Cómo afrontar la vaginitis atrófica posmenopáusica

La disminución en los niveles de estrógenos en la mujer pueden causar vaginitis atrófica posmenopáusica. Afortunadamente algunos consejos ayudan a afrontarla. ¡Descúbrelos!
Cómo afrontar la vaginitis atrófica posmenopáusica
Sergio Alonso Castrillejo

Revisado y aprobado por el farmacéutico Sergio Alonso Castrillejo.

Última actualización: 09 julio, 2023

La vaginitis atrófica, también conocida como atrofia vaginal, es una condición que se caracteriza por el adelgazamiento de las paredes de la vagina. Ocurre por una disminución en los niveles de estrógenos, hormonas claves para mantener la vagina lubricada y elástica. ¿Sabes cómo afrontar la vaginitis atrófica posmenopáusica?

El tratamiento para esta condición está centrado en mejorar los síntomas y la causa subyacente. Por eso, el médico puede aconsejar el uso de lubricantes para tratar la sequedad y terapias de remplazo hormonal. El estrógeno puede administrase vía oral o tópica. ¿Qué más puedes hacer?

Consejos para afrontar la vaginitis atrófica posmenopáusica

Además de seguir el tratamiento recetado por el médico, hay una serie de cuidados que contribuyen a afrontar la vaginitis atrófica posmenopáusica y sus síntomas. A continuación queremos compartir algunas recomendaciones para que las tengas en cuenta.

1. Utilizar ropa interior de algodón

Mujer en ropa interior: afrontar la vaginitis atrófica posmenopáusica
Una adecuada higiene íntima ayudará a evitar problemas como las infecciones del tracto genital o urinario.

Las mujeres que padecen esta condición tienen más probabilidades de desarrollar infecciones vaginales y problemas en el tracto urinario. Por eso, una de las recomendaciones para afrontar la vaginitis atrófica posmenopáusica es asegurarse de usar ropa interior de algodón. Así lo indican investigaciones como la publicada en 2016 en la revista Journal of Pharmaceutical, Chemical and Biological Sciences.

Este tipo de prendas mejora la circulación de aire alrededor de la zona íntima, evitando que adquiera un ambiente propicio para la proliferación de bacterias. Además, a diferencia de los tejidos sintéticos, no suele retener humedad.

2. No descuidar el sexo por la vaginitis atrófica

La disminución en los niveles de estrógenos puede afectar la calidad de vida sexual, ya que la mujer tiende a experimentar dolor y molestias al mantener relaciones sexuales. No obstante, mantenerse sexualmente activa puede ser beneficioso para los casos de atrofia vaginal.

La actividad sexual ayuda a mejorar la circulación sanguínea en la vagina, lo cual estimula su humedad natural. Si bien no tiene efectos sobre la producción de hormonas, sí mejora la salud de los órganos sexuales. ¿El sexo te resulta doloroso? Opta por usar lubricantes y productos de ayuda.

3. Mejorar la alimentación

Alimentación durante la menopausia
Suplementar la dieta con alimentos ricos en fitoestrógenos ha mostrado ser eficaz para controlar muchos síntomas de la menopausia.

Mantener un peso saludable y cuidar la alimentación también ayuda a afrontar la vaginitis atrófica posmenopáusica. Una adecuada nutrición favorece la regulación en la producción de hormonas y, por ende, mejora la lubricación natural de la vagina.

En este caso en particular, se recomienda el consumo de alimentos que contengan estrógenos vegetales o fitoestrógenos, como es el caso de la soja y sus derivados o la linaza.

Una investigación publicada en 2011 en la revista The Journal of Sexual Medicine sugiere que en caso de atrofias vaginales leves podrían ser útiles los tratamientos con fitoestrógenos y otros tratamientos hormonales.

4. Hacer ejercicio físico

Las mujeres que hacen ejercicio físico regular tienen menos problemas al atravesar la etapa de la menopausia. De hecho, este hábito es uno de los mejores complementos naturales para hacerle frente a sus síntomas. Ahora bien, también es idóneo para afrontar la vaginitis atrófica posmenopáusica. ¿Por qué razón?

La práctica de una rutina de ejercicio ayuda a promover la circulación sanguínea y favorece el equilibrio de la actividad hormonal. Algunas actividades que pueden realizarse, dependiendo de la condición de cada persona, son: caminar, correr, nadar, montar bicicleta, ir al gimnasio, etc.

Descubre este artículo: Consejos para aliviar los cambios durante la menopausia

5. Suplementos para afrontar la vaginitis atrófica posmenopáusica

Cápsulas
Bajo consentimiento médico, estos suplementos aportan una ayuda extra al organismo en esta etapa.

Las hierbas y suplementos no deben remplazar los tratamientos médicos. Sin embargo, muchos pueden servir cómo complemento para mejorar los síntomas de la atrofia vaginal. Por ejemplo, el aceite de espino cerval de mar ha dado buenos resultados como alternativa para la terapia tradicional con estrógenos.

Se trata de un producto rico en ácidos grasos que, según estudios como el llevado a cabo por investigadores finlandeses, mejora la elasticidad vaginal y la lubricación de la zona.

¿Cuándo debes consultar al médico?

Lo mejor es que consultes con el médico en cuanto reconozcas los primeros síntomas. Especialmente si los síntomas empeoran o si notas alguna irregularidad como sangrados, secreción excesiva o coito doloroso.

Hay que considerar que tras superar la menopausia se eleva el riesgo de muchas enfermedades del aparato reproductor. Por eso, se deben hacer revisiones periódicas con el fin de determinar si todo marcha bien o, si por el contrario, hay señales de algo más grave.


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