estómago y producen fermentaciones.
Ejemplos de alimentos que no se pueden mezclar
- pan y tostadas con mermelada
- pan elaborado con pasas o frutas deshidratadas
- copos de avena o cereales de desayuno con miel o siropes
- masas de bizcochos con huevo, leche, harina y que se preparen con miel o azúcar
7. Frutas con cualquier tipo de alimento
Todas las frutas se digieren a una velocidad alta y, en combinación con otros alimentos, quedan retenidas en el estómago. Por esta razón, recomiendan separarla una hora y media o dos de las comidas.
Así pues, no es recomendable usar las frutas para cocinar carne o pescado. Tampoco hacer mezclas con lácteos como yogur con frutas o batidos con leche.
Tan solo existe una excepción a esta última regla. Los vegetales de hoja verde sí que se pueden ingerir junto a las frutas ya que tienen tiempos de digestión parecidos. Se trata, por ejemplo, de ingredientes comunes en una gran variedad de batidos verdes.
¿Qué frutas no se pueden mezclar entre ellas?
Los melones no se pueden combinar con ninguna otra fruta, ya que su digestión es la más rápida de todas.
Asimismo, las frutas dulces y las ácidas tampoco se pueden comer a la vez. Recordamos los ejemplares de cada grupo para tener claro que deben ingerirse por separado:
- Ácidas: piña, fresa, limón, naranja, pomelo, lima
- Dulces: frutas deshidratadas, higos, uvas, dátiles, plátano, caqui, chirimoya
Combinaciones de alimentos favorables
De forma contraria a lo que acabamos de ver, existen mezclas que sí que se pueden hacer. Esto es debido a que algunos alimentos no interfieren en la digestión de los otros. En concreto, hablamos de dos agrupaciones permitidas.
Por un lado, los vegetales sin almidón se pueden combinar con casi todos los alimentos. La única excepción es la fruta, que solo conjunta bien con las verduras de hoja verde (acelgas, espinacas, lechuga, kale y col).
Además, los almidones de distinta naturaleza también se pueden digerir bien si se comen juntos. En este caso, lo mejor es acompañarlos de vegetales cómo brócoli, espárragos y hojas verdes.
Ejemplos de combinaciones favorables
- brócoli con salmón
- tortillas de verduras
- sopa de verduras con fideos o arroz
- arroz con calabacín, berenjena y pimiento
- salteado de espárragos y calabacín con pollo
- batidos verdes con acelgas o espinacas y frutas
- ensalada de vegetales con legumbres, arroz o pasta
¿Es saludable hacer este tipo de alimentación?
Las dietas que se basan en esta teoría no hacen restricción de alimentos sino que se centran en cómo combinarlos para no dañar el organismo. Así, si la ingesta es suficiente en energía y nutrientes, puede ser una forma válida de alimentarse.
No obstante, por el momento no existen datos que avalen sus supuestos beneficios. Tampoco que